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martes, 23 de enero de 2024

Política de inseguridad y preparación para la guerra

Markku Siira

La conferencia sobre seguridad Folk och försvar (Pueblo y Defensa) se ha celebrado en Sälen, Suecia, donde los temas de debate han incluido el estancamiento del proceso sueco de la OTAN, la guerra en curso en Ucrania y la preparación para una posible gran guerra entre Occidente y Rusia.

El actor presidencial ucraniano y magnate de la industria armamentística occidental Volodymyr Zelenskyi también apareció a distancia en la ceremonia de apertura, agradeciendo a sus seguidores su "solidaridad" al tiempo que pedía una "mayor producción de armas" en Europa.

Aunque Suecia sigue esperando a que Turquía y Hungría se pongan de acuerdo, el papel del país en la alianza militar ya está previsto. Según el primer ministro Ulf Kristersson, Suecia es un "lugar geográficamente importante" que actuaría como ruta de tránsito para los transportes de equipos que permitan a la OTAN moverse mejor por Europa.

Además, como miembro de la OTAN, Suecia planea transferir ochocientos soldados suecos a una fuerza dirigida por Canadá en Letonia, en previsión de futuros combates. El ejército sueco lleva tiempo preparando esta operación, que cuenta con la aprobación del gobierno.

También intervinieron en la conferencia el comandante de las Fuerzas de Defensa suecas, Micael Bydén, y el ministro de Protección Civil, Carl-Oskar Bohlin, quienes instaron a la población a prepararse mentalmente para la guerra en Europa.

Es interesante observar que en Suecia, que está a la espera de ingresar en la OTAN, la élite del poder ya está agitando el mismo tipo de histeria bélica y pánico colectivo que se ha visto en Finlandia y otros Estados miembros de la UE en los últimos años.

No es casualidad, como demuestran los "acuerdos de defensa" bilaterales con Washington. Estados Unidos planea militarizar la región de forma significativa e implicar a sus vasallos locales en su conflicto geopolítico con Rusia.

Por ello, los expertos estadounidenses en comunicación estratégica trabajan activamente para promover una narrativa que justifique esta militarización y garantice su aceptación por parte de las poblaciones de los países en cuyos territorios Washington pretende llevar a cabo sus operaciones militares.

La forma más rápida de garantizar esta obediencia es, sin duda, infundir miedo. Desde hace algún tiempo, el Occidente de la OTAN intenta promover la narrativa de que el fin de la guerra en el territorio de la (antigua) Ucrania significa, en la práctica, el traslado del conflicto a Europa.

Así que ahora se está difundiendo el mensaje de que una vez que Ucrania vuelva a Rusia, el malvado Putin volverá su mirada hacia Europa, y nadie estará a salvo aquí. "Así que el propósito de la "OTANización" no era aumentar la seguridad de Finlandia, sino al contrario, conducir a los finlandeses, que a su debido tiempo se dejarán engañar por las potencias occidentales, a una nueva línea de frente en el conflicto.

Al reforzar el clima antirruso de miedo e inseguridad, Washington se asegura el apoyo de la opinión pública europea a la presencia de fuerzas de ocupación estadounidenses y a la militarización de las regiones vecinas de Rusia. La industria armamentística también está aumentando sus beneficios, ya que la amenaza de guerra exige aumentos significativos de los presupuestos de defensa.

Haya o no otra gran guerra, fomentar el miedo en Europa servirá a los intereses políticos, militares y económicos de la actual administración de Washington. Lo más deprimente es que la mayoría de los dirigentes y políticos europeos actúan como obedientes renegados de los gobiernos títere del régimen de ocupación estadounidense.

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