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sábado, 11 de septiembre de 2010

Deustche Bank desata los temores de otro 'tsunami' financiero en Europa

La incertidumbre en torno al futuro de la crisis regresa en las vísperas de que Basilea fije nuevas reglas de capital que amenaza con hundir a varios bancos alemanes. La ampliación de capital de 9.000 millones de dólares que baraja Deustche Bank para una operaciòn de supervivencia financiera desató ayer los presagios a un nuevo tsunami financiero en Europa y, sobre todo, en Alemania, donde las dudas sobre el sector planean en el ambiente desde el año pasado.

La incertidumbre se ha producido la misma semana en la que algunas autoridades, como el Banco Central Europeo (BCE) o el Banco de España, han alertado de los temores a una recaída de la situación financiera europea. La cotización de la mayor entidad alemana se desplomó ayer en la Bolsa de Francfort más de un 4 por ciento después de conocerse que está buscando en el mercado dinero para hacer frente a la compra del 30 por ciento de Postbank, participación valorada en 5.600 millones, pero también para fortalecer sus niveles de solvencia. Esta operación puede ser la primera de una larga lista si el Comité de Basilea se decanta por una dureza excesiva en los requerimientos, lo que obligaría a buena parte del sector a emprender ampliaciones de capital.

El Comité de Basilea discute en estos días el borrador de lo que será la base de la nueva normativa Basilea III. La última reunión acabó con un ligera victoria de los bancos, porque las entidades europeas consiguieron que las piezas clave de la nueva regulación se suavizaran y que se retrasasen los plazos de aplicación. Entre las modificaciones destaca la decisión de exigir un ratio máximo de apalancamiento del 3 por ciento, que se introducirá finalmente a partir de 2018, y unos requisitos mínimos de liquidez menos severos y con más tiempo para alcanzarlos. Durante esta semana se han filtrado informaciones sobre posibles ratios de capital Tier 1 y Tier 2 exigidos que van desde el 6 por ciento hasta el 16 por ciento.

Ninguno de estos requisitos está acordado de manera definitiva, ya que dentro del Comité hay intereses enfrentados. Según informa Bloomberg, que cita a cuatro personas cercanas a las negociaciones, Estados Unidos quiere que se implanten las exigencias de liquidez en cinco años, mientras que Alemania quiere prolongar su aplicación 10 años más. Desde Berlín, alegan que unos estrictos requisitos de capital podrían dañar a sus entidades y, en general, al crédito al consumidor y a las empresas en términos globales lo que, a su vez, perjudicaría a la recuperación económica. Los bancos alemanes necesitarán más capital para cumplir con las exigencias de Basilea y esto abre la puerta de un nuevo tsunami financiero.

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