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jueves, 26 de agosto de 2010

Así va la bomba de relojería del imperio americano

El Economista

Como bien dice el refrán, es fácil ver la paja en el ojo ajeno pero no la viga en el propio. Mientras en el Viejo Continente algunos países, incluidos España, Portugal, Italia, Irlanda, y como no, Grecia, están en primera línea de fuego por su descontrolado gasto y el desorbitado coste de su deuda, en Estados Unidos, la crisis se cuece a fuego lento y tiene su origen en algunos gobiernos estatales como el de California, Illinois o Nueva York, por nombrar unos cuantos.

La Oficina Presupuestaria del Gobierno (CBO por sus siglas en inglés) ya advirtió el pasado 27 de julio que la deuda federal en manos de los ciudadanos crece a pasos agigantados y a finales del presente año fiscal podría suponer un 62 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB) norteamericano, desde el 36 por ciento registrado en 2007, justo antes de que comenzase la peor recesión económica desde la Gran Depresión. Por primera vez en la historia, el país se adentra en un terreno desconocido, donde su punto de ebullición se encuentra en los gobiernos estatales.


El pasado 25 de mayo, el gobernador de Nueva Jersey, Chris Christie, advirtió a los miembros del Manhattan Institute que el conocido como "estado de los jardines" se encaminaba a seguir los pasos de Grecia. Su Gobierno realiza encaje de bolillos para salvar sus cuentas, de hecho, dejaba de lado una contribución de 2.369 millones de euros a su plan de pensiones pese a que el año pasado dicho fondo ya se quedó corto en 36.334 millones de euros.

La situación no mejora en otros puntos de la geografía norteamericana. En Arizona, durante el último año fiscal tuvieron que vender alrededor de 789 millones de euros en activos inmobiliarios, incluido su Capitolio y su Tribunal Supremo. Una técnica que han hecho suya otros estados como Louisiana o Georgia, que han puesto en venta o alquiler desde parques hasta aeropuertos pasando por edificios públicos.

Mientras tanto, en California, Arnold Schwarzenegger decretó el estado de emergencia fiscal poco después de anunciar que estaba estudiando la posibilidad de reducir las pagas de cerca de 200.000 funcionarios hasta el salario mínimo, es decir, 7,25 dólares (5,7 euros) a la hora, para intentar subsanar su déficit presupuestario.

Precisamente California cuenta en la actualidad con una brecha en su presupuesto de 41.072 millones de euros, es decir, el 56 por ciento de su presupuesto general. Una situación que ha obligado a Schwarzenegger a retrasar a partir de septiembre los pagos destinados a colegios y otros servicios para poder hacer frente a los vencimientos de su deuda y a las pensiones de los empleados ya retirados, además de a anunciar que es posible que este mismo mes tengan que recurrir de nuevo a la emisión de pagarés públicos.

Si en Europa nos hemos llevado las manos a la cabeza cuando España o Portugal han sufrido una rebaja de calificación, sólo cabe destacar que el dorado estado cuenta con el peor rating crediticio del país: un A- de manos de Standard & Poor´s. Además, su tasa de paro se sitúa en torno al 12,4 por ciento y los rifirrafes políticos (una mayoría de dos tercios es necesaria para aprobar las cuentas) han dado lugar a una espinosa situación que parece contagiarse con rapidez.

Sin embargo, la nueva oveja negra de EEUU es Illinois. De hecho, el quinto estado más poblado del país arrebataba hace semanas el puesto a California como el estado con más riesgo de no poder hacer frente a su deuda. Las comparaciones son odiosas pero también supera a Islandia, cuya mala situación financiera desembocó en la quiebra del país.

A día de hoy el déficit presupuestario para el año fiscal 2010 supera los 11.288 millones de euros. Según la web www.illinoisisbroke.com, la deuda del Estado alcanzó en julio los 102.620 millones de euross, es decir, el Gobierno gasta 3 dólares por cada 2 dólares que ingresa. A finales de junio, Illinois dejó un total de 3.708 millones de euros sin pagar.

Pese a los números rojos, el gobernador de Illinois, Pat Quin, fue rotundo durante una entrevista a Bloomberg. "Entendemos que tenemos grandes retos fiscales, pero aquellos que invierten en nuestros bonos saben que siempre pagamos", asertó.

A la sombra de California o Illinois hay una retahíla de estados con problemas, como Nueva York, Massachusetts, Michigan o Florida entre otros. Entre 2009 y 2012, la Asociación Nacional de Oficiales Presupuestarios Estatales estima que los estados del país acumularán hasta 236.000 millones de euros en déficit presupuestarios. Esto hace pensar que cuando la crisis de deuda soberana pierda fuelle en Europa podría atacar EEUU.

Aun así, muchos estiman que esto no sucederá. Como dijo el miembro del Tribunal Supremo de Justicia, Louis Brandeis allá por 1932, los gobiernos estatales "tienen el poder de innovar social y económicamente, probar nuevas experiencias sin el riesgo de arrastrar al país". Para Judy Wesalo, directora de crédito de la firma Samson Capital, "cualquier comparación entre EEUU y el problema griego no tiene fundamento". Según los cálculos de la entidad, la media del ratio de deuda respecto al PIB de los estados del país es de un 2 por ciento, mientras que la de Grecia asciende al 113 por ciento.

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Tomado de www.eleconomista.es

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