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martes, 11 de marzo de 2008

MR. CLEAN. EL CLIENTE Nº 9


El gobernador Eliot Spitzer, quien ganó fama por su lucha contra las violaciones de la ética en el mundo empresarial cuando era procurador general del estado de Nueva York, está enredado en una investigación federal contra un servicio de prostitución que puede costarle la renuncia a su cargo.

Según fuentes citadas por el New York Times, Spitzer es el “cliente Nº 9” que estuvo con una prostituta en un hotel en Washington el mes pasado, situación que quedó al descubierto por el FBI tras una intervención telefónica mientras investigaba a la red de prostitución.

Aunque Spitzer no ha sido acusado de ningún delito y no forma parte de la investigación federal –ya que el objetivo eran los cuatro jefes de la red– el tema ha adquirido ribetes de “Escándalo político” que puede obligar al gobernador a renunciar. Spitzer apareció brevemente ante la prensa acompañado de su esposa para ofrecer una disculpa a su familia y al público, pero no comentó sobre el caso ni indicó qué haría, aunque intentó separar la conducta individual de la política e insistió en que éste era un asunto “personal”.

“He actuado de una manera que viola mi obligación con mi familia y mi sentido del bien y el mal. Pido disculpas, primero y sobre todo, a mi familia, y me disculpo ante el público al cual le prometí algo mejor”, declaró. Sptizer se enteró de que estaba en medio de un escándalo el viernes, al ser contactado por un oficial federal. Tras informar a su equipo de trabajo, canceló todas sus actividades públicas.

Spitzer fue identificado como “cliente número 9” y grabado cuando negociaba una cita con la prostituta identificada como Kristen. El documento registra las conversaciones con el “cliente 9” al hacer los arreglos para que ella viajara de Nueva York a Washington por tren para llegar al cuarto 871 de lo que se ha identificado como el hotel Mayflower, el 13 de febrero a las 10 de la noche. Spitzer, según el Times, pernoctó en el Mayflower esa noche, pero la habitación estaba registrada a nombre de un amigo y contribuyente político del gobernador, George Fox.

Este escándalo no es sólo un golpe a nivel personal, también afecta al Partido Demócrata que con Spitzer arrebató la gubernatura a los republicanos. También opaca la trayectoria de una figura que para muchos fue casi heroica, ya que se enfrentó contra algunas de las firmas más poderosas de Wall Street, empresarios y políticos de gran influencia, y también defendió los derechos laborales de los más desprotegidos. Fue Sptizer quien encabezó la lucha contra patrones que habían explotado y defraudado a miles de trabajadores inmigrantes mexicanos, centroamericanos y chinos logrando el pago de salarios caídos y multas por abusos.

Sus enemigos apenas lograban ocultar el regocijo de que Mr. Clean, quien se presentaba con un aire superior –y que los había derrotado en muchas batallas– ahora había manchado, tal vez mortalmente, su carrera política.

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