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jueves, 25 de agosto de 2011

“Abrid los ojos: el euro y Europa están al borde del precipicio”

Mike Whitney, CounterPunch

Creemos que ahora el mercado ha entrado a una importante tendencia descendente. Es un error desdeñar el bajón que hemos visto hasta la fecha como irreflexivo y carente de fundamentos como sostienen muchos estrategas. No se trata solo de titulares intimidantes – se trata de fundamentos intimidantes… Sin duda habrá algunas fuertes recuperaciones que serán interpretadas como nuevos mercados alcistas. A nuestro juicio, sin embargo, el mercado bajista solo ha comenzado, y todavía irá lejos.”
-- Comstock Partners, "La acometida del mercado a la baja está lejos de haber terminado”, Pragmatic Capitalism

Un combo tóxico de malos datos económicos en EE.UU. y una creciente baja crediticia en la eurozona ha hecho que las acciones caigan por 4ª semana consecutiva. El viernes, el Dow Jones Industrials cayó 182 puntos cuando inversionistas nerviosos abandonaron los valores buscando refugio en efectivo y deuda gubernamental. Los valores globales han perdido más de 6 billones (millones de millones) de dólares solo en el mes pasado mientras el rendimiento sobre cota de referencia del bono del Tesoro a 10 años cayó a un récord de 1,99% el jueves. Los bajos rendimientos en bonos del Tesoro indican el creciente temor de que los problemas en la UE estén llegando a una fase crítica. La parálisis política ha aumentado la volatilidad y provocado una corrida a cámara lenta sobre el sistema bancario de la UE. El mismo proceso se desarrolló en EE.UU. durante todo un año antes del colapso de Lehman Brothers (de julio de 2007 a septiembre de 2008) llevando al sistema financiero a una espiral letal. Ahora le toca a Europa. El Wall Street Journal dice lo siguiente:

“Una dramática venta en los mercados financieros europeos el jueves renovó los temores de que los bancos de Europa son demasiado débiles para resistir la crisis de la deuda del continente, aumentando las probabilidades de que los dirigentes de la región se verán obligados a tomar pasos radicales hacia la unión fiscal a fin de preservar su moneda única…

“Ese entendimiento ha llevado en los últimos días a que Alemania, el fuerte centro económico de la región y oponente a la unión fiscal, reconsidere propuestas que la obligarían a aceptar responsabilidad por las deudas de sus vecinos. La derrota de los mercados del jueves, la peor en Europa en más de dos años, sugiere que es posible que Berlín y París tengan que actuar rápido. Si los inversionistas pierden confianza en los bancos de la región, el sistema financiero de Europa podría atascarse llevando a la eurozona a otra recesión.” (“Nuevos temores de que los bancos de Europa sean demasiado débiles para resistir la crisis de la deuda”, Wall Street Journal)

La situación está empeorando progresivamente. Los mercados monetarios, los instrumentos negociables y los mercados de repos –donde los bancos obtienen su financiamiento– están todos bajo presión. El momento de actuar es ahora, pero los dirigentes de la UE siguen estando encandilados e inmóviles.

La única manera de salvar la unidad monetaria de 17 miembros es mediante más integración, eso quiere decir una autoridad fiscal central que pueda ayudar a nivelar el campo de juego entre los países más ricos y los más pobres. Pero muchos de los países –en especial Alemania– no quieren crear una UE viable en lo fiscal porque exigiría que subvencionen a los Estados más débiles a través de eurobonos, a lo que se oponen. Y, ese es el problema: sin la participación de Alemania, los bancos se verán obligados a amortizar las pérdidas sobre los bonos que poseen, lo que erosionará su capital y provocará otra crisis crediticia.

El BCE compra actualmente la deuda soberana de países en el sur para impedir una paralización de los mercados crediticios. Pero el BCE opera sobre una base solo de emergencia y no tiene la autoridad institucional para implementar las mismas políticas en tiempos normales. Este enfoque de soluciones provisionales preocupa a los inversionistas, y por ello siguen sacando dinero de los mercados monetarios hacia cuentas de depósito o activos libres de riesgo como los bonos del Tesoro de EE.UU.

La cumbre Merkel-Sarkozy de la semana pasada provocó una venta en el mercado bursátil cuando los dos dirigentes de la UE no lograron ponerse de acuerdo en una línea de acción. Ambos gobernantes rechazaron la idea de eurobonos que habría resuelto el problema principal y calmado los mercados. En su lugar, ejercieron presión a favor de más medidas a medias que solo anticipan el eventual día de ajuste de cuentas. Lo que sigue es un pasaje de Der Spiegel:

“…los dos dirigentes rechazan demandas a favor de otras dos medidas propuestas, incluyendo el aumento del volumen de los 440.000 millones de euros del fondo de rescate del euro y la emisión de así llamados “euro bonos” comunes a todos los países de la eurozona…

“Merkel y Sarkozy han… marcado el límite de lo que es actualmente posible en la Unión Europea sin violar (el Tratado de Lisboa)… Pero incluso el propuesto gobierno económico no ofrece realmente gran cosa – como ha sucedido con todos los esfuerzos previos orientados a coordinar las políticas económicas de los Estados miembros (de la UE). Eso, porque no es vinculante, y no ha funcionado todavía.”… ("Plan Merkel-Sarkozy ya está sobre una base tambaleante”, Der Spiegel)

La política interna imposibilita que Merkel esté de acuerdo con las concesiones necesarias para fortalecer la unidad fiscal. Por eso los mercados están frenéticos, porque la eurozona –en su configuración actual– está condenada y los inversionistas lo saben. ¿Pero cómo afectará eso al sistema bancario de la UE que está cargado de bonos soberanos de los Estados más débiles? ¿Conducirán los masivos recortes y los miles de millones en pérdidas a otro descalabro?

Las medidas de austeridad han acelerado la dinámica de deuda-deflación en los PIGS (Portugal, Italia, Grecia, España) y aumentaron sus crecientes déficits. Los países con problemas de alto desempleo necesitan estímulos fiscales y políticas pro crecimiento que aumenten los gastos y fomenten los ingresos. Por desgracia, los funcionarios en el BCE y en el FMI ven las cosas de otra manera. Creen que años de atormentador amarre de la correa y agitación social llevarán a la prosperidad; que la contracción llevará a la expansión. Es demencial. La reducción de los gastos en Grecia, Portugal, Italia, e Irlanda, ha hecho lo que muchos economistas predijeron desde el comienzo, el bucle ha regresado a Alemania precipitando una fuerte caída en el PIB. Lo que sigue es una selección del Financial Times del martes:

“El crecimiento económico alemán se desaceleró hasta cerca de un estancamiento en el segundo trimestre de este año, asestando otro golpe inesperado a la eurozona afectada por la crisis.

La sorprendentemente fuerte desaceleración en la actividad de la mayor economía de Europa afectó el crecimiento general de la eurozona e intensificó los temores de una ralentización global. También amenazó con complicar el desafío que enfrentan los responsables políticos de la región en su intento de combatir la escalada de la crisis de la deuda.” (“Alemania aumenta los infortunios de la eurozona”, Financial Times)

Por lo tanto, ahora el contagio se ha propagado del perímetro al centro haciendo retroceder la eurozona hacia la recesión y provocando, con gran probabilidad, otra crisis financiera. Las malas ideas tienen consecuencias. La UE se orienta hacia una fuerte caída seguida por años de alto desempleo y estancamiento.

La situación es más seria de lo que dicen los medios. Parece ser el comienzo de una congelación de créditos hecha y derecha. Sigue un pasaje de un artículo en IFR:

“A los bancos europeos de nivel intermedio se les acaban rápidamente las opciones mientras acreedores nerviosos cancelan fuentes otrora vitales de financiamiento como respuesta a las crecientes preocupaciones de un contagio soberano, sembrando las semillas de una inminente crisis de liquidez en el corazón de la eurozona.

Con los mercados de bonos cerrados y los inversionistas no dispuestos a comprar valores respaldados por activos, el mercado repo –la única fuente restante de financiamiento privado para algunos bancos– se ha convertido en el más reciente toque hacia el agotamiento, mientras algunos bancos de inversión retiran líneas de crédito por un valor de decenas de miles de millones de euros en las últimas semanas… (“Disponibilidad de crédito se acaba para banca europea”, International Finance Review)

Por lo tanto, la extrema volatilidad que hemos visto recientemente en los mercados bursátiles tiene más que ver con el deterioro de las condiciones en los mercados crediticios que con la desaceleración generalizada en la actividad económica. Cuando los mercados crediticios comienzan a tensarse, todo el sistema financiero comienza a tambalear; por eso las luces en los mercados financieros bancarios pestañean en rojo, porque los inversionistas ven que los responsables políticos están frustrados y no tomarán los pasos necesarios para arreglar los defectos del sistema. Por eso la estampida bancaria sigue a buen ritmo. El Wall Street Journal del jueves dice lo siguiente:

“El Banco de la Reserva Federal de Nueva York, que supervisa las operaciones estadounidenses de muchos grandes bancos europeos, ha estado realizando recientemente amplias reuniones con los prestamistas para juzgar su vulnerabilidad a las crecientes presiones financieras. El Fed está exigiendo más información de los bancos sobre si tienen acceso confiable a los fondos necesarios para operar en una base cotidiana en EE.UU. y, en algunos casos, presiona a los bancos para que reacondicionen sus estructuras estadounidenses, dice gente familiarizada con el tema.

Funcionarios en el Fed de Nueva York “están muy preocupados” por la posibilidad de que los bancos europeos en EE.UU. estén ante dificultades financieras, dijo un alto ejecutivo de un importante banco europeo que ha participado en las conversaciones.

Los reguladores tratan de evitar una repetición de la crisis financiera de 2008, cuando el sistema financiero global comenzó a paralizarse. Esta vez la preocupación es que la crisis de la deuda de la eurozona podría terminar por inhibir la capacidad de bancos europeos de financiar préstamos y cumplir otras obligaciones financieras en EE.UU. Aunque comienzan a burbujear las señales de estrés, los problemas todavía no se acercan a la gravedad de crisis pasadas.” (“Fed observa a bancos de la UE”, Wall Street Journal)

¿Os dais cuenta? Los mercados están tan interconectados que un descalabro en la UE derribará al mismo tiempo bancos e instituciones financieras en EE.UU. Y la UE no tiene una institución como el Fed que pueda escribir despreocupadamente un cheque en blanco que cubra todo el sistema. Si hay una corrida bancaria en gran escala, el castillo de naipes se caerá y la economía se derrumbará.

Y esto dice de nuevo IFR:

“Según la Autoridad Bancaria Europea (EBA, por sus siglas en inglés), los bancos de la región tienen 4,8 billones de euros en financiamiento al por mayor e interbancario que expira este año y el próximo…

El cierre de líneas tradicionales de crédito es una clara señal de que la preocupación por la deuda soberana europea ha infestado los bancos de la región. Muchos en la región son grandes detentores de la deuda de sus respectivos gobiernos. Según los tests de solvencia de la EBA publicados en julio, los 90 bancos que fueron analizados tenían un total de 326.000 millones de euros en deuda del gobierno italiano, 287 mil millones de deuda pública española, y 215.000 millones de deuda francesa.

“Todos han estado reduciendo su riesgo”, dijo el jefe de otro banco de inversión europeo. “Comenzó con Grecia, luego España y ahora Italia. La gente no quiere tener negocios con esos bancos. Muchos de ellos tienen buenos negocios subyacentes, pero están atiborrados.”

(“Disponibilidad de crédito se acaba para banca europea”, International Finance Review)

Es de nuevo un déjà vu; el miedo, las reclasificaciones, los desmentidos, y finalmente, la caída. El jueves pasado, un banco europeo no identificado no pudo conseguir financiamiento por el camino tradicional y tuvo que recurrir al BCE para 500 millones de dólares en financiamiento de emergencia. La noticia hizo temblar a Wall Street, donde las acciones sufrieron una inmediata caída en picada de 400 puntos. Hemos visto antes la misma cinta en 2008, y no termina bien.

Los costes de financiamiento aumentan para los bancos de la UE y los préstamos interbancarios comienzan a ralentizar. Los spread en seguros de riesgo de la deuda para bonos soberanos se siguen ampliando mientras en las últimas 7 semanas 420.000 millones de dólares han sido transferidos a depósitos bancarios de bajo interés asegurados por el gobierno. Más bancos están depositando dinero a un día en el BCE que en otros bancos.

¿Qué significa todo esto?


Significa que el sistema está bajo gran estrés y que comienza a desacelerar. Significa que los inversionistas han perdido la fe en la capacidad de los responsables políticos de asegurar el sistema. Significa que un pánico está en camino y que la gente se orienta hacia el dinero en efectivo. Significa que la eurozona se dirige hacia un colapso. Significa que estamos al borde de otra crisis financiera.

Como dijo el ex jefe de la Comisión Europea, Jacques Delors, el jueves: “Abrid los ojos: el euro y Europa están al borde del precipicio.”
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Tomado de Rebelión

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