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martes, 20 de junio de 2017

El petróleo hacinado en buques cisterna en el mar alcanza máximos de 2017


Los operadores de petróleo están almacenando cada vez más crudo en el mar ante el constante crecimiento de la oferta en la región del Atlántico. Esto, sin duda, es una señal de que el mercado aún se encuentra lejos de encontrar el reequilibrio entre oferta y demanda que esperaba la OPEP el año pasado, cuando la organización se propuso reducir las reservas de oro negro a nivel mundial. El petróleo se hunde hasta mínimos de los últimos siete meses: el Brent pierde los 46 dólares.

La cantidad de petróleo almacenada en buques cisterna alcanzó 111,9 millones de barriles este mes, una cifra récord para 2017, según Kpler, una empresa que analiza este tipo de operaciones. Los volúmenes más grandes de petróleo almacenado están en el Mar del Norte, Singapur e Irán. Estas regiones representan la mayor parte del aumento, según los datos recogidos por Bloomberg.

La acumulación de crudo en el mar se está produciendo a pesar de que la Organización de Países Exportadores de Petróleo y otras 11 naciones, encabezadas por Rusia, rebajaron su producción. Desde que comenzó el año, esos países trataron de recortar casi 1,8 millones de barriles por día del mercado, pero el mayor bombeo de crudo en EEUU y África, junto a un crecimiento de la demanda lento en Asia han ayudado a hacer casi inapreciables los esfuerzos del cártel.

Como resultado de este superávit persistente en el mercado, los precios del petróleo al contado están bajando más que el crudo que se negocia para entregas a futuro. Este tipo de estructura, llamada contango, puede también incentivar a los operadores a almacenar el petróleo en busques cisterna para su posterior entrega. No obstante, los datos recopilados por Bloomberg y E.A. Gibson Shipbrokers señalan que todavía no se ha llegado a esa situación. Por ahora, los operadores están intentando colocar el petróleo en cuanto surge la ocasión, pero el problema es que hay demasiado crudo dando vueltas.

Este mes, Royal Dutch Shell está volviendo a vender crudo de la zona de Forcados, en Nigeria, que ha estado fuera de servicio durante más de un año tras un ataque de guerrilleros contra un oleoducto submarino. Ahora se anticipa que las exportaciones de Forcados promediarán unos 285.000 barriles por día en agosto, lo que podría disparar la producción de Nigeria.

Además, el campo petrolífero más grande de Libia, Sharara, retomó la producción tras varias interrupciones, y hoy ya se extraen de ahí unos 270.000 barriles por día, el nivel previo a las interrupciones, según la estatal National Oil. La producción libia es la más fuerte desde 2013 y se prevé que aumente algo más en los próximos meses.

En EEUU, la extracción de crudo se encuentra en una tendencia ascendente desde octubre de 2016: el mes pasado alcanzó los 9,34 millones de barriles por día, el nivel más alto desde agosto de 2015.

Dentro de EEUU cabe destacar la fortaleza del shale, que en julio alcanzará los 5,475 millones de barriles diarios, de los que 2,470 saldrán de la famosa Cuenca Pérmica, que es con diferencia la región que más barriles suma cada mes al cómputo total, según el informe de junio de la EIA que analiza el rendimiento de las regiones más importantes en la producción de shale en EEUU.

Por otro lado, el número de plataformas de perforación activas ha crecido durante 22 semanas consecutivas, un récord, que podría prolongarse a medida que los productores de shale cumplan con sus planes de expansión, según datos de Baker Hughes. Además, las exportaciones estadounidenses de crudo rompieron otro récord con 1,1 millones de barriles exportados por día en febrero.

Las reservas de crudo en el Mar del Norte probablemente no se consumirán a corto plazo si no se imponen fuertes descuentos para los clientes de Asia. "Los informes sobre el comercio en la zona señalan que las compras de las refinerías asiáticas han estado 'dormitando' en las últimas semanas, aunque podrían comenzar a despertar en próximas semanas", según comenta en una nota de investigación David Martin, analista de JPMorgan Chase.

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