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jueves, 8 de agosto de 2013

Europa vivirá una década perdida si no limpia su sistema financiero

Cuando la calma parece que se instaura poco a poco en Europa, lejos de los días más oscuros de la crisis de deuda, y cuando empiezan a surgir señales de recuperación económica, un estudio publicado por el Banco Central Europeo (BCE), avisa de que la región podría sufrir una situación parecida a la que padeció Japón durante su "década perdida".

El estudio, publicado pero no respaldado por el BCE, avisa de que las autoridades políticas deberían moverse con rapidez para arreglar el imperfecto sistema bancario de la zona euro y así evitar una década perdida al estilo japonés, que conlleve un crecimiento mínimo e inflación.

"Los frágiles bancos tienen incentivos para continuar financiando a firmas atribuladas e ineficientes, para evitar reconocer más pérdidas", advierte el informe. "En este constante acto de equilibrio, las intervenciones de política deberían, por lo tanto, evitar el retraso del necesario proceso de ajustes". El estudio señala que una vez que se hayan limpiado los balances de los bancos, los impagos de las empresas podrían tener un impacto mucho menor en la economía. El informe replica las preocupaciones del presidente del BCE, Mario Draghi, sobre la necesidad de hacer más resistente al sistema bancario de la zona euro.

No es la primera vez que se pone de ejemplo a Japón para avisar del futuro que espera a algunos países de la zona euro, si no hay nada ni nadie que lo remedie. Diferentes análisis publicados los últimos años han comparado la situación del país asiático con la de España. Argumentaban que el endurecimiento de las políticas del Gobierno, unido a los fuertes recortes presupuestarios y el anémico ritmo del crédito bancario podrían estar sentando las bases de años de estancamiento.

Japón sufrió una gran burbuja inmobiliaria y financiera durante los 80. Posteriormente, durante la década siguiente, vivió una etapa de un muy débil crecimiento económico que se conoce como "década perdida". Por si esto fuera poco, una ola de austeridad en 1997, mientras el sector privado se estaba desapalancando con tipos de interés cercanos a cero, provocó cinco trimestres de contracción y un déficit público enorme.

Tampoco es la primera vez que un informe o un experto avisa sobre la situación del sistema financiero europeo. Simon Johnson, ex economista jefe del Fondo Monetario Internacional (FMI), aseguró a principios del pasado mes de junio, en una columna publicada en Bloomberg, que los líderes políticos europeos ven aterrados el estado del sistema financiero europeo. Johnson aseguraba que los bancos europeos están severamente faltos de capital, lo que significa que funcionan con muy poco colchón y financian sus balances fundamentalmente con deuda. Por todo ello, tienen muy poca capacidad de absorber pérdidas, por lo que tienen mucho potencial para desatar una ola de insolvencia en todo el sistema financiero, tanto europeo como mundial.
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Tomado de El Economista

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