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lunes, 3 de agosto de 2009
En peligro la industria pesada de Europa del Este
La industria pesada de la Europa del Este, otrora modelo de las economías planificadas, sobrevivió al colapso del comunismo hace 20 años pero podría no vivir para ver el fin de la crisis actual. La recesión, que golpeó duro a las economías exportadoras de la zona, amenaza con convertir a las antiguas plantas de la era comunista y postsoviética en un nuevo "cinturón de óxido", incrementar bruscamente el desempleo y dejar profundas heridas sociales.
Para los trabajadores húngaros, la clausura de la planta de acero DAM en la ciudad de Miskolc, ha dejado huellas impensadas. Si antes les pesaba el gran ruido de la planta, ahora el silencio es estremecedor. La crisis tiene a la fábrica en un silencio permanente durante más de seis meses, y sus 18 mil trabajadores viviendo en la angustia.
El único sonido en la gran planta es el crujir ocasional del metal que se expande y se contrae cuando cambia la temperatura o el canto de los pájaros que se animan a entrar por las ventanas rotas.
El extenso complejo siderúrgico se desarrolló en la década de 1950 cuando el gobierno comunista quiso hacer de Hungría "el país del hierro y el acero", a pesar de su falta de materia prima y energía barata. En su apogeo, en la década de 1980, la ciudad de Miskolc tenía más de 200 mil residentes, quienes principalmente trabajaban en la industria. Con la crisis, la población se ha reducido a 170 mil habitantes y el desempleo se encuentra entre 15 y 16 por ciento, bien por encima del promedio nacional de 9.8 por ciento.
DAM, que sobrevivió a las privatizaciones de la década de 1990 y fue recuperada después de liquidaciones anteriores, está por despedir a sus aproximadamente 700 empleados restantes. El proceso de liquidación comenzó el 24 de junio y el ejecutor Ratis Kaft debe poner los activos a la venta. Si logra encontrar un inversionista, la planta podría sobrevivir.
Las acereras europeas han funcionado al 55 o 60 por ciento de su capacidad, lo que las ha llevado a archivar todos sus planes de inversión y eliminar gran cantidad de puestos de trabajo para capear la mayor recesión que ha sufrido la industria desde la Segunda Guerra Mundial.
Miskolc, la segunda mayor ciudad de Hungría, está teniendo problemas para arreglárselas con el elevado desempleo y la falta de nuevos puestos de trabajo. El número de desempleados registrados aumentó en mayo a 18 mil 200, desde los 12 mil o 13 mil que había a fines del año pasado.
Más de la mitad de quienes pierdan sus trabajos en la fundición de acero tienen más de 50 años, y encontrar nuevos empleos va a ser difícil a pesar de que la ciudad recibe fondos de un programa de la Unión Europea diseñado en parte para las regiones golpeadas por la crisis.
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