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domingo, 12 de febrero de 2017

Fitch Ratings advierte que Trump es un gran riesgo para la economía mundial

Roberto González Amador, La Jornada

Las primeras semanas de la administración de Donald Trump han sido más que de retórica. El presidente estadounidense representa un riesgo de escala global para las condiciones económicas y la solvencia de los gobiernos. Y, en ese entorno, México es uno de los cinco países que más problemas afronta: por la relación comercial, el flujo de capitales desde esa nación, los límites a la migración y las remesas, consideró Fitch Ratings.

Los principales riesgos para la calificación a la solvencia de los países incluyen la posibilidad de cambios perjudiciales en las relaciones comerciales, la disminución de los flujos internacionales de capital, los límites de la migración que afectan las remesas y la confrontación entre dirigentes políticos y funcionarios estadounidenses que contribuyen a la volatilidad de los mercados financieros, apuntó la firma este viernes.

La materialización de esos riesgos afectaría el crecimiento económico y añadiría presión a las finanzas públicas de los países, comentó.

El riesgo económico y financiero de la retórica y las medidas anunciadas por el nuevo gobierno estadounidense es global, como mencionó Fitch. Pero, por ahora, cinco países los que más han quedado expuestos a la forma de conducir el gobierno del empresario inmobiliario y presentador de televisión.

Los países que corren mayor riesgo de sufrir cambios adversos en los fundamentos de la calificación de solvencia son aquellos con estrechos vínculos económicos y financieros con Estados Unidos que están bajo escrutinio debido a desequilibrios financieros existentes o a percepciones de prácticas injustas en sus relaciones bilaterales, añadió.

Canadá, China, Alemania, Japón y México han sido identificados explícitamente por la administración estadounidense como naciones que han tenido arreglos comerciales o políticas cambiarias que merecen atención, pero es poco probable que la lista termine allí, agregó.

De hecho, recordó que el cambio de estable a negativa en la perspectiva de calificación de la deuda de México, en diciembre pasado, reflejó en parte una mayor incertidumbre económica y la volatilidad de los precios de los activos financieros tras la elección estadounidense del 8 de noviembre.

El gobierno de Washington ha abandonado el Acuerdo Transpacífico, confirmado una renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (que incluye a Estados Unidos, Canadá y México), reprendido y amenazando con sanciones a compañías estadounidenses que invierten en el extranjero y acusado a algunos países de manipular el tipo de cambio para sacar ventaja comercial, enumeró Fitch.

El impacto total de esas iniciativas no se conocerá por algún tiempo y dependerá de las negociaciones entre múltiples partes y acontecimientos imprevistos. En pocas palabras, mucho puede cambiar, pero el tono agresivo de la retórica de la administración estadounidense no presagia un fácil periodo de negociación ni sugiere que haya mucho margen para el compromiso, aseguró.

La forma en que hoy están integradas las cadenas de suministro globales, en particular en la producción de bienes manufacturados, implica que acciones tomadas en Estados Unidos (por ejemplo, para llevar a ese país plantas automotrices) limitarán los flujos comerciales de algunos países, con efecto en cascada sobre otros, planteó.

En tanto, los controles de inmigración más estrictos y las posibles deportaciones podrían tener efectos significativos en los flujos de remesas, dado que Estados Unidos tiene la población de inmigrantes más grande del mundo, expuso Fitch. Datos del Banco Mundial confirman que Estados Unidos y México comparten el mayor corredor global de migración y cuentan con los mayores flujos bilaterales de remesas.

A la vez, los países que reciben inversión directa de Estados Unidos corren el riesgo de ser objeto de medidas comerciales punitivas. La lista de éstos es larga, debido a que las compañías estadounidenses representan casi un cuarto del inventario de inversión extranjera directa mundial. Las naciones con el mayor volumen de inversión estadounidense en manufactura son Canadá, Reino Unido, Países Bajos, México, Alemania, China y Brasil, mencionó Fitch.

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