Andy Robinson, La Vanguardia
Brad de Long, economista de la Universidad de Berkeley, ha colaborado con Larry Summers en el análisis de lo que puede ser el inicio de una era de secular stagnation (estancamiento de larga duración) en las economías avanzadas. En su blog, ha destacado los obstáculos para el crecimiento que constituyen las presiones deflacionistas, el escaso apetito del riesgo y la desigualdad. Como publicamos en el último número de Dinero (Crece el temor a un gran estancamiento económico), detrás de los discursos relativamente optimistas en la asamblea del Fondo Monetario Internacional esta semana en Washington, existe una zozobra generalizada respecto al futuro. Mientras la recuperación tras la mega crisis del 2008-2011 ha resultado bastante débil hasta la fecha en las economías avanzadas, (EE.UU., Europa y Japón), ahora hay incógnitas sobre la capacidad de China y las grandes emergentes para crecer robustamente.
Yo he venido notando cómo se suman otros economistas a las advertencias sobre el peligro de bajo crecimiento en China lanzadas por Michael Pettis, estadounidense afincado en Beijing, uno de los economistas mas influyentes para mi libro Un reportero en la montaña mágica cuya edición mexicana -dicho sea de paso- acaba de salir a la venta. Como destaca el FMI en su ultimo informe de expectativas, la cercanía de los tipos de interés a cero y la desinflación en la zona euro y Japon, hace muy difícil que los tipos reales lleguen a niveles suficientemente bajos como para generar un crecimiento económico lo bastante fuerte como para crear empleo. En la zona euro el peligro de estancamiento deflacionista es aún mayor. He aquí la transcripción de una entrevista que le hice a De Long la semana pasada. La he titulado: ”España puede perder una generación entera por una deflación dolorosa”
-¿Cree que estamos al inicio de un estancamiento de larga duración?
-Este término secular stagnation quizás no sea el mejor pero creo que es un concepto útil. Larry (Summers) lo esta usando mucho. Pero no creo que la situación actual tenga mucho que ver con la idea de Alvin Hansen, el economista que acuñó el término en los años treinta para referirse a un estancamiento provocado por un exceso crónico de ahorro con bajos retornos a la inversión. Ahora, los beneficios empresariales son muy altos. No creo que haya un problema de menguantes retornos sobre las inversiones. El problema ahora es que los inversores no están dispuestos a correr riesgos.
-¿Por qué?
-Pues porque la gente creía en aquellas calificaciones triple A de activos financieros de los años antes de la crisis, inversiones que luego resultaron ser de elevado riesgo. Es decir que se han pillado los dedos. Creo que Henry Paulson y Tim Geithner fueron excesivamente generosos con los príncipes de Wall Street y eso ha provocado una reacción. Ahora hay temor de que si, la próxima vez, va a haber un prestamista de último recurso. De ahí ese miedo al riesgo. Todos quieren activos de bajo riesgo. Bonos del Tesoro de EE.UU., Alemania, Noruega, quizás el Reino Unido. Hay una enorme demanda de activos seguros y una oferta muy reducida en comparación con la demanda. Todo el mundo quiere meter su dinero en una versión del siglo XXI de aquel Banco de Medici en el siglo XV, un banco que te guardaba el dinero aunque el Papa te excomulgase…
-¿La desigualdad agrava esto?
-Si. La desigualdad crea una elevada tasa de ahorro para la mayoría mientras que los superricos no pueden gastar lo suficiente para compensarlo. Es un problema global. Tienes a las grandes fortunas del partido comunista chino en busca de activos inmobilarios en Nueva York
-¿Crees que hay verdaderos riesgos de deflación como advierte el FMI?
-Creo que el FMI esta preocupado de que la desinflación haga muy difícil el ajuste en países como España. Cuanto mas baja la tasa de inflación media en al zona euro, mas difícil va a ser para el sur. Larry Summers, en cambio, esta pensando en una deflación mas a largo plazo. Desde luego, países como España corren el riesgo de perder una generación entera en un periodo de deflación que machaca a la sociedad. Esto tendrá consecuencias políticas. A veces, se dice que los años treinta dieron lugar a Roosevelt y la socialdemocracia pero Roosevelt fue un accidente de la historia. Yo diría que la depresión dio lugar al fascismo y la guerra.
-¿Cómo se resuelve esto?
-Pues, hay tres opciones. Una es subir los objetivos de inflación de los bancos centrales. Por ejemplo hasta el 4%. Otro es lo que defiende Larry Summers que es usar el Estado para aprovechar esos tipos de interés tan bajos sobre su deuda para hacer lo que el sector privado no quede hacer. Es decir que el estado se endeude más y gaste.. Tercero: reformas bancarias, regulación e impuestos para reducir ese miedo al riesgo. Yo optaría por las tres medidas.
-¿Qué le parece la tesis de Robert Gordon de que ya no habrá crecimiento porque no hay tecnologias nuevas que pidan impulsar la productividad?
-Es cierto lo que dice Gordon que no vamos a inventar nada tan importante como un water con cisterna. Pero los seres humanos somos muy habilidosos en crear nuevas necesidades.
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