Los malos aires de Buenos Aires

El humo y el mal olor se cuelan por las puertas y ventanas de Buenos Aires.
Las autoridades aconsejan no salir a la calle ni hacer deporte. Las farmacias han agotado las mascarillas y los consultorios y hospitales están colapsados por consultas y atenciones.
¿Y todo por qué? Porque los dueños del campo no conformes con el paro que hicieron durante 21 días para intentar derribar al gobierno de Cristina Fernandez de Kirchner (algo parecido a los paros de octubre que le hicieron a Salvador Allende) dispusieron la quema de más de 75 mil hectáreas en forma simultánea lo que tiene a la Argentina completamente ahogada en humo. Una densa capa de humo que cruza el Río de la Plata y llega a Montevideo y a las playas de Punta del Este.
Las quemas son habituales en el campo. Facilitan las nuevas siembras y ayudan en el desplazamiento del ganado. Pero nunca los dueños del campo habían dispuesto la quema coordinada de los pastizales. El gobierno de la señora K ya ha dispuesto medidas contra los culpables. Y si a esto agregamos la furia de gran parte de los ciudadanos trasandinos, es de esperar que el castigo sea ejemplar.