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lunes, 26 de enero de 2015

La fortaleza del dólar y el petróleo barato son las dos grandes amenazas para EEUU

Dos factores económicos que 'a priori' parecerían positivos para la economía de EEUU pueden convertirse en un lastre para la mayor potencia del mundo. La fortaleza del dólar y el desplome del precio del petróleo podrían disparar el déficit por cuenta corriente del país y acabar con el resurgimiento del sector industrial en EEUU.

El economista británico y profesor de la Universidad Sheffield, Jim O'Neill, explica en Bruegel que EEUU está en una situación inmejorable en estos momentos, pero que se ve amenazado por la apreciación del dólar y la caída de los precios del petróleo. La economía de EEUU crece con fuerza, el paro cae, el consumo aumenta y lo mejor de todo es que a pesar de todo ello el déficit por cuenta corriente (exportaciones menos importaciones, principalmente) es el menor de los últimos 15 años.

Pero este escenario podría comenzar a cambiar ya. O'Neill argumenta que "la teoría de economía internacional dice que siempre que la economía de EEUU ha crecido más deprisa que la del resto de países desarrollados las importaciones se han disparado", convirtiendo a los principales sectores del país en deudores del resto del mundo. Ahora mismo, EEUU está creciendo a un ritmo muy superior al del resto de economías desarrolladas, pero además la fortaleza del dólar y el petróleo barato pueden provocar que el déficit por cuenta corriente se multiplique rápidamente.

"El petróleo barato está incrementando la renta disponible de los ciudadanos de EEUU", una sociedad cuya cultura es 100% consumista como se puede comprobar en la composición del PIB del país, donde el consumo supone más del 70%. Por otro lado, la apreciación del dólar hace mucho más atractivas las importaciones, puesto que un dólar fuerte 'abarata' los bienes y servicios producidos en otros países con divisas diferentes al dólar. Los proveedores y las empresas comenzarán a comprar bienes y servicios extranjeros, más competitivos por la pérdida de valor de las divisas de sus países.

Este fenómeno se va a ver acrecentado por el aumento de la renta disponible de los estadounidenses. El problema es que el principal damnificado va a ser el sector industrial nacional: "La apreciación del dólar va a lastrar la economía de EEUU, acabando con el resurgimiento del sector industrial", que va a ver como sus ventas se resienten tanto en el exterior del país como dentro.

Además, el petróleo barato va a destruir miles de empleos en el sector del 'fracking', donde las inversiones ya se han detenido en seco. Por otro lado, este sector estaba permitiendo mejorar el déficit comercial del país, cada millón de barriles más que se producen en EEUU es un millón de barriles menos que se tienen que importar. Pero si este sector se resiente y su producción se reduce habrá que volver a importar más petróleo de Nigeria o Arabia Saudí, por ejemplo.

Todos estos factores pueden debilitar a medio plazo la economía de EEUU. Aunque O'Neill cree que los políticos de EEUU y los economistas de la Reserva Federal no van a permitir que todos los cambios que han permitido la recuperación en EEUU "se entreguen a la ligera".
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Tomado de El Economista

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