El Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional están advirtiendo a las regiones pobres que hasta ahora no han sido alcanzadas por la escalada de los precios de los alimentos, como África subsahariana y el Caribe, que se preparen para enfrentarla.
La volatilidad de los precios de los alimentos llegó para quedarse, dice el Banco Mundial, ante las crecientes preocupaciones de que podría haber una nueva crisis alimentaria como la experimentada el año 2008. En algunas partes del mundo las perturbaciones climáticas han elevado los precios, y existe la probabilidad de sustanciales incrementos de precios a largo plazo.
El retorno de la crisis alimentaria es una preocupación, y los países deberían estar preparándose para ella, comentó Hugh Bredenkamp, subdirector del Departamento de Estrategia, Políticas y Revisión del FMI.
El consejo del FMI ha advertido a los gobiernos que enfrentan crecientes precios de los alimentos, que se enfoquen en medidas de protección social para los más pobres, que se resistan a las prohibiciones y los impuestos a las exportaciones que afectan a los mercados alimentarios globales, y que aseguren que los precios alimentarios más altos no se expresen en un ajuste monetario.
Hasta ahora las economías asiáticas han sentido los mayores efectos de la inflación alimentaria, mientras los precios más altos también fueron uno de los motivos de la inestabilidad en Medio Oriente. A diferencia de la crisis alimentaria de 2007/2008, los precios más altos aún no han afectado a todas las regiones del mundo.
Un área donde el impacto ha sido muy limitado hasta hora es África subsahariana, donde las cosechas locales y el suministro local han estado mejores que el promedio. Pero los precios globales de los alimentos están en niveles récord y el problema persistirá en los próximos meses.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario