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lunes, 15 de octubre de 2012

El FMI da un giro en 180 grados y reconoce que subestimó los multiplicadores fiscales


En el informe que el FMI publicó la semana pasada se hace una declaración importante sobre la política fiscal relacionada con el tamaño del multiplicador del gasto público. En el capítulo 1 del World Economic Outlook (ver página 41), el FMI reconoce que subestimó el multiplicador fiscal y sus efectos en el corto plazo. Dado que esta declaración es relevante y toca un tema crucial que hemos abordado varias veces relacionado con los planes de austeridad, vale la pena recapituar brevemente qué es el multiplicador fiscal.

En términos simples, el multiplicador fiscal (o multiplicador keynesiano) es la relación entre un cambio en el gasto público y su impacto en el ingreso nacional. El llamado efecto multiplicador sostiene que por cada cambio en el gasto del gobierno hay un cambio correspondiente en el consumo y la producción nacional. Si el multiplicador es 1, un recorte del gasto público de 10 mil millones de euros generará una caída en el PIB de 10 mil millones de euros. Si el multiplicador es menor que 1, por ejemplo 0,5, la disminución del gasto público de 10 mil millones de euros sólo tendría un impacto en el PIB de 5 mil millones de euros. Además, con el llamado efecto crowding-out, o efecto desplazamiento, la reducción del gasto público en consumo e inversión alentaría la expansión del consumo y la inversión privada compensando con creces la reducción del gasto público. Pero ¿qué ocurre si el multiplicador es mayor que 1?

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