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miércoles, 26 de marzo de 2008

¿HACIA UNA NUEVA TRAMPA DE LIQUIDEZ?

Muchos economistas sostienen que la actual crisis financiera puede ser mayor a la de 1929. Sin embargo la rapidez con que ha intervenido la Fed para evitar mayores desplomes es algo que apunta en la dirección de detener esa hipótesis. La Fed ha evitado justamente que se repita la historia de aquella crisis aplicando toda la batería del instrumental que le permite la política monetaria, bajando la tasa de interés e inyectando liquidez en el mercado, aunque ello esté haciendo caer en una nueva trampa de liquidez.

La historia nos recuerda que durante los primeros diez meses de 1930, 744 bancos de Estados Unidos se derrumbaron y la cifra se amplió a 9 mil a fines de la década del treinta. Los ahorristas perdieron el equivalente, en dinero actual, a 140 mil millones de dólares en depósitos hacia 1933. El desempleo llegó al 28% desde el 4% existente en 1929, y los precios e ingresos cayeron entre 20 y 50 por ciento en el mismo periodo.

En la crisis actual ya van 300 mil millones de dólares en pérdidas y se calcula que la cifra puede acercarse al billón de dólares. El dólar acusa una depreciación del 30% respecto al euro, el yen, la libra esterlina, el peso chileno, el real brasileño, etc, y no se vislumbra ninguna recuperación en el corto o mediano plazo. Un sondeo de Merrill Lynch indicó que la mayoría de los 193 administradores de fondos tenían efectivo por encima del promedio del mercado, lo que sugiere una cautela extrema. La mantención de grandes cantidades de efectivo sin opción real de inversión por la pérdida de la confianza nos tiene nuevamente en una trampa de liquidez. Esta puede ser la causa de que los rendimientos de las letras del Tesoro estén en su mínimo desde la década del cincuenta, a menos de uno por ciento, o que el oro haya alcanzado mil dólares la onza, más de tres veces su precio a fines de 2006. Si bien el giro que tuvo la semana pasada puede significar una recuperación de la confianza, aún se está lejos de ver la luz al final del túnel.

Los bancos que han caído con esta crisis son colosos enormes como el británico Northern Rock y el estadounidense Bear Stearns, sin contar al City Group que ha perdido más de 20 mil millones de dólares en la pasada. Esto nos recuerda plenamente la crisis bancaria de 1982, cuando el gobierno tuvo que salir a socorrer a toda la banca. Como en aquel entonces, hoy también las pérdidas las pagará todo el mundo. Pero con las ganancias, también cuantiosas, se quedará el mismo y pequeño grupo de siempre.

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