Aquellos que previenen enfermedades y se exponen a los nuevos virus son heroicos, pero aquellos que crean y propagan a propósito enfermedades y virus son inhumanos
“En vastos laboratorios del Ministerio de Paz, y en estaciones experimentales, equipos de expertos trabajan incansablemente en la creación de nuevos gases tóxicos y más letales; o en la creación de venenos solubles capaces de producirse en grandes cantidades que destruyan la vegetación de continentes enteros; o desarrollando razas de gérmenes de enfermedades inmunizadas contra todos los anticuerpos posibles"
George Orwell, 1984
Dada la historia de los gobiernos de Estados Unidos y su complejo industrial militar relacionado con la guerra biológica y la guerra de gérmenes, el uso de estos agentes contra grandes poblaciones y el deseo de crear agentes que sean cepas específicas, este país se ha convertido en proveedor de muerte sin compasión. Los virus hechos por el hombre para destinarlos a la guerra, ya sea para la destrucción económica, el hambre o la muerte en masa, son el trabajo de seres potencialmente malvados. La depredación a este nivel corresponde a quien está en el poder: un presidente, por ejemplo, podría dar la orden de aniquilar a millones de personas debido a su incapacidad para controlar un problema que él causó y perpetuó, y luego culpar a las víctimas.
¿Quién hubiera creído que la guerra moderna podría ser más brutal, más tortuosa, más dolorosa y más dañina, especialmente para la gente inocente, que las atrocidades cometidas en las guerras del pasado? Soldados enviados a morir en trincheras, ciudades destruidas por bombas atómicas, países enteros devastados, y millones de personas condenadas a morir de hambre a propósito para apaciguar a algún tirano o "líder" elegido. Si pensábamos que la guerra nuclear marcaría el final de la vida tal como la conocemos, ahora los virus no controlados y mortales desplazan la frontera de la muerte y pueden consumir a millones. Toda esta locura de muerte y destrucción ha sido creada por el hombre.