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viernes, 16 de mayo de 2008

Llegó el fin de la hegemonía de USA en América Latina



“Si hubo una era de hegemonía de Estados Unidos en América Latina, se acabó”, concluye un informe sobre las relaciones de Washington con la región emitido por el centro de estudios de relaciones internacionales más influyente del país. El informe Relaciones Estados Unidos–América Latina: Una nueva dirección para una nueva realidad fue elaborado por un grupo independiente de expertos patrocinado por el Consejo sobre Relaciones Exteriores (Council on Foreign Relations, o CFR), el cual afirma que “la política estadounidense ya no puede ser basada sobre la suposición de que Estados Unidos es el actor exterior más importante en América Latina”.

“Por más de 150 años la Doctrina Monroe ofreció los principios que guiaban la política estadounidense hacia América Latina, afirmando la primacía de Estados Unidos en las relaciones exteriores de la región. Durante las últimas dos décadas estos principios se han vuelto cada vez más obsoletos”.

El problema ahora, añade, es que “el marco básico de la política en Washington no ha cambiado lo suficiente para reflejar esa nueva realidad”. Por lo tanto, sugiere que los formuladores de política hacia la región tienen que cambiar la manera de pensar: “América Latina no es de Washington para perderla; tampoco es de Washington para salvarla. El destino de América Latina está, en gran medida, en las manos de América Latina”.

Así, el grupo de trabajo insta al próximo presidente de Estados Unidos a comprometerse a trabajar de manera cooperativa con los países latinoamericanos y considera que “la política estadounidense hacia la región debería de complementar las iniciativas latinoamericanas” en rubros como la reducción de pobreza, la mejoría de la seguridad pública y temas como el de la energía.

La globalización de América Latina implica que la política estadounidense es sólo uno de los factores que compiten para influir en la región, y varios países del área ya han diversificado sus relaciones al grado de que Estados Unidos ya no es determinante. A la vez, el informe registra que las percepciones populares de Estados Unidos en la zona han cambiado, con “la estima del liderazgo global y hemisférico estadounidense en su nivel más bajo en la región en la memoria reciente”.

Advierte que a pesar de la liberalización economía, casi 200 millones de latinoamericanos –37 por ciento– viven en la pobreza y eso, combinado con el problema de la desigualdad, genera “barreras” contrarias a los intereses sociales, ya que nutren “polarizacion política y tumulto social, revelando la vulnerabilidad de las instituciones estatales ya de por si débiles, fomentando violencia, obstaculizando el crecimiento económico y minando a la vez el apoyo a la democracia". “Los ciudadanos latinoamericanos esperan correctamente que la democracia entregue más igualdad, justicia social y prosperidad, no sólo representación formal”, asienta el informe.

Vea el Informe completo

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