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miércoles, 10 de marzo de 2010

España e Irlanda serán los países más afectados por la crisis

El País

España entró en recesión más tarde que el resto de los países desarrollados, pero saldrá también más tarde que ellos. Además, pese a que el golpe inicial, medido en términos de caída del Producto Interior Bruto, fue inferior, el impacto a la larga en la economía española será bastante mayor al de sus socios de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). Según un informe que ha publicado hoy este organismo, Irlanda y España serán los mayores perjudicados por la crisis, ya que reducirá en 11,8 y 10,6 puntos el PIB potencial de ambos países.

Frente a la caída de 3,1 puntos que sufrirá el conjunto de la OCDE, el fuerte aumento del paro registrado en Irlanda y España, que precisamente son los dos países europeos más expuestos a la burbuja inmobiliaria, explica este diferencial. En concreto, el deterioro del mercado laboral, que ha motivado "una sustancial reducción de la fuerza de trabajo resultante" por el cambio de tendencia en la llegada de inmigrantes, recortará el PIB potencial de Irlanda en 9,8 puntos y en 8,4 puntos el de España, cuando la media ponderada del conocido como el Club de los países desarrollados será de 1,1 puntos.

En su informe, la OCDE también pasa revista a la respuesta que ha dado España a las recomendaciones que el organismo publicó hace un año con el objetivo de recuperar la senda de crecimiento. Así, si bien el Gobierno ha tomado decisiones importantes en ámbitos como productividad o competitividad, le reprocha que "no ha llevado a cabo ninguna acción" en el tema de la moderación salarial y los convenios colectivos, necesita mejorar en educación y reducir la tasa de abandono, así como flexibilizar el mercado laboral y seguir avanzando en recortar su dualidad entre los contratos fijos -para los que pide que disminuya la indemnización por despido- y los eventuales, cuyo porcentaje considera excesivo.

"El mercado laboral necesita ser ajustado claramente", ha advertido el economista jefe de la organización, Carlo Padoan. En este terreno, toma nota de que en 2006 se limitó el recurso sucesivo a los contratos temporales y han aumentado las incitaciones fiscales para la contratación fija, con una disminución de indemnizaciones por despido para grupos específicos. Sobre las pensiones, también aconseja más reformas y recuerda sus recomendaciones solo se han traducido en la reforma de 2007, que aumentó "modestamente" el periodo de cotización que da derecho a pensión y ha creado incentivos para alargar la vida laboral.

Asismismo, la OCDE también lamenta que persistan las "distorsiones" en la vivienda, por lo que insta a acortar los procedimientos para resolver los contenciosos entre inquilinos y propietarios, y eliminar las ayudas fiscales a la compra de casas para dirigir esos fondos hacia los alquileres sociales, algo que el Gobierno ya ha aprobado y entrará en vigor en 2012.

Abriendo el foco, los autores del estudio explican que, "aunque se ha evitado lo peor, la experiencia en anteriores crisis indica que los niveles de crecimiento previos a la crisis no volverán a corto plazo". Por este motivo, auguran que los 30 Estados de la organización pasarán de crecer a un ritmo medio de entre el 2 y el 2,25% anual en los siete años que precedieron a la crisis a una cifra de en torno al 1,75% a largo plazo, tras la recesión del 4% en 2009. Por países, mientras los europeos se sitúan en la zona media de la tabla con la excepción de Irlanda y España, los menos afectados serán Japón, con un recorte de 2,1 puntos a largo plazo; y Estados Unidos, Canadá y Nueva Zelanda, todos con 2,4 puntos menos. El PIB potencial del que habla la OCDE es una proyección de lo que hubiera podido crecer cada país de no haber acaecido la crisis en función de sus pautas de crecimiento previas.

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