Una mirada no convencional al modelo económico de la globalización, la geopolítica, y las fallas del mercado
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martes, 12 de marzo de 2019
La economía mundial en su menor nivel de crecimiento desde la crisis 2008-2009
La economía mundial se está debilitando ante el incremento de las incertidumbres, las tensiones comerciales y la madurez de un ciclo expansivo que podría estar llegando a su recta final. Las consecuencias de todos estos eventos comenzaron a evidenciarse durante 2018, año que ha dejado como resultado el ritmo de expansión más débil desde la crisis financiera global de hace una década. El crecimiento del PIB mundial en el cuarto trimestre de 2018 fue del 2,1% sobre una base anualizada, bastante por debajo del casi 4% que registró a mediados del año pasado. Si bien existe la posibilidad de que la economía encuentre un punto de apoyo y se detenga la desaceleración, el riesgo es que esta pérdida de impulso profundice más el deterioro. Los principales indicadores publicados por la OCDE muestran un desplome de la actividad en EEUU, Reino Unido, Canadá y la Eurozona en su conjunto, incluidos Alemania e Italia.
La OCDE advirtió este lunes los preocupantes signos de ralentización de la actividad económica en la mayor parte de sus países miembros, y que dentro de la zona euro esos signos son particularmente marcados en Alemania y en Italia. Para estos dos países, los indicadores compuestos avanzados que señalan por anticipado inflexiones en el ciclo económico cayeron en enero de forma significativa, 19 centésimas para Alemania y 9 para Italia, de forma que quedaron respectivamente en 99,38 puntos y 99,18 puntos, por debajo del nivel 100 que marca la media de largo plazo. Las señales de ralentización se continúan repitiendo en otros de los grandes países de la organización como Estados Unidos (su indicador cayó 23 centésimas a 99,05 puntos), Canadá (-15 centésimas a 98,85 puntos), Reino Unido (-17 centésimas a 98,41 puntos).
La semana pasada, la Oficina de Empleo de EEUU informó de que el empleo creció a su menor ritmo en más de dos años. Es posible que haya factores únicos a los cuales apuntar, pero la magnitud del resultado pone en el tapete la idea de que la economía pierde fuerza relativamente rápido. Esta semana, China estará en el centro de atención con la publicación de sus ventas minoristas, datos de inversión, crédito y producción industrial. Ayer también se confirmó que Turquía entró en recesión durante el último trimestre de 2018, la primera caída del PIB durante dos trimestres consecutivos en una década.
En Alemania, la producción industrial cayó inesperadamente en enero, aunque la revisión al alza del mes anterior anuló parte del pesimismo. Aún así, un índice de manufactura apunta a una caída prolongada y la producción ha registrado disminuciones interanuales durante tres meses consecutivos.
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