miércoles, 12 de febrero de 2020

Oro para el analfabeto monetario


Alejandro Nadal, La Jornada

Desde hace tiempo la fantasía de regresar al patrón oro es discutida en Estados Unidos. En particular, los grupos políticos libertarios de derecha consideran que el retorno al patrón oro es una forma de controlar el gobierno centralizador y sus malos hábitos cuando se trata de monetizar sus deudas. El patrón oro es visto por estos políticos como una salvaguarda frente a los abusos del poder en materia de creación monetaria.

Ron Paul, representante de un distrito en Texas y precandidato a la presidencia por el Partido Libertario, ha promovido esta idea durante las últimas dos décadas. Su éxito electoral demuestra hasta qué punto se encuentra enraizada la idea de que el patrón oro es la mejor forma de controlar los vicios del gobierno para recuperar la confianza en la moneda estadounidense. Son famosas las confrontaciones entre este político tejano y los funcionarios de la Reserva Federal cuando han tenido que comparecer en el Congreso. El tejano propone privatizar la emisión de billetes y la desaparición de la Reserva Federal, porque ha contribuido a depreciar el dólar. Ron Paul era la cabeza política más visible de los que promovían la idea del regreso al patrón oro hasta que llegó Donald Trump.

En junio del año pasado Trump anunció que estaría nominando a su asesora económica Judy Shelton para ser miembro de la Reserva Federal. Las credenciales académicas y de servicio público de la señora Shelton no son impresionantes. En cambio, su ignorancia sí es sorprendente. Sus llamados para regresar al patrón oro y corregir el rumbo de la Reserva Federal son una constante muy llamativa y de seguro han deslumbrado el pequeño y desconectado cerebro de Trump.

Durante los últimos 50 años la CIA espió a todo el mundo utilizando una conocida empresa de encriptación


En un nuevo informe bomba, The Washington Post revela una masiva operación de espionaje encubierto y que parece sacada directamente de las Confesiones de un sicario económico, pero ahora es un hecho de conspiración definitivamente probado.

Durante los últimos 50 años, la CIA organizó y operó una compañía de fachada con sede en Suiza con el propósito de espiar las comunicaciones secretas de los gobiernos en todo el mundo, ya fueran aliados o adversarios, de acuerdo con las 280 páginas descubiertas de una historia interna de la operación de la CIA obtenida por el Washington Post junto con la emisora ​​pública suiza SRF y la cadena ​​alemana ZDF.

Crypto AG, una firma de comunicaciones con sede en Suiza, fue comprada en secreto por los servicios de inteligencia de la CIA y Alemania Occidental en 1970. La compañía no solo ganó millones vendiendo equipos de cifrado a más de 120 países en el siglo XX, sino que también utilizó el mismo equipo para infiltrarse en las comunicaciones de cada país anfitrión en una operación de estilo 'Caballo de Troya'.

Entre los clientes importantes, el informe enumera Irán, India, Pakistán, Irak, Nigeria, Arabia Saudita, Siria e incluso el Vaticano, todos los cuales fueron engañados para comprar el hardware espía de 'puerta trasera' en un escenario que se parece mucho a lo que Washington acusa ahora a China de hacer con Huawei. La operación de vigilancia global de la CIA se denominó "Operación Rubicón".

martes, 11 de febrero de 2020

¿Cuántas clases medias caben en la clase media?


Alfredo Serrano Mancilla, Público

Es cada vez más común que todo lo que acontece políticamente se explique en torno a una creciente y omnipresente categoría, la “clase media”. Este término monopoliza la mayoría de interpretaciones posibles a la hora de justificar los comportamientos sociológicos y políticos, y por supuesto, las preferencias electorales. Seguramente por comodidad y simpleza, da igual lo que suceda, porque todo tiene argumentativamente a la clase media como factor común.

En estos últimos años se han sucedido importantes fenómenos políticos aparentemente inesperados y novedosos en América Latina: la llegada de AMLO al Gobierno de México con una amplia mayoría, la victoria electoral de Bolsonaro en Brasil, las protestas sociales en Chile y Colombia, también la imposibilidad de Lenín Moreno de dar estabilidad a Ecuador, el fin de Macri en Argentina a manos de la propuesta progresista de Alberto y Cristina, la derrota del Frente Amplio en Uruguay y cómo no, el golpe de Estado en Bolivia. Todos estos hechos políticos y/o electorales han sido explicados recurrentemente y en gran medida por un mismo grupo económico y social, el de la clase media.

lunes, 10 de febrero de 2020

La Ley del Valor de Karl Marx en el ocaso del capitalismo

El siguiente artículo es un pasaje abreviado y editado del primer capítulo del libro El Leviatán invisible: la Ley del valor de Marx en el crepúsculo del capitalismo, de Murray Smith, publicada por Haymarket Books en 2019 como parte de la serie de libros Materialismo histórico.


Murray Smith, Sin Permiso

El capitalismo global, con la humanidad incluida, se enfrenta ahora a una triple crisis:

1- una profundización de la contradicción estructural del modo de producción capitalista, que se manifiesta como una crisis multidimensional de 'valorización', es decir, una crisis en la producción de 'plusvalía', el elemento vital del sistema de ganancias;

2- una crisis grave de las relaciones internacionales derivada del hecho de que las fuerzas productivas globales están reventando los límites del sistema de estados-nación, cuyas unidades individuales continúan abordando sus problemas más graves de forma principalmente "nacional";

3- y una creciente "ruptura metabólica" entre la civilización humana y las "condiciones naturales de producción": los fundamentos ecológicos de la sostenibilidad humana.

Juntas, estas crisis interrelacionadas sugieren que hemos entrado en una 'era crepuscular' del capitalismo, en la que la humanidad encontrará los medios para crear un orden superior y más racional de organización social y económica, o en la cual el capitalismo decadente provocará la destrucción de la civilización humana.

Muy pocos en la supuesta 'izquierda' actual quieren considerar, mucho menos aceptar, esta evaluación. Por el contrario, la mayoría de los posibles progresistas se aferran desesperadamente a la noción de que el "capitalismo neoliberal" no es más que la fea mutación de un conjunto de políticas miopes que la clase dominante capitalista puede preferir, pero que también podría verse presionada a abandonar a favor de una especie de capitalismo más humano, justo y equitativo. Por esta razón, la izquierda establecida, orientada a la reforma, es reacia a caracterizar el neoliberalismo como lo que es: una respuesta estratégica predecible e inevitable por parte del capital y el estado a una crisis cada vez más profunda del sistema de ganancias capitalista, una crisis que ha sido desplegándose durante varias décadas.

domingo, 9 de febrero de 2020

Los jóvenes de EEUU han perdido la fe en el capitalismo y simpatizan con Bernie Sanders


Alfredo Jalife-Rahme, La Jornada

El 70 por ciento de los millennials y/o "generación Y", quienes nacieron después de 1980, simpatizan con un socialista, pese a que el término socialismo es anatema en EEUU y del que el renergizado Trump, después del fallido impeachment, ha hecho su tiro al blanco propagandístico para enarbolar las bondades del capitalismo de Wall Street que ha llevado sus acciones a la estratósfera, en contraste con su economía que exhibe una patente mediocridad –exceptuando la aristocrática economía digitálica de Silicon Valley.

Los jóvenes de EEUU "han perdido la fe en el capitalismo y ahora abrazan al socialismo" mientras que la principal propuesta de cuidados médicos de Bernie Sanders, confeso socialista demócrata, quien ondea la bandera de "Cuidados médicos para todos" que ha atraído a los millennials y ha movido a la izquierda al Partido Demócrata en forma significativa (https://bit.ly/3bllP72).

El 50 por ciento de los millennials y el 51 por ciento de la generación Z sienten que el sistema económico de EEUU ha trabajado en su contra y tienen una mayor vista desfavorable del capitalismo. Muchos de los jóvenes se encuentran abrumados con sus deudas colegiales, mientras que el socialismo y comunismo no aportan las mismas asociaciones negativas y memorias que sus generaciones previas.

viernes, 7 de febrero de 2020

El duro análisis del influyente Thomas Piketty sobre las causas del estallido: “En Chile prevalece una ideología de desigualdades”

En una presentación en Londres de la versión en inglés de su libro “Capital e Ideología”, el economista francés –especialista en desigualdad– habló del movimiento social chileno como un punto determinante en la historia de la globalización. Al mismo tiempo, volvió a poner el dedo en la llaga del modelo chileno, apuntando al problema de la inequidad de la distribución de la riqueza como foco de la revuelta iniciada en octubre, al recordar que “Chile y Brasil son algunos de los países con más desigualdades del mundo”. Además, el académico sacó a colación otro factor, al subrayar que “en el Chile post-Pinochet nunca se cuestionaron las bases de la Constitución”.


El caso chileno es digno de análisis en todo el mundo. Y así lo reflejaron las palabras del francés Thomas Piketty, considerado el economista más influyente de los últimos años, quien durante la presentación en Londres de la versión en inglés de su último libro Capital e Ideología, abordó el estallido de octubre en Chile.

El experto en desigualdad económica y distribución de la renta catalogó lo que sucede en nuestro país, junto a las protestas en el Líbano y la ola de los chalecos amarillos en Francia, como un movimiento que contribuye a disminuir las desigualdades económicas que hoy en día aquejan a gran parte del planeta.

“Lo que pasó en Chile, las protestas contra las desigualdades y a favor de mayor igualdad económica, es muy importante, porque demuestra que estamos en un punto determinante en la historia de la globalización”, comentó el profesor de Estudios Superiores en Ciencias Sociales (EHESS) y de la Escuela de Economía de París.

Durante la presentación en la Escuela de Economía y Ciencia Política de Londres, el académico insistió en que “en América Latina, en particular en Chile y en Brasil, son algunos de los países más desigualdades del mundo”.

Desigualdad social, fuente de toda riqueza


Eduardo Lucita, Rebelión

La desigualdad social global está “fuera de control”. Esta es la conclusión más general a la que arribaron un conjunto de organizaciones no gubernamentales reunidas en Oxfam, organismo internacional que busca combatir la injusticia de la pobreza en el mundo.

Según los datos informados por Oxfam en los días previos a la reciente reunión del Foro Económico Mundial en Davos, los multimillonarios más ricos del mundo -aquellas personas que su patrimonio supera los mil millones de dólares- suman 2153 y poseen más riqueza que el 60 por ciento de la población mundial. El 1% más rico del mundo tiene más del doble de riqueza que el 90% (6.900 millones de personas) de la población mundial. O que solo 26 personas poseen lo mismo que la mitad de la población (3.800 millones).

“La desigualdad en el mundo está profundamente arraigada y ha alcanzado un nivel escandaloso” concluye el informe citado que se basa en datos oficiales del FMI, el BM y la CEPAL entre otros organismos internacionales.

No es obra de la naturaleza


La desigualdad social, es decir aquella condición que hace que las personas tengan un acceso desigual a los diferentes tipos de recursos (ingresos dinerarios, viviendas, servicios esenciales…) no es obra de la naturaleza como nos suelen decir quienes reproducen aquel concepto que supone que “pobres habrá siempre”. Por el contrario es inherente al sistema capitalista como tal, que no puede sobrevivir sin desigualdades sociales, porque esta es necesidad y a su vez resultado de la lógica de la acumulación del capital en cada período histórico. En otras palabras, la tasa de ganancia del capital es mayor que la tasa de crecimiento de la economía.

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