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martes, 17 de junio de 2014

Los más ricos ocultan 8 billones de dólares en paraísos fiscales


Gabriel Zucman es profesor asociado en la London School of Economics (LSE) y uno de los discípulos del célebre Thomas Piketty, el gurú de la desigualdad. Su misión ha sido calcular lo más certeramente posible la cantidad de dinero que se evade a través de paraísos fiscales: casi 8 billones de dólares que distorsionan la economía mundial y atan de manos a los Gobiernos a la hora de afrontar sus políticas económicas.

El enfoque de Zucman es distinto, tal y como recoge The New York Times, ya que en lo que se ha fijado es en las diferencias entre los activos y los pasivos de los balances internacionales. Al contener muchos más pasivos, las cuentas no cuadraban; la explicación siempre ha sido los paraísos fiscales. Multinacionales e individuos acaudalados "esconden" sus activos para evitar el ojo del fisco.

La que nunca se había estimado con demasiada exactitud era a cuánto ascendía la evasión fiscal global. Tras analizar los datos que han publicado recientemente Suiza y Luxemburgo, este economista estima que actualmente hay aparcados unos 7,6 billones de dólares en paraísos fiscales, es decir, el 8% de la riqueza personal total mundial. Y, además, asegura que son unos cálculos conservadores.

Zucman cree que si este dinero fuera registrado y propiamente gravado, los ingresos fiscales de los Estados aumentarían en más de 200.000 millones de dólares anuales. Y esos datos ni siquiera incluyen la elusión fiscal que practican algunas multinacionales, una cantidad que podría ser todavía mayor. De hecho, según sus cálculos, el 20% de los beneficios de las empresas estadounidenses son trasladados a paraísos fiscales y las prácticas evasivas reducen en un tercio los ingresos fiscales del Gobierno por este concepto.

De hecho, las prácticas fiscales de este tipo se han vuelto tan comunes desde los años 80 que el impuesto de sociedades efectivo en EEUU ha caído desde el 30 al 15% aunque el tipo nominal no ha cambiado en ese mismo tiempo. Recientemente, el think tank español Fedea recogía los estudios de Zucman a nivel español, que estiman que los españoles tendrían unos 144.000 millones de euros en paraísos fiscales, lo que supondría que solo en España se pierden 7.400 millones de euros en impuestos.

Estos números son lo suficientemente grandes como para poner en cuestión algunos lugares comunes que se han extendido en los últimos años, como por ejemplo que China se haya convertido en el "dueño" del mundo o que Europa y EEUU estén realmente tan endeudados como podría parecer. La idea de un mundo rico endeudado es "una ilusión creada por los paraísos fiscales", defendía Zucman en un trabajo publicado el año pasado.

Otro efecto de los paraísos fiscales es que subestiman la desigualdad real que hay en el mundo, dado que solo las multinacionales y la gente que tiene como mínimo 50 millones de dólares pueden permitirse las estructuras necesarias para esconder su dinero en un paraíso fiscal. Además, pagan menos impuestos que un trabajador corriente, por lo que la desigualdad crece todavía más.

"Hubo un cambio profundo de actitud en los años 80", mantiene Zucman en declaraciones al diario neoyorquino. "En los 50, los 60 y los 70 los impuestos eran mucho más altos, pero no se consideraba normal tratar agresivamente de reducir tu factura de impuestos o incluso evadir", añade. Y apunta a la llegada al poder de Ronald Reagan y la idea de que el Gobierno es una 'bestia' que debe morir de inanición.

Además de reducir los ingresos públicos, estos esquemas tienen otro problema. Al no reflejar la realidad en estadísticas, disminuye la capacidad de los gobernantes para gestionar. Erosiona el respeto por la ley y desincentiva la creación de empleo, ya que da beneficios a aquellos que trasladan al extranjero su riqueza y sus empresas en lugar de invertir en los países donde obtienen sus ingresos.

¿Cómo se podría controlar este fenómeno? Zucman apunta a que se están dando pasos correctos respecto a límites del secreto bancario, pero que se necesita un enfoque internacional para acabar con el problema. Por ello la medida más importante sería un registro financiero global que monitorice la riqueza de la misma manera que hoy en día se registran las propiedades en EEUU. "Si no puedes medir la riqueza, es casi imposible gravarla", explica Zucman.

Un registro de este estilo haría imposible que las multinacionales se atribuyeran de manera fraudulenta beneficios en paraísos fiscales que correspondan a los países en los que los obtengan y donde deberían pagar sus respectivos impuestos. Una misión difícil, pero que según este economista se podría plantear ya con un gran acuerdo entre EEUU y la Unión Europea dentro del tratado de libre comercio que están negociando actualmente.

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