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jueves, 10 de marzo de 2016

El BCE baja los tipos de interés al 0% y comprará también deuda corporativa

Draghi ha desenfundado el bazooka, retomando el tipo de munición que ya empleó en 2014 y sorprendiendo al mercado con su contundencia, en lo que se podría considerar la tercera versión del "hacer lo que sea necesario". Es decir, lo ha hecho a lo grande: rebaja de tipos, inmersión mayor en los tipos negativos por aparcar el dinero en el banco, ampliación del programa de compra de activos (tanto en volumen como en tipo) y, sobre todo, una nueva barra libre de liquidez que podría significar que el Banco Central Europeo (BCE) pague a las entidades financieras que aumenten el crédito.

En concreto, el BCE ha decidido bajar los tipos de interés al mínimo histórico del 0% (aunque el presidente del BCE antes hubiera dicho que el 0,05% era el límite) y ha bajado el interés de la facilidad marginal de crédito al 0,25% (desde el 0,3%) y ha rebajado también más la tasa sobre los depósitos (el dinero que la banca aparca en la institución) hasta el -0,4%, desde el -0,3% anterior.

Eso sí, el presidente del banco central ha puntualizado que "el Consejo de Gobierno espera que los tipos de interés permanezcan a estos niveles o más bajos durante un largo periodo de tiempo y bien pasado el horizonte de nuestras compras de activos". Bajo sus previsiones, "no anticipamos que sea necesario reducir los tipos más", aunque ha recalcado que "no se ha quedado sin munición" y tiene más herramientas no convencionales a su disposición.

Amplía el programa de compras

Más allá de los tipos, la institución amplía programa de compras de activos, la denominada flexibilización cuantitativa o QE por sus siglas en inglés, con la inclusión de deuda corporativa con grado de 'inversión'. Es decir, comprará todo tipo de bonos corporativos de empresas no financieras con la excepción de los calificados como 'bono basura'.

Esta nueva serie de activos permitirá ampliar hasta los 80.000 millones de euros mensuales el programa de estímulo, según ha explicado en un comunicado. Este nuevo incremento se comenzará a ejecutar ya desde abril de este año. Esto supone 20.000 millones más de euros al mes para la compra de estos activos. "Este programa estará activo hasta finales de marzo de 2017, aunque se podría prolongar todo lo que sea necesario", ha añadido el presidente de la institución monetaria.

El banquero italiano ha asegurado que el BCE "seguirá vigilando muy de cerca los precios en los próximos meses" y Draghi ha vuelto a señalar que el BCE tiene que hacer todo lo que pueda por llevar de nuevo la inflación a los objetivos marcados por la institución monetaria.

"El bajo precio del petróleo debería dar mayor apoyo a los consumidores y a las empresas", lo que a su vez también afecta de forma negativa a los precios, ha señalado Mario Draghi. No obstante, la política monetaria seguirá ayudando "manteniendo los tipos extraordinariamente bajos durante todo el tiempo que sea necesario".

Pagar por incrementar el crédito

Por otro lado, también iniciará una nueva serie de cuatro operaciones de refinanciación a largo plazo (TLTRO II), cada una con un vencimiento de cuatro años, y se celebrarán en junio, septiembre, diciembre de este año, siendo la última en marzo de 2017.

El tipo que se aplicará a estas operaciones será el tipo principal de refinanciación que esté vigente en ese momento en el BCE, ahora mismo en el 0%, pero para los bancos que incrementen el crédito podría llegar a aplicar hasta el -0,4% al que se sitúa actualmente la tasa de depósito. Es decir, el banco central pagará a las entidades que incrementen el crédito. Es decir, el BCE dará un trato especial a las entidades que den crédito a la economía real, a diferencia de otras entidades que se centran en otro tipo de operaciones.

Esta barra libre estará limitada al 30% del total del crédito concedido por la entidad a empresas no financieras y hogares, excluyendo las hipotecas. "Un banco que sea muy activo a la hora de conceder préstamos a la economía real puede pedir prestado más que un banco que se concentre en otras actividades", especificó Draghi.

El banquero italiano tampoco ha dudado en señalar que las reformas estructurales se han ralentizado, lo que a la postre puede afectar al crecimiento del PIB. "Se están revisando los crecimientos futuros de la Eurozona a la baja, los riesgos del crecimiento global están aumentando junto con los riesgos geopolíticos".

Para que la política monetaria funcione, es necesario que las políticas fiscales y de reestructuración deben ayudar para que las medidas tomadas por el BCE logren un funcionamiento óptimo. "Se deben seguir implementando reformas estructurales que beneficien a la productividad, hay que acelerar las reformas a la vez que las políticas fiscales también deben apoyar al crecimiento económico".

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