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miércoles, 30 de septiembre de 2015

Las 6 empresas que alguna vez fueron de todos los chilenos

Mauricio Becerra, El Ciudadano

El paisaje cotidiano del Chile actual dominado por las grandes corporaciones esconde el hecho que todas estas eran empresas de patrimonio público creadas durante décadas con el esfuerzo de todos los chilenos. La privatización realizada durante la dictadura militar de estas empresas estatales es uno de los hechos más aberrantes de nuestra historia. Además, estas privatizaciones se hicieron a precios de liquidación y con préstamos estatales. Esto convirtió en grandes magnates a los amigos directos de Pinochet, así como a los partidarios de ese régimen opresor.

Entre 1973 y 1990 fueron privatizadas 725 empresas y activos de CORFO, proceso apresurado tras la derrota de Pinochet en el plebiscito de 1988. Según informes de la Contraloría y de la Cámara de Diputados, gran parte de las empresas fueron enajenadas a un precio inferior a su valor, lo que implicó grandes pérdidas patrimoniales para la propiedad pública. Un cálculo parcial detalla que hubo una pérdida de más de 2 mil millones de dólares sólo entre 1978 y 1990, por tan sólo 30 empresas de todas las rematadas. A su vez, quienes eran funcionarios de la dictadura, usando préstamos del mismo Estado, se convirtieron en los dueños del Chile de hoy. Muchas de estas empresas gobiernan dimensiones importantes de nuestra vida cotidiana. Aquí revisamos sólo seis de estas empresas

ENTEL

Creada en 1964 para las telecomunicaciones internacionales, en 1986 se inició su privatización. Actores claves de este proceso fueron los funcionarios de la CORFO Juan Hurtado Vicuña y Eduardo Fernández León, quienes terminaron como sus principales accionistas. En 2000 vendieron un porcentaje a la italiana Telecom, que pagó más de 900 millones de dólares, de los cuales 470 millones fueron al bolsillo de Hurtado Vicuña. Hoy la empresa es controlada por el mismo par Hurtado-Fernández y la familia Matte, propietaria principal. En su directorio figuran Bernardo Matte Larraín y Richard Büchi Buc, entre otros. El gerente general es Antonio Büchi Buc. Hace pocos días se supo que financian al senador Jaime Orpis (UDI) con dos boletas que dan cuenta del pago de Entel a una asesora del parlamentario que suman $10 millones.

CHILECTRA

Creada en 1921 y nacionalizada en 1970 por el gobierno de Eduardo Frei Montalva. En 1982 llega a la gerencia de la estatal el ingeniero José Yuraszeck, quien en 1987 conforma Chispitas, una sociedad de papel que juntó dinero vendiendo acciones a los propios trabajadores de la empresa, que se creyeron el cuento del capitalismo popular. El mismo año asume como presidente de la compañía José Piñera, arquitecto de la legislación laboral y las AFP. El dinero de los trabajadores que se creían accionistas, sirvió de garantía para un préstamo del Banco del Estado de 10 veces el monto de la garantía (65 millones de dólares) con lo cual los gerentes compraron el 20% de Chilectra. O sea, utilizaron al Estado pidiéndole dinero prestado para después comprarle a precio de ganga una empresa eléctrica.

ENDESA

Creada en 1943 por el Estado para impulsar la electrificación del país su proceso de privatización se inició en 1986 también de la mano de José Yuraszeck y culminó en 1990, poco antes del fin de la dictadura. En la época Endesa era la segunda mayor empresa del país, sólo superada por CODELCO, controlando el 60% de la generación eléctrica del país y el 55% de la distribución, más los derechos de agua de gran parte del territorio.

El aporte del Estado al emprendimiento de Yuraszeck dejó a la CORFO en crisis con deudas que superaban los mil millones de dólares. Un informe de Contraloría de 1991 calculó que la privatización significó la pérdida de U$ 895,6 millones. En 1997, el holding Enersis, integrado por Endesa, Chilectra y Transelec, fue vendido a Endesa España en una negociación que los pequeños accionistas perdieron y dejaron a Yuraszeck con utilidades de más de 400 millones.

IANSA

La Industria Azucarera Nacional fue creada en 1953 por CORFO bajo la política de sustituir importaciones y producir azúcar en Chile. Ya en dictadura, en 1975, Hernán Büchi y luego Julio Ponce Lerou, como integrantes del directorio pavimentan el camino para su privatización, iniciada en octubre de 1986. En 1988 un decreto ley exige que un 75% de su propiedad fuera privada. El comprador fue la sociedad Campos Chilenos S.A. que en los años posteriores sería controlado por el senador pinochetista Marco Cariola hasta 1997. Otros dueños son las firmas de AFP y posteriormente entrarían capitales españoles. Según Contraloría la privatización significó una pérdida para el patrimonio público de más de 47 mil millones de dólares.

LAN

Constituida en 1929 con el objetivo de dar transporte aéreo para la integración del país, al día del golpe de Estado de 1973 era una empresa con sólida situación económica y financiera. Además de las rutas nacionales ofrecía servicios a Argentina, EE.UU. y Europa. Bajo la dictadura, obligada como todas las empresas públicas a autofinanciarse, se vio forzada a cerrar destinos nacionales definidos como no rentables a varias ciudades y vender aviones. A fines de la década de 1970 cierra vuelos y oficinas en varios países de América Latina y los años siguientes son de reducción forzada de personal para llegar en 1985 de cerca de 3 mil empleados que tenía el año del golpe a 700 empleados.

En 1979 la dictadura abre la competencia económica en el transporte aéreo nacional y en 1985 se autoriza a CORFO constituir a LAN como sociedad anónima, justo el año en que la empresa estatal lograba revertir la crisis económica arrastrada los años anteriores por las políticas de autofinanciamiento. En 1988 se obliga a CORFO a vender el 60% de LAN y en el año siguiente se define su venta total mediante el repetido mecanismo de una primera venta a los trabajadores, asociados en AEROPASUR (Inversiones Civiles Pacífico Sur Limitada), quienes compraron un 15% de la propiedad. Pero peces más grandes se hicieron el mismo año del 51% del capital accionario: Scandinavian Airlines System (SAS) e Icarosan, cuyo director era el abogado Guillermo Carey Tagle, implicado en el asesinato del general Schneider. En 1994, la familia Cueto junto a Sebastián Piñera adquiere el 98,7% de las acciones de la empresa.

TELEFÓNICA

Desde que en 1927 se instaló en Chile la norteamericana International Telephone and Telegraph Corporation (ITT) monopolizó el incipiente desarrollo de la telefonía con una política de lenta cobertura del territorio, bajos costos y lucros asegurados por ley. En 1971 el gobierno interviene la compañía y en los años siguientes a través de la CORFO controló su propiedad.

Ya en dictadura, en 1987 se inicia la reprivatización de la empresa vendiendo a la australiana Bond Corporation el 30 % de las acciones. Luego llegaría al 50%. Con la llegada de la democracia, en 1990, Telefónica de España pasó a ser accionista mayoritario en una década de amplia expansión del mercado telefónico y adelantos tecnológicos, que la empresa rentabilizó con altas tarifas, cargos fijos de operación y deficiente cobertura. A fines de esa década era una de las empresas más mal evaluadas por los usuarios.

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