Estamos en pleno siglo XXI y pensamos, creemos y sentimos que el anacronismo del colonialismo pertenece a un pasado inhumano, que esa barbarie ya ha sido superada en la historia. No, el salvajismo del colonialismo aún existe en nuestro tiempo histórico. Y ese régimen colonial, es mucho más poderoso que tu país o, mejor dicho, tu país se somete y arrastra a ese férreo anacronismo colonial.
El régimen colonial denominado Israel que se impuso en 1948 en Palestina, nace en Europa, y por ende es europeo. El crítico literario palestino Edward Said, manifestaba: Esto no es un conflicto milenario, esto es un conflicto contemporáneo y se materializa después de la Segunda Guerra Mundial. Este conflicto no nació en el Medio Oriente, este conflicto nació en Europa.
El sionismo al igual que las Cruzadas nace en Europa; tal vez sean los dos únicos colonialismos que no provienen de un pueblo, como en el clásico colonialismo, sino de movimientos religiosos o instrumentalización religiosa Eurocentrista.
Si la trilogía monoteísta religiosa judeo-cristiana-musulmana nace en el Levante o civilización semita (herencia de lo que es hoy el universo árabe), eso no hace necesariamente a los distintos profesantes en el mundo de esas respectivas doctrinas en semitas. Imaginémonos a los más de dos billones de cristianos solicitar derechos históricos en Palestina o los 210 millones de musulmanes indonesios reclamar derechos históricos en la Península Arábiga.
Ahora europeos de confesión religiosa judía se asumen como semitas. Conocidos como los europeos askhenazi, es decir el judío europeo. De allí nace el movimiento fascista-colonial, el proyecto de fabricar un Estado-nación para los judíos. Son europeos étnicamente khazaros, sajones, galos, germanos eslavos, escandinavos, caucásicos, vikingos, no semitas.
Los que se expandieron en el mundo no fueron ni los judíos, ni los cristianos, ni los musulmanes. Lo que se expandió en el mundo fueron las respectivas religiones. Las doctrinas fueron adoptadas, impuestas, incorporadas por los pueblos del mundo.
El judaísmo, el cristianismo, el Islam, no son pueblos. Un Estado-nación de la religión judía, ¿y dónde quedan nuestros valores seculares?
Ahora toda la historia, mito, leyenda, todo el pasaje, versículos de las escrituras sagradas, son referente de esos semitas, nativos de esas tierras. Son de ese suelo semita. Los judíos semitas forman parte de la historia del Levante, pero no esos judíos askhenazi, que no son semitas. Cuando el eslavo fascista colonizador de Mileikowsky (Netanyahu), evoca los épicos pasajes religiosos judíos como si fuera de sus ancestros, esto no es más que la falsificación de la historia. Ser judío no hace de esos Askhenazi semitas.
Es triste tener que explicar lo anteriormente dicho, pero existe un ilustrado eurocentrismo que los ha convertido en ineptos. Es una ilustrada ineptitud eurocéntrica, incluida la izquierda que a la postre beneficia al fascismo colonial sionista.
El poderoso movimiento fascista-colonial sionista europeo logró imponer su entidad colonial en Palestina. Te vendieron ilustrativamente que es un conflicto religioso, milenario, todo un espectáculo abstracto y un éter para ocultar la naturaleza colonial de ese fraude moral eurocéntrico denominado Israel.
El proyecto Colonial no se limita a la Palestina Histórica, es también expandirse al Líbano, Siria, Irak, Jordania, Egipto y Arabia Saudita, del Nilo al Éufrates, la gran Israel. De hecho ese colonialismo no posee una Constitución Nacional para no definir sus líneas fronterizas…Todo el mundo árabe y persa está amenazado.
Te vendieron y te embriagaron que es un conflicto religioso, milenario y toda la cosa abstracta. Árabes antisemitas, musulmanes antisemitas. Musulmanes enemigos de la democracia. Musulmanes enemigos de la mujer. Salvajes antioccidentales…Te vendieron que ese “Israel” está rodeado de bestias árabes.
Todo lo anterior para ocultar la naturaleza de un fascismo colonial, para ocultar el exterminio de un pueblo nativo semita que lleva más de 11.000 años en la luz de la historia de la humanidad.
Entre los humillantes Acuerdos de Oslo, hasta las puercas normalizaciones de traidores jefes de tiranías árabes, yacía la sepultura de la causa palestina. Y como dice un activista palestino: tenemos experiencia en resucitar…
Sabemos bien que el colonialismo necesita los recursos naturales en Gaza y para ello necesita expulsar a la población nativa palestina. A su vez es sabido que la gran pesadilla de ese colonialismo es el factor demográfico, donde la población nativa se ha multiplicado como método de sobrevivencia frente al exterminio que ejerce su colonizador.
Es el momento de resucitar la Causa Palestina. Es el momento de hablar en términos de la liberación del pueblo nativo semita palestino.
Es el momento de hablar del fin del colonialismo eurocéntrico israelí.
Aquí no se trata de abolir al gobierno del fascista colonial de Netanyahu. No. Aquí de lo que se trata es de abolir al régimen colonial de Israel.
No nos confundamos, no nos perdamos. Es el fin de la existencia del colonialismo.
Así como fueron abolidas las Cruzadas, la esclavitud, el nazismo, el régimen colonial de Israel debe ser abolido.
Lamento escuchar voces de la izquierda que condena la barbarie del colonialismo israelí, pero al mismo tiempo sostiene que “Israel” tiene derecho a existir. Esto no es nada sano, intelectuales de sofá.
Lamentable escuchar gente de la izquierda condenar a Hamas. Hamas lucha por la independencia de su pueblo frente al colonialismo.
Me decía un amigo que existe una solidaridad con el pueblo palestino, en calidad de pueblo víctima, pero cuando ese pueblo irrumpe, se revela, haciendo uso de la lucha armada, entonces es condenado.
No es desde el confort occidental desde donde se debe ordenar a los palestinos cómo deben luchar. Son los palestinos quienes deben decidir cómo van a luchar. Que tu confort y cobardía no sean las fuentes que dictaminen el concepto de paz.
La visión y misión histórica de los pueblos nativos frente al colonizador es combatirlos.
El fin del colonialismo israelí es el fin del imperialismo estadounidense. Estados Unidos perdería todo el control en el Medio Oriente y subsecuentemente Europa.
La población que porta el gentilicio israelí pasaría a portar el gentilicio nativo palestino. No se trata de expulsar a nadie. Y eso es Palestina liberada.
La paz es una matemática que se sostiene en la justicia y la justicia es el fin del colonialismo.
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