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lunes, 11 de enero de 2010

El impacto de la crisis en América Latina


La crisis financiera que estalló en Estados Unidos y que contagió a todo el mundo, provocó una caída promedio de -1,8% para los países de América Latina . El costo de la crisis para América Latina supera los 150.000 millones de dólares, pese a que la región soportó el temporal mejor que otras recesiones del pasado de acuerdo a un informe del FMI . La caída de -1,8% para los países de la región está ejemplificada en la gráfica.

México ha sido el país más afectado con una caída del 6,7%, una crisis mayor a la que vivió durante el “tequilazo” de 1995, cuando el PIB se contrajo 6,2%. Esta vez, la crisis afectó a la economía mexicana por cuatro factores: la caída del comercio, la caída de las remesas, la caída en los flujos de capital y la caída del precio del petróleo. Un quinto factor fue el estallido de la gripe swine-flu (fiebre porcina) que afectó fuertemente a México entre marzo y abril

El segundo país más afectado por la crisis es Venezuela, que pasó de un raudo crecimiento de 8,2% el año 2007 y 4,8% el año 2008, a una caída de -2,3% el año 2009, gatillada principalmente por la baja en el precio del petróleo, que pasó de cotizarse en 147,5 dólares el barril en julio de 2008, a poco más de 30 dólares en marzo de 2009. El petróleo es el principal producto de exportación de Venezuela, y sus utilidades representan el 50% del total del presupuesto fiscal.

La fuerte crisis venezolana obligó al presidente Hugo Chávez a devaluar el Bolívar en 100% el viernes 8 de enero. La cotización oficial de la moneda venezolana pasó de 2,15 bolivar por dólar, a 4,30 bolívares por dólar. Habrá un tipo de cambio preferencial establecido en 2,60 bolivar/dólar para las importaciones más prioritarias: alimentos, salud, maquinarias, educación.

Chile alcanzó una caída de -1,8%, tras el repunte experimentado por la economía el segundo semestre del año. La economía chilena iba encaminada a una caída de -2%, pero las rápidas acciones ordenadas por la presidenta Bachelet, impidieron un naufragio mayor. En todo caso la caída fue mucho más violenta que la vivida durante la crisis asiática cuando el PIB, en 1999 se desplomó -0,8%. El tsunami llega siempre en forma tardía a la orilla del mundo.

Chile no se involucró en una crisis mayor por dos razones principales. Desde el año 2001 y por decreto de Ley, el Ministerio de Hacienda tiene el compromiso de generar un superávit estructural del 1% del PIB. Este superávit estructural se establece en base a algunos indicadores claves como el PIB tendencial, el precio del cobre y el precio del Molibdeno. El ahorro generado con este mecanismo de regla presupuestaria, permitió enfretar con acierto el período de las “vacas flacas” y evitar una caída más estruendosa dada la gran dependencia que tiene Chile del comercio internacional. El otro factor clave fue la recuperación en el precio del petróleo, cuyo desplome a fines del 2008 fue superado durante el segundo semestre. Así y todo, la caída de la economía chilena fue de -1,8%.

Ver además | Crisis dejó 2,2 millones de desempleados en América Latina

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