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jueves, 28 de mayo de 2015

Las islas artificiales que podrían provocar una guerra entre China y Estados Unidos

Pekín y Washington están en desacuerdo sobre si Estados Unidos tiene el derecho de enviar aviones militares y barcos cerca de las islas Spratly, donde China se encuentra en proceso de construcción de un conjunto de islas artificiales. China, dice que tiene la soberanía sobre prácticamente todas las islas del Mar del Sur de China y sus aguas adyacentes. No ha definido esas aguas, pero emitió un mapa con una línea segmentada entre Vietnam, Filipinas e Indonesia, que abarca parte importante del Mar del Sur de China. China dice que su reclamo no obstaculizará el paso de buques comerciales dado que esta es una de las rutas de navegación más importantes, pero advierte que las naves militares extranjeras no deben realizar operaciones en esas aguas.

Estados Unidos se arroga el derecho de que sus buques de guerra y aviones lleven a cabo operaciones militares en esa zona, dado que lo ve como aguas internacionales. Sus fuerzas llevan regularmente a cabo la vigilancia y otras misiones cercanas a la costa de China. China ha advertido a Estados Unidos de los riesgos que implicaría cruzar esa línea si envía buques de guerra demasiado cerca de las islas Spratly. Dado que China no ha sido muy clara en sus pretensiones, los funcionarios estadounidenses dicen que Pekín podría, en teoría, tratar de restringir el acceso a algunos barcos comerciales extranjeros. Estados Unidos, que tiene a Filipinas como aliado, y además la obligación, por Ley, de ayudar a Taiwán, está tensionando la situación en la zona y muchos anticipan que este podría ser el inicio de una guerra de envergadura entre Estados Unidos y China.

El derecho marítimo internacional señala que todos los países tienen el derecho de controlar las aguas territoriales extendiendo 12 millas náuticas de sus costas. También pueden reclamar una zona económica exclusiva que se extiende hasta 200 millas náuticas, en donde pueden regular la actividad económica como la pesca y la minería. Los buques de guerra extranjeros pueden pasar a través de esas aguas territoriales pero no pueden realizar operaciones militares.

Estados Unidos y los vecinos de China temen que Pekín pueda utilizar las islas artificiales que está construyendo para reforzar sus pretensiones a la zona, y hacer valer las reclamaciones por la fuerza. La Convención de la ONU dice que los estados pueden construir islas artificiales en sus zonas económicas exclusivas, pero dice que los países pueden basar sus reclamaciones a los derechos marítimos sólo cuando se trata de formaciones naturales. Con estas islas, China podría extender su zona económica exclusiva y también su zona militar, pese a estar a más de mil kilómetros de la más cercana costa china. Además, las islas podrían proporcionar una pista de aterrizaje de respaldo para los portaaviones chinos.

Estados Unidos ha señalado que intensificará su vigilancia en la zona, enviando buques de guerra incluso al interior de las 12 millas náuticas de las islas artificiales. Esto puede significar un abierto reto militar al gobierno chino quien podría coger el guante y dar una contundente respuesta militar a la intromisión de Estados Unidos en la zona. Si se desata un conflicto, éste podría dar paso a una guerra de gran envergadura a la cual se sumarían otros países vecinos como Filipinas, Vietnam y Japón.

A continuación, una infografía con el armamento militar de China que muestra que en materia de armamentos el gigante asiático no anda con pequeñeces:

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