Eduardo Di Cola, Buenos Aires
Hay dos cuestiones muy previsibles en la política actual. Por una parte las propuestas que lleva adelante el gobierno nacional garantizando gobernabilidad en una dirección que no se ha apartado de sus objetivos en los 10 años de gestión, y por la otra la actitud de la oposición que cualquiera sea su sustento ideológico se opone a todo, aun cuando tengan que pagar el costo por sus propias contradicciones.
El tema de la compensación a Repsol no escapa a esa lógica. El gobierno con las negociaciones entabladas no hace otra cosa que cumplir con lo dispuesto por el Congreso, que en el artículo 12 de la Ley que dispuso la expropiación de 51% de YPF N° 26741 estableció: “El precio de los bienes … se determinará conforme lo previsto en el art. 10 y concordantes de la ley N° 21.499. La tasación la efectuará el Tribunal de Tasaciones de la Nación.”
Nunca hubo dudas que se trató de una “expropiación” y no de una “confiscación”. Y fue en ese sentido que Gil Lavedra, Solá, Donda y Pino Solanas votaron a favor. En tanto Ocaña, Prat Gay y Carrió si bien no acompañaron, tampoco lo hicieron en contra. Participaron del debate y a la hora de votar se abstuvieron.
Pese a lo incontrastable de la posición asumida desde sus bancas, estos opositores se enancaron en la especulación discursiva tratando de obtener alguna ventaja y sin solución de continuidad primero dijeron que estábamos robándole a Repsol para luego criticar el acuerdo alcanzado.
Asimismo, en general la oposición tan atenta en hacerse eco de todo lo que con relación a nuestro país en un sentido crítico se publica en el exterior, se les “pasó” reproducir entre otros al diario Chicago Tribune que en una nota titulada “¿Quién ha ganado la guerra entre Argentina y Repsol?” (Who has won in war between Repsol and Argentina?), expresa: “Repsol perdió claramente esta lucha hasta ahora. Pero, ¿Quién ha Ganado?” (Repsol clearly lost this fight so far. But who has won?).
En la lista de ganadores destaca a la Presidente Cristina Fernández, Carlos Slim, Chevron y Pemex. Para luego señalar que “YPF es el mayor triunfador” (YPF is the biggest winner”) haciendo referencia a las perspectivas que se le abren hacia el futuro.
Y finaliza: “Un cheque de 5.000 millones de dólares no es mala cosa, pero a veces que te paguen no te convierten en un ganador” (A $5 billion check is not a bad thing, but sometimes getting paid doesn´t make you a winner”).
No se trata de legitimar una política nacional a partir de opiniones publicadas en medios extranjeros. Mucho menos de creer que tal decisión sea acertada por esa circunstancia. De todas maneras debe entenderse que este razonamiento es igualmente válido cuando los mismos medios internacionales nos critican. En este sentido los que están dispuestos a hacerse eco deberían hacerlo siempre, no solo cuando se refieren de una manera negativa hacia nuestro país y el gobierno.
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