Una mirada no convencional al modelo económico de la globalización, la geopolítica, y las fallas del mercado
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miércoles, 8 de abril de 2020
La economía mundial en picada
Si bien la economía mundial se encontraba fuertemente debilitada por la guerra comercial iniciada por EEUU, el tiro de gracia ha sido la pandemia del coronavirus que arrastra al mundo a una devastadora recesión de impredecibles consecuencias. Los temores aumentan a medida que el virus cobra más víctimas haciendo que la recesión sea mucho más profunda y duradera de lo que inicialmente se temía, y los gobiernos intensifican las restricciones de movilidad para detener la propagación de un virus que se ha cobrado más de 80 mil muertes y 1 millón 450 mil contagios. Mientras la interacción humana siga siendo peligrosa, la actividad económica no puede volver a la normalidad de manera responsable. La pandemia actual se perfila como la inmersión más profunda registrada en los últimos 100 años, y posiblemente en toda la historia humana.
Las cifras de pérdida de empleo en EEUU durante marzo, muestran que los empleadores redujeron la fuerza laboral en 710.000 personas. Este es el comienzo de lo que se perfila como el colapso más profundo del mercado laboral desde la Gran Depresión de 1929, con la diferencia de se está produciendo a un ritmo mucho más rápido. Estos datos son una subestimación significativa porque se basan en encuestas realizadas en las dos primeras semanas de marzo, antes de que se establecieran cierres generalizados. Desde entonces, unos 6 millones de personas solicitaron prestaciones de desempleo. La Oficina de Estadísticas Laborales (BLS) señaló que el informe refleja "algunos de los primeros efectos de la pandemia", y que no era posible "cuantificar con precisión" sus efectos completos hasta el momento, da la gran velocidad con que se propaga la crisis. Se han perdido más puestos de trabajo que en cualquier momento desde los peores días de la recesión de 2007-2009.
Las previsiones de Oxford Economics son que Estados Unidos habrá perdido 27,9 millones de puestos de trabajo para mayo y la tasa de desempleo se habrá disparado hasta el 16 por ciento. Esto significa que en el espacio de sólo unas semanas toda la expansión del empleo de los últimos 10 años habrá sido eliminada. Este rápido aumento del desempleo en Estados Unidos es expresión del desplome de la economía mundial en una profunda recesión. La pandemia del coronavirus y la cuarentena impuesta a ambos lados del Atlántico han empujado a la economía mundial a la caída más profunda desde la Gran Depresión de los años 30.
Los datos PMI en toda Europa han disminuido 20 puntos, lo que indica que los niveles de actividad empresarial están por debajo de los alcanzados en la peor etapa de la crisis financiera mundial de 2008-09. El PMI en Italia alcanzó el nivel histórico más bajo registrado con 17,4. Al hablar en una presentación conjunta en televisión con la Organización Mundial de la Salud, la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva, señaló: "Esta es una crisis como ninguna otra. Nunca en la historia del FMI hemos sido testigos de un retroceso tan grande en la economía mundial. Es mucho peor que la crisis financiera mundial".
La caída de los precios del petróleo y de las materias primas es otro factor importante en la crisis, ya que los productores de América Latina y África han visto una caída de los precios desde los 70 dólares el barril a los 20 dólares actuales (con temores de que llegue a 15 dólares el barril). Y los recortes de empleo en restaurantes, bares, cines y la industria hotelera de las principales economías están enviando ondas de choque en todo el mundo. Una gran parte de la fuerza de trabajo en estas zonas son trabajadores nacidos en el extranjero que envían remesas a sus familias en sus países de origen en América Latina, África, Asia y Oriente Medio. Estas remesas se están secando, poniendo una nueva presión sobre las reservas de divisas.
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