Páginas

sábado, 16 de febrero de 2008

OTRA VEZ LA SEQUÍA


La aguda sequía que afecta a Chile tiene en estado de emergencia agrícola a 50 comunas de la zona central y a amplios sectores de la economía y la industria alertas ante un eventual racionamiento eléctrico en marzo. El fenómeno climático conocido como La Niña es el responsable de la persistencia de aguas frías en el océano Pacífico que junto a las altas presiones atmosféricas impide el ingreso de sistemas frontales que traigan lluvias a las zonas central y austral.
El año pasado fue esencialmente frío y con poca lluvia. Por eso el nivel de agua de los embalses y reservas se encuentra en cotas históricamente bajas, lo que da cuenta de la gravedad de la situación.

La historia se repite y después de 40 años al parecer nos encontraremos con una sequía severa. En 1968, como ha recordado el entonces Ministro del Interior Carlos Figueroa Serrano (gobierno de Eduardo Frei Montalva), se aplicaron cortes de agua por manzanas, cuadras y sectores. “Un día tocaba al lado derecho de la calle y al otro al lado izquierdo”. Los letreros luminosos se prohibieron y se buscó ahorrar energía en todos los sectores.

Más allá de las medidas de última hora que haya que aplicar y seguir más forzada que voluntariamente, lo que sorprende es el total vacío en la previsión de los recursos estratégicos. Más aún cuando se cierra un mineral de Carbón sin que haya nadie que prevea su necesidad futura. Todos los recursos estratégicos están en abundancia en Chile: el Sol del norte (energía solar para desconectar al 35% del país del Sistema Interconectado Central); energía eólica (posible de producir entre septiembre y marzo con un ahorro al SIC de otro 20%) y el Agua, abundante no solo en los hielos del sur sino a todo lo largo del país. Hace más de 20 años que los países árabes desanilizan el agua para beberla pues hay zonas en que no llueve nunca. La falta de una visión estratégica que se oriente hacia horizontes de largo plazo es algo que pena en Chile e impide los avances reales. Una vez más nos encontramos como hace cuarenta años y las autoridades solo tiene para aplicar las mismas recetas de entonces. Tiene razón el tango: si 20 años no es nada, al parecer 40 tampoco.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario