Una mirada no convencional al modelo económico de la globalización, la geopolítica, y las fallas del mercado
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domingo, 24 de julio de 2016
Etno-geopolítica de Niza a Múnich: la migración en picota
Alfredo Jalife-Rahme, La Jornada
El choque de civilizaciones, de Samuel Huntington, anterior ideólogo del Consejo de Seguridad Nacional de EEUU (http://goo.gl/QXOfrE), prosigue su programada marcha. Siete meses de atentados en un mundo caótico: desde noviembre de 2015 en París (http://goo.gl/VDFLpm), pasando por Bruselas en marzo de 2016, hasta Niza el simbólico 14 de julio, donde un franco-tunecino mató con un camión a 84 personas (incluidos 30 musulmanes): acto execrable reivindicado por yihadistas.
Pesa mucho la etnogeopolítica en la era de las masivas migraciones, propiciadas tanto por el outsourcing (deslocalización) de la globalización desregulada como por las guerras de la OTAN y Wall Street/la City. Después del atentado de Niza comenté que ya no existía un lugar seguro en Europa (https://goo.gl/js2nN0) y (https://goo.gl/kHoH99).
Hoy el terrorismo yihadista se ha vuelto una cama de agua, cuando las guerras de la OTAN en varios puntos del gran Medio Oriente compactaron a los pletóricos refugiados, quienes, por supervivencia, han fluido a Europa por cielo, mar y tierra, y entre quienes se han insertado los yihadistas.
Días antes al atentado en Niza, el director del espionaje interno galo (la DGSI), Patrick Calvar, alertó sobre la intensificación más sofisticada de los yihadistas: la máxima amenaza son quienes han combatido en Siria e Irak, como ejemplo de quienes atacaron el Bataclan, y cuyo número en Francia “es de 400 a 500 (http://goo.gl/Hs5Rfr)”.
De los 66 millones de franceses, 10 por ciento es de religión islámica y constituye 15 por ciento de París, de 2.2 millones. La otrora bucólica Niza, con 342 mil habitantes, ostenta un número significativo de musulmanes, por lo que aportó una de cada tres víctimas del atentado ciego (http://goo.gl/ZttLyW). Fenómenos migratorios paralelos de la globalización: mientras Los Ángeles se mexicaniza, Marsella se islamiza (http://goo.gl/3qNnmI).
Alemania –inmersa en la polémica política de Obama contra Rusia y el Islam– se había salvado de ser el objetivo de un atentado. Ya se había dado un aviso con los hachazos del joven afgano de 17 años en un tren alemán en Baviera, lo cual desnudó la vulnerabilidad de los servicios de seguridad. De los casi 81 millones de habitantes en Alemania –con 36 instalaciones militares de EEUU–, existen en su seno 4 millones de musulmanes, cuyo 63.2 por ciento es de origen turco. Múnich, capital de Baviera, con 1.4 millones de habitantes, cuenta con 300 mil musulmanes.
Financial Times (FT) da mucho vuelo al refugiado afgano de 17 años, quien formó parte de los 68 mil “menores sin compañía (http://goo.gl/XieoCm)”: refugiados de la guerra y la pobreza de lugares como Siria, Irak y Afganistán que viven en Alemania y son proclives a todo género de peligros, incluyendo la radicalización.
Se considera que 7 por ciento de todos los migrantes –casi 96 mil menores de 18 años– forman parte de esta categoría sui generis. Los yihadistas señalaron al joven afgano como uno de sus soldados, aunque no existe evidencia de vínculos directos, según la policía alemana. Según FT, el incidente fue inmediatamente capturado por los alemanes de extrema derecha, quienes han presionado a Ángela Merkel para endurecer su política de refugiados.
David Ali Sonboli, alemán-iraní de 18 años, nacido y educado en Múnich, en tratamiento siquiátrico por depresión, mató en el icono estadunidense McDonald‘s a nueve personas, entre ellos siete extranjeros: tres albaneses de Kosovo, tres turcos y un griego, lo cual subsume la tragedia genealógica y ontológica de los refugiados (http://goo.gl/QVRkf5)
El juvenil multihomicida germano-iraní, que resultó un lobo solitario, fue inspirado –palabra de moda acuñada por Stratfor, la CIA de los empresarios (http://goo.gl/lQ4MNm)– por el noruego Anders Breivik, quien hace exactamente cinco años liquidó a 77 personas (https://goo.gl/ocEldJ).
Los medios israelíes de fácil gatillo desinformativo se aprovecharon en forma perversa del origen iraní del juvenil multihomicida para inventar, como The Times of Israel, que había sido inspirado por los yihadistas (http://goo.gl/nL3V0x).
En entrevistas inmediatas tras el atentado de Múnich (https://goo.gl/tR09Fg, https://goo.gl/Rvgp9J y https://goo.gl/dynSTE), comenté que, más allá de la presunta autoría (real o montada), lo relevante radicaba en la percepción de los 81 millones de alemanes, quienes presionarán en un mismo sentido antimigratorio y por la abolición del espacio Schengen (supresión de controles fronterizos entre 26 países europeos), cuya quintaesencia lo constituye el Brexit (http://goo.gl/5bVfnB), al unísono de la erección de murallas mancilladas con xenofobia, islamofobia y racismo.
Se gesta la repelente israelización –Estado racista policiaco/orwelliano/ apartheid de guetos yuxtapuestos, murallas, paranoia masiva, ciberespionaje, guerras permanentes, etcétera, de las civilizadas sociedades europeas.
Más allá de la generosidad y tolerancia de Alemania para la recepción de los migrantes, se subsume la necesidad de integrar a la fuerza laboral de la superpotencia geoeconómica teutona a los desempleados migrantes juveniles, de un promedio de edad de 25 años, en su sociedad canosa (con 46.5 años en promedio), común denominador demográfico de la Unión Europea.
En mi conferencia de este año en el ayuntamiento de la ciudad de Mérida, Yucatán (https://goo.gl/kuxUF3), abordé la Crisis de la migración a Europa, donde una serie de murallas –desde Bulgaria hasta la frontera de Hungría con Rumania, Serbia y parte de Croacia–, con severos controles fronterizos, ponían en la picota la política migratoria y el espacio Schengen.
No es gratuita la selección de Alemania como principal centro de recepción, donde se registraron 1.1 millones de refugiados en 2015 (http://goo.gl/T4dPOj).
Llama profundamente la atención que más de 50 mil migrantes provinieran de Albania en 2015 (http://goo.gl/agY92v). Tres de los acribillados en el McDonald’s de Múnich eran albaneses de Kosovo: nueva república secesionista apuntalada por la OTAN en los incandescentes Balcanes.
No es lo mismo la seducción geoeconómica de Alemania, con 46 mil 200 dólares de PIB per cápita, que Albania (3 millones de habitantes), país de mayoría islámica sunita (57 por ciento), con 11 mil 400 dólares de PIB per cápita, lo cual en su conjunto epitomiza una genuina ósmosis demográfico-migratoria.
Lamentablemente, Europa hoy cosecha lo que sembró con su múltiples guerras en el gran Medio Oriente desde la década de los ochenta en Afganistán, donde fueron gestados los muyahidines hollywoodenses de Rambo: antecesores de los yihadistas postmodernos) –luego en Irak/Siria, Libia, Mali, etcétera–, además de su imposición de la perniciosa desigualdad con asfixiante austeridad mediante su tóxica globalización desregulada, como comenté en mi entrevista a Russia Today (https://goo.gl/q6ax2q).
La biología se cobra a largo plazo las facturas cortoplacistas de las guerras geofinancieras/etno-geopolíticas de sus hijos insensatos, quienes carecen de visión holística del futuro y no aprenden de las desgra-cias del pasado.
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