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viernes, 16 de agosto de 2013

Las consecuencias económicas de la violencia policial en Egipto

La represión de las manifestaciones a favor de Morsi en El Cairo que ha causado más de 600 muertos y miles de heridos no solo ha desatado una ola de disturbios en el país, sino que puede tener una reacción económica de consecuencias imprevisibles. Edificios gubernamentales, comisarías, iglesias e incluso la legendaria biblioteca de Alejandría se han convertido en blancos de numerosos ataques y las autoridades anunciaron que dispararían contra cualquiera que asalte un edificio. Por su parte, la Coalición Nacional de Defensa de la Legitimidad, que engloba a varios grupos islamistas como los Hermanos Musulmanes, proclamó este viernes "un día de ira" y convocó marchas de protesta. La reacción de las instituciones financieras públicas y empresas privadas, tanto nacionales, como extranjeras, a esta situación de tensión extrema no se hizo esperar.

La bolsa de valores y los bancos de Egipto anunciaron un cierre temporal de al menos tres días. Es la primera vez que estas instituciones cierran en jornada laboral desde enero de 2011, cuando el país estaba sacudido por la primera revolución que desembocó en la renuncia del entonces presidente, Hosni Mubarak. El gigante británico-neerlandés Royal Dutch Shell anunció el cierre temporal de sus oficinas en Egipto hasta, al menos, el próximo lunes, y limitó los viajes de negocios de sus empleados al país. Egipto produce al menos 728.000 barriles diarios de crudo y 60.900 millones de metros cúbicos de gas natural: una gran parte de esta producción se debe a las petroleras extranjeras que operan en su territorio. La renta proveniente del petróleo y, principalmente, del gas varía entre el 7% y el 4% del PIB del país.

El gigante automovilístico General Motors cerró su fábrica de montaje en las proximidades de El Cairo sin precisar cuánto tiempo va a durar el cierre. El Grupo Electrolux, productor sueco de electrodomésticos, suspendió el funcionamiento de sus fábricas ubicadas en los alrededores de El Cairo, donde trabajan unos 7.000 empleados, y comunicó que volverá a revisar la situación el sábado para decidir si prorrogar o no el cierre. El productor turco de galletas Yildiz Holding, con alrededor de mil empleados en Egipto, suspendió su producción por un plazo indeterminado.

La Asociación Textil de Estambul advirtió que ha disminuido notablemente el número de pedidos que reciben las manufacturas textiles turcas que operan en Egipto y que están considerando la posibilidad de cierre. Cabe recordar que la producción y exportación de textiles es una de las principales fuentes de ingresos para el Estado y de empleo para la población local, que sufre un paro de entre el 11,8% y el 13,1% según la cifra oficial, mientras que los expertos insisten en que la cifra real es mucho más alta.

Los gigantes turísticos Thomas Cook Group y el departamento alemán de TUI Travel anunciaron que los turistas que compraron viajes a Egipto tienen derecho de reservar otro destino sin cargos adicionales. Las empresas turísticas rusas han suspendido totalmente la venta de viajes a Egipto. La Agencia Federal Rusa de Turismo prohibió a las compañías rusas vender viajes a Egipto: los operadores rusos estiman que la prohibición les va a costar unos 130 millones de dólares. Cabe destacar que el sector del turismo da empleo a un 12% de los egipcios y constituye un 11% del PIB del país.

El presidente Barack Obama condenó la violencia del Gobierno egipcio y canceló los ejercicios militares conjuntos, un evento bianual tradicional, programados para el próximo mes. Los medios estadounidenses aseguran que ha aumentado el número de legisladores estadounidenses que piden que EE.UU. revoque su ayuda anual a Egipto (unos 1.300 millones de dólares) e incluso influya en el Fondo Monetario Internacional para que corte a El Cairo el acceso a préstamos. Sin embargo, esta opción es muy poco probable dado que Israel, el aliado estratégico de EE.UU. en la región, ya se dirigió al Gobierno de Obama con la solicitud de no interrumpir la financiación de Egipto, que es un punto fundamental del tratado de paz egipcio-israelí de 1979. Tanto por razones de seguridad como por cuestiones geopolíticas, EE.UU. no puede poner en riesgo las relaciones con Egipto, su aliado crucial en Oriente Próximo y mediador principal entre las fuerzas ultraconservadoras y laicas de la región.

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