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lunes, 26 de mayo de 2008

El retorno de la Inflación

Inflación de Mayo superará el 1%
La inflación ha vuelto y para quedarse por largo rato. Pobre de los deudores hipotecarios, porque la UF reproducirá el virus inflacionario. Nadie puede dudar ahora que la inflación –ese mítico mal de la economía- atormentará a todo el mundo y no se descarta que se repita una crisis como la vivida en los años 70, cuando el embargo petrolero de los países árabes cuadruplicó los precios del crudo en un año.

Hace apenas un año los economistas de todo el mundo celebraban la idea de que los bancos centrales habían logrado derrotar a la inflación. Pero hoy el panorama es totalmente distinto. Tanto en Europa, Asia, América Latina y el Medio Oriente la inflación puede llegar a dos dígitos superando cifras que no se veían en 20 años. ¿Qué ocurrió para que en un intervalo tan breve estemos nuevamente preocupados por una crisis global de precios?

La crisis inflacionaria de los años ’70 fue un shock motivado por el embargo petrolero y por el término de la convertibilidad del dólar en oro, según lo dispuso Richard Nizon el 15 de agosto de 1971. La crisis actual presenta una combinación de factores altamente explosivos y que no fueron advertidos a tiempo ni por el FMI ni el Banco Mundial:
  • El alza en el precio de los alimentos provocada por un aumento de la demanda y una caída en la producción de los principales países productores de leche y cereales (Australia, Nueva Zelandia).
  • El aumento en la producción de biocombustibles, que sustituye hectáreas plantadas para el consumo humano por plantaciones con miras energéticas.
  • El incremento en el consumo per cápita de países como India y China, que a medida que aumentan su nivel de ingreso exigen una mayor y justificada cuota de participación en el mercado de alimentos y petróleo.
  • El agotamiento de las reservas petroleras y la llegada a su punto pick, en el cual la capacidad de producción no alcanza a cubrir la demanda total: Sólo EEUU consume el 25% de una producción que llega a los 80 millones de barriles diarios.
Estos factores, plenamente previsibles, son los que han gatillado la fuerte presión de los precios y que tienen al mundo con el indeseable fantasma de la inflación ad portas.

El único factor que puede ralentar el incremento de los precios es una recesión fuerte y profunda en EEUU y Europa, que a su vez provocaría una contracción en China y un repliegue de la economía global, con una sostenida caida en la demanda. Es un remedio peor que la enfermedad dado el alto desempleo y la espiral en reversa cíclica que provoca. Pero el actual modelo económico, que deja todo a la libertad del mercado: "que sea lo que el mercado quiera", no ofrece matices y sólo subsiste con políticas de shock que generan más desigualdad y exclusión.

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