domingo, 7 de octubre de 2018

¿Por qué Jair Bolsonaro sería una pesadilla para América Latina?

Atilio Boron, Página 12

En una taberna maloliente de los barrios bajos del Munich de la primera posguerra un cabo desmovilizado del ejército imperial austriaco –fracasado como pintor y retratista– trataba de ganarse la vida apostando con los borrachos del local a que no lograban acertarle sus escupitajos desde una distancia de tres metros. Si los esquivaba, ganaba; cuando no, debía pagar. Entre una y otra tentativa vociferaba tremendos insultos antisemitas, maldecía a bolcheviques y espartaquistas y prometía erradicar de la faz de la tierra a comunistas, gitanos, homosexuales y judíos. Todo en medio de la gritería descontrolada de la clientela allí reunida, pasada de alcohol, y que repetía con sorna sus dichos mientras le arrojaban los restos de cerveza de sus copas y le tiraban monedas entre insultos y carcajadas. Años después, Adolfo Hitler se convertiría, con esas mismas arengas, en el líder “del pueblo más culto de Europa”, según más de una vez lo asegurara Friedrich Engels. Quien en esos momentos –años 1920, 21, 23– era motivo del cruel sarcasmo entre los parroquianos de la taberna resucitaría como una especie de semidiós para las grandes masas de su país y la encarnación misma del espíritu nacional alemán.

Brasil se enfrenta a crucial elección presidencial marcada por los engaños de la justicia

Mark Weisbrot, cepr

El mundo está observando las elecciones de Brasil, probablemente como nunca antes. "La última amenaza de América Latina: Bolsonaro Presidente", grita el titular en la portada de The Economist. A esta conservadora revista británica le encantaría ver cómo el Partido de los Trabajadores (PT) desaparece de la política brasileña, pero ni siquiera pueden soportar a Bolsonaro, quien en 2016 dedicó su voto para destituir a la presidenta Dilma Rousseff en honor a la coronel responsable de su tortura.

Muchos han hecho la comparación con Trump, y por supuesto hay similitudes, especialmente en el racismo abierto y la misoginia de los dos políticos. Y ambos deben gran parte de su ascenso al fracaso de las políticas económicas neoliberales. Pero la trayectoria de Brasil hacia un escenario de amenaza aún más peligroso es una reacción de derecha por parte de la élite tradicional y corrupta del país contra las reformas económicas positivas del PT que beneficiaron a la gran mayoría de los brasileños.

Para 2014, bajo las presidencias de Lula y Dilma, la pobreza se había reducido en un 55 por ciento y la pobreza extrema en un 65 por ciento, y el desempleo alcanzó un mínimo histórico de 4.9 por ciento. Algunas de estas ganancias se perdieron cuando la economía entró en una profunda recesión ese año, y la derecha aprovechó esa desaceleración para usurpar lo que no pudo ganar en las urnas en cuatro elecciones consecutivas.

sábado, 6 de octubre de 2018

La desvergüenza del Fondo Monetario Internacional

Fernando Luengo Escalonilla, Público

Como si formáramos parte de un engranaje que gira una y mil veces alrededor del mismo eje; como si el tiempo, perezoso, se resistiera a avanzar; como si estuviéramos condenados eternamente a contemplar la misma desgastada imagen. Esta es la abrumadora sensación que tengo cuando escucho o leo los diagnósticos y las recomendaciones de los economistas y los responsables del Fondo Monetario Internacional (FMI). Inquieta pensar el enorme poder que concentra esta institución para hipotecar las políticas de los gobiernos y vencer las resistencias de los pueblos.

Digo diagnósticos y debería decir recetas de supuesta validez universal, cualquiera que sea el país y el continente donde se apliquen; y digo recomendaciones cuando resulta más apropiado decir imposiciones, pues, como es sabido, la hoja de ruta establecida por esta institución es la referencia o la excusa utilizada por los gobiernos para justificar la implementación de políticas socialmente regresivas y es la llave que abre (o cierra) el grifo de la financiación internacional.

viernes, 5 de octubre de 2018

Salarios y el mito del mercado laboral en México

Alejandro Nadal, La Jornada

La teoría económica desempeña un papel fundamental en nuestra visión del mundo y de la sociedad. Desgraciadamente, ha contribuido a distorsionar nuestra perspectiva y ha deformado la percepción de las fuerzas que guían el devenir de los acontecimientos humanos. Quizá en ningún espacio esto ha sido más destructivo que en el ámbito del llamado mercado laboral. Es en este ámbito en el que más urge sacudirse la tiranía de las ideas.

Los salarios bajos han sido una de las características centrales de la economía mexicana desde hace décadas. Hasta en las negociaciones sobre el TLCAN uno de los temas centrales sobre los que insistió Estados Unidos fue la necesidad de incrementar los salarios, que alcanzan uno de los niveles más bajos de Latinoamérica. Se dijo que los salarios deprimidos conferían una ventaja competitiva artificial a la economía mexicana, casi similar a la que puede proporcionar la manipulación del tipo de cambio. Los poderes establecidos en México se llevaron así la sorpresa de ver que la presión para incrementarlos no provenía de sindicatos incómodos, sino de Washington.

Este año los salarios contractuales aumentaron 5.5 por ciento y se espera que el incremento llegue a 6 por ciento a finales de diciembre. El alza en términos reales es mucho más modesta, pues se espera que la inflación para finales de año alcance 4.5 por ciento.

jueves, 4 de octubre de 2018

A una década de la estafa financiera más grande de la historia

Andre Damon, wsws

Hace diez años, el Congreso estadounidense y el Gobierno de Bush inició el mayor rescate bancario en la historia de la humanidad.
Con la aprobación de la Ley de Estabilización Económica de Emergencia de 2008, la cual creó el Programa de Rescate de Activos en Problemas (TARP, por sus siglas en inglés), se le autorizó al Tesoro de Estados Unidos gastar unos $700 mil millones para comprar “activos en problemas” de los principales bancos de Wall Street. Este iba a ser meramente un pago inicial de un programa mayor, con el apoyo pleno del Gobierno y la supervisión en gran parte de la Administración de Obama, alcanzando los 4 billones de dólares.

La aprobación del TARP fue la primera respuesta de la clase gobernante estadounidense a la crisis que desencadenó el colapso de la burbuja hipotecaria, en sí el producto de décadas de creciente especulación y financiarización. Los principales bancos e instituciones financieras han ganado miles de millones por medio de la comercialización fraudulenta de hipotecas de alto riesgo. Cuando se acabó el lucrativo y maniaco festejo, tenían en mano billones en activos que esencialmente no tenían valor alguno (“en problemas”).

En declaraciones públicas, algunos líderes de la élite gobernante estadounidense emitieron advertencias severas sobre las consecuencias si el Gobierno no intervenía inmediatamente para salvar los bancos. Todos los recursos de la sociedad tenían que ser exprimidos para recatar el sistema financiero. No se podía eludir ningún gasto ni cuestionarlo.

Mientras que la crisis de 2008 estaba arraigada en las contradicciones fundamentales del capitalismo estadounidense y global, se realizaron ciertas decisiones premeditadas para crear las condiciones más aptas para una transferencia masiva de riqueza a la élite dominante.

miércoles, 3 de octubre de 2018

Trump amenaza a "aliados estratégicos" con aranceles automáticos

Nick Beams, wsws

Si bien el blanco principal de la guerra comercial lanzada por la administración Trump es China —llamada por los militares y el aparato de inteligencia de los EEUU como un "competidor estratégico"— también está aumentando la presión contra sus supuestos "aliados estratégicos".

Su principal arma económica es la amenaza de aranceles del 25 por ciento para automóviles y partes de automóviles en virtud del artículo 262 de la Ley de expansión comercial de 1962, que faculta al presidente para imponer impuestos por "seguridad nacional".

Esta amenaza la reitiró en tres ocasiones en los últimos dos meses.

La primera fue cuando Trump se reunió con el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, para hablar personalmente en julio. Según la versión de Trump de los eventos, que describió en una conferencia de prensa con el presidente polaco, Andrez Duda, a principios de este mes, la Unión Europea se había negado a participar en las negociaciones, pero luego aceptó bajo la amenaza de imposición de automóviles.

martes, 2 de octubre de 2018

El fallo de La Haya: la hora de la política y la diplomacia


Atilio A. Boron

El fallo de la Corte Internacional de Justicia cierra, por ahora y tan sólo en el ámbito jurídico, el histórico diferendo político relativo el acceso al mar de Bolivia. Porque tal como el periodista e historiador chileno Manuel Cabieses Donoso lo estableciera con su habitual clarividencia días antes de conocerse la sentencia, “después del fallo de la Corte Internacional de Justicia, lo único razonable es que Chile y Bolivia inicien el diálogo amistoso que el mundo les está pidiendo.”
Según algunos observadores el fallo del tribunal de La Haya peca de un tecnicismo que no se compadece con la densidad histórica y geopolítica que encierra esa controversia. Los jueces obraron como si estuvieran en presencia de un litigio entre dos cantones suizos por el acceso a unas pasturas para sus vacunos de lechería. No se hicieron cargo de la dimensión y la génesis del conflicto y del papel de las grandes potencias de la época –Gran Bretaña y en menor medida Estados Unidos- que utilizaron al gobierno de Chile como un “proxy” para apoderarse de las riquezas mineras existentes en esa región. Estas no fueron utilizadas para estimular el progreso material de Chile, que siguió siendo “un caso de desarrollo frustrado” como lo sentenciara el gran economista de ese país, Aníbal Pinto, sino para acrecentar las fabulosas ganancias de las empresas extranjeras promotoras de la guerra. En ese tiempo, 1879, la explotación del guano y el salitre producían pingües ganancias dado que eran los principales fertilizantes que demandaba impostergablemente la agricultura europea, cuyas tierras labradas por siglos daban signos de agotamiento luego de la Revolución Industrial. Y también estaba el cobre, aunque con una presencia apenas incipiente en esa época.

domingo, 30 de septiembre de 2018

Tras una década de caídas salariales, la Reserva Federal busca detener la “inflación de salarios”

Jerry White, wsws

El miércoles, la Reserva Federal aumentó su tasa de interés de referencia por encima de dos por ciento por primera vez desde que el banco central de Estados Unidos comenzó su régimen de tasas de interés bajas después del derrumbe financiero global de 2008. Explicando la decisión, el Comité de Operaciones de Mercado Abierto de la “Fed” dijo que estaba monitoreando de cerca y reaccionando ante “indicadores de presiones y expectativas inflacionarias”.
En círculos gobernantes, la mención de presiones inflacionarias es un código para referirse a los aumentos salariales. Como el comentarista del Financial Times, John Authers, indicó en un artículo reciente, “La inflación salarial es central en la ecuación de reacciones de la Fed”.

La asombrosa alza en las bolsas de valores a nivel global y el vasto crecimiento de las fortunas personales de la oligarquía financiera han dependido de una presión continua a la baja sobre los salarios y las condiciones de los trabajadores.

El desempleo masivo, las ejecuciones hipotecarias y el esparcimiento de la pobreza durante la Gran Recesión fueron utilizados como un martillo para reestructurar las relaciones de clases en Estados Unidos y por todo el mundo y destruir los derechos sociales y las protecciones conquistadas por los trabajadores a través de generaciones de lucha de clases. Mientras que los Gobiernos de todo molde les entregaron billones en “estímulos económicos” a los especuladores financieros y las corporaciones responsables de la crisis, para la clase obrera solo se hablaba de austeridad, “flexibilidad laboral”, niveles salariales de pobreza y condiciones de empleo precarias asociadas con la economía informal.

LinkWithin

Blog Widget by LinkWithin