Páginas

viernes, 6 de marzo de 2020

La cripto que podría acabar con la hegemonía del dólar

La hegemonía del dólar estadounidense está cada vez más en duda y el resto de los países está buscando una alternativa para dejar utilizar a una moneda nacional como el dólar para transacciones internacionales pero, ¿cuál puede ser esta solución?


Gustavo Godoy, CoinTelegraph

Los acuerdos de Bretton Woods, la cotización en dólares del petróleo y el comercio global desregulado han consolidado el dominio del dólar estadounidense como la principal moneda de reserva y la referencia monetaria a nivel internacional. El dólar es usado en más del 80% de las transacciones mundiales y representa alrededor del 60% de las reservas globales. Eso se llama la hegemonía del dólar estadounidense. Esto le da muchas ventajas al país emisor, pero ciertas desventajas al resto de los países. El surgimiento del dólar como la moneda dominante nació gracias a las guerras mundiales. Después la Segunda Guerra Mundial, Europa quedó destrozada y Estados Unidos contaba con casi el 50% del producto interno bruto mundial, un sector industrial pujante y un enorme poder militar. Sin embargo, el mundo ha cambiado mucho desde entonces. Ya no existe un solo superpoder, la era bipolar ha muerto. Estamos viviendo una etapa multilateral, multipolar, y las naciones están cuestionando la posición del dólar. Bitcoin todavía no está entre las propuestas que se han planteado. Sin embargo, una criptomoneda global respaldada por todos los bancos centrales del planeta podría ser una solución. ¿Es posible?

La conferencia realizada hace 75 años en el hotel Bretton Woods en Nueva Hampshire, Estados Unidos, estableció el orden económico mundial que tenemos hoy. Es cierto que en 1971 el presidente estadounidense Richard Nixon rompió con muchos de los acuerdos firmados ahí, pero en términos generales todavía vivimos bajo la sombra de Bretton Woods. El dólar abandonó el patrón oro para convertirse en una moneda fíat. Sin embargo, a pesar de ese cambio, el dólar sigue mantenido su poder. El Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial se crearon durante esos días de Bretton Woods. Y el sistema que usa al dólar como referencia aún está en plena vigencia. Antes del dólar, se utilizaba mucho el oro y la libra esterlina como moneda de reserva. Pero ahora el dólar es rey. Claro que ha perdido algunos espacios. El euro, el yen japonés y el yuan chino han surgido como alternativas. Sin embargo, todavía no han podido superar al dólar en importancia.

No todos están muy satisfechos con la dolarización del mundo, porque le otorga demasiado poder a los Estados Unidos. Por una parte, está el asunto de la deuda. Estados Unidos se endeuda en su propia moneda, mientras que los demás países se endeudan principalmente en dólares. También están los costos cambiarios. Muchas veces un país para poder comprarle a otro debe pasar innecesariamente por el dólar. Si, por ejemplo, Arabia Saudita le vende petróleo a Sudáfrica, la transacción se hace en dólares, dado que así lo definió Richard Nixon después de la crisis del petróleo de 1972 que vio nacer los petrodólares. El mundo está en la obligación de adquirir dólares para poder funcionar. Es por eso que Estados Unidos tiene una balanza comercial negativa, un déficit gigantesco y una deuda enorme, pero no pasa nada. Es más, otro país con unos libros así estaría en graves problemas, pero Estados Unidos es un país muy próspero. Se podría decir que es el banco central del mundo con derechos de señoreaje y obviamente esto es una gran ventaja. Esta situación se ha tolerado por mucho tiempo, porque el dólar ha logrado mantener su fuerza. Sin embargo, después de la crisis del 2008, eso se está poniendo cada vez más en duda y se están buscando alternativas.

Muchos han discutido de la posibilidad de implementar otras monedas como moneda de reserva mundial. Y algunos países han acordado realizar transacciones utilizando sus monedas locales directamente. China ha sido uno de los países con mayor interés en romper con la hegemonía del dólar. Pero los chinos no están solos. Estos acuerdos, que buscan evitar el uso del dólar, se han realizado primero de modo bilateral y luego de modo multilateral. Los diferentes bloques económicos han discutido mucho sobre esto. El bloque de países emergentes, BRICS, que juntos casi duplican el PIB de los Estados Unidos, ha criticado el rol del dólar y aspiran a algún tipo de reforma. Lo mismo pasa en los otros bloques. En Europa, por supuesto, se implementó el euro. Y el bloque Asiático, seguramente, se integrará mucho más en el futuro, y yo dudo mucho que utilicen el dólar para realizar sus transacciones. Incluso, el propio Fondo Monetario Internacional se vio presionado a encontrar una alternativa y creó un instrumento llamado Derechos Especiales de Giro (SDR, por sus siglas en inglés). El SDR representa una moneda global respaldada por una canasta de 5 monedas, el dólar estadounidense, la libra esterlina, el euro, el yen japonés, y el yuan chino. SDR es una moneda de unidad de cuenta solamente, pero se ha planteado la posibilidad de convertirla en un medio de intercambio y en una divisa reserva que sustituya al dólar. Dominique Strass-Khan, antiguo director del FMI, fue uno de los principales promotores de esta idea, pero el asunto se enfrió después de su renuncia en mayo del 2011 por una acusación de ataque sexual.

Por supuesto que esta idea de implementar una moneda neutral como moneda de reserva global no es nueva. Durante la conferencia de Bretton Woods, el economista John Maynard Keynes, como líder de la delegación británica, propone la implementación de una divisa internacional, el Bancor, respaldada por 30 mercancías básicas, una de las cuales sería el oro. La propuesta británica se rechazó y se adoptó la propuesta estadounidense. Sin embargo, la idea del Bancor tiene sentido. Es evidente que existe un conflicto de intereses entre los intereses nacionales y los internacionales para un país cuya moneda sirve como moneda de reserva mundial.

Muchos países están explorando la idea de crear una criptomoneda estatal. La idea ya se ha sugerido en Europa, pero también en otras partes. China anunció que su criptomoneda estatal pronto estará en circulación. Y seguramente otros seguirán sus pasos. Después de todo, el dinero fíat es dinero electrónico en su mayoría. Es lógico que ese dinero electrónico se actualice usando algunos aspectos de la tecnología blockchain por las ventajas que esta ofrece. Sería un cambio de forma, pero no de fondo. En algunos años, con toda probabilidad, todas las monedas fíat del mundo serán criptomonedas estatales. Entonces, es posible que eventualmente se implemente una especie de criptobancor. Es decir, una criptomoneda creada por las principales economías del mundo para que sea adoptada como moneda de reserva y acabar con la hegemonía del dólar.

¿Por qué no puede ser Bitcoin esta moneda de reserva? La posibilidad de que en estos momentos las principales economías del mundo en una mesa de discusión acuerden que Bitcoin será la nueva moneda de reserva del mundo es claramente nula. Pensar lo contrario sería la locura. Por otro lado, la posibilidad de que utilicen algunos aspectos de la tecnología blockchain para actualizar el sistema actual es obviamente mayor. No es descabellado pensar que podría surgir una criptomoneda estatal que se parezca mucho al proyecto Libra de Facebook. Criptobancor (para ponerle un nombre) tendría el poder sustituir al dólar. Estamos hablando de Libra, criptobancor y Bitcoin. ¡Vaya futuro! Las corporaciones vs los estados vs la gente: El eterna batalla de siempre.



1 comentario:

  1. Si se mete a los bancos en la solucion el problema se tendra mas de lo mismo, es como dice el refran "el perro huevero aunque le quemen el hocico".
    Se necesita una nueva moneda no para esconder el dinero robado o especular con ella los mismo bandidos de siempre.

    ResponderBorrar