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viernes, 13 de junio de 2008

En Jaque la OIT: vuelve el esclavismo laboral

Buscan aumentar jornada laboral a 65 horas!

Cada día el mundo está más chalado. Ahora la Unión Europea está promoviendo la ampliación de la Jornada Laboral a 65 horas semanales. Un verdadero retroceso social; un retorno a la esclavitud, a los griegos o egipcios de la antigüedad o a sus resabios de la edad media y buena parte de los siglos V a XIX. De aprobarse la medida, el mundo se acercará más al siglo XIX que al siglo XXI, creando un retroceso histórico que negará la propia historia social y política de Europa.Son las consecuencias del vuelco a la derecha de Europa por Sarkozy y Berlusconi.

Y no es broma. Los ministros del trabajo de los 27 países de la Unión Europea aprobaron esta semana por mayoría eliminar el límite a la jornada de trabajo de 48 horas a la semana, un derecho que tiene casi un siglo de vigencia tras las huelgas de Chicago, Londres y San Francisco, realizadas a principios del siglo pasado. Si faltaba una prueba para mostrar el canibalismo Neoliberal, aquí está en toda su dimensión: el capitalismo requiere de esclavos.

La medida pone en jaque a la Organización Internacional del Trabajo, cuyo objetivo principal es velar por la calidad del trabajo y las relaciones laborales. No obstante, dada la inutilidad que han mostrando los organismos internacionales en sus últimos intentos de lograr acuerdos y avances que dignifiquen el sentido de lo humano, como el reciente fracaso de la FAO y la ONU frente a la crisis alimentaria, los trabajadores europeos las están viendo negras y el estrés y el insomnio comienza a cobrar sus víctimas.

Los países del norte de Europa quieren adoptar un modelo que permita que cada trabajador negocie con su empleador las horas semanales que trabajará. Pero los sindicatos temen que al no ser una negociación colectiva, los trabajadores se vean forzados a aceptar lo que exigen sus patrones por temor a ser despedidos. ¿Flexibilización laboral? No, al contrario: rigidización laboral creada por las vertientes más fundamentalistas del capitalismo despiadado.

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