viernes, 8 de junio de 2018

La crisis de la globalización: ¿una guerra inevitable?

La falsa ilusión de la globalización tal y como la concibió hace veinte años gente muy insensata es insostenible
James K. Galbraith, CTXT

En su libro más reciente, Kari Polanyi Levitt señala que la palabra “globalización” no aparece en los diccionarios de lengua inglesa Oxford Shorter English anteriores a 1994 ni en los programas correctores ortográficos de la época. Surgió de la nada en ese momento por una razón: para arrojar cierta luz de benigna inevitabilidad sobre el proyecto de hegemonía occidental que se ofrecía como futuro tras la disolución de la URSS.

Hoy, mientras escribo en el 200 aniversario del nacimiento de Karl Marx, este proyecto no ha estado a la altura, y quizá se tambalee y esté a punto de sufrir su propia disolución. Hay tres motivos principales: uno es China; el segundo es Rusia; y el tercero, y más importante, es la mala gestión financiera de Estados Unidos y Europa.

La gran idea de la década de 1990 era que un orden mundial liberal, abierto y unificado, dominado por los bancos, podría llevar democracia y prosperidad al Este. Esta idea, ciertamente, se había puesto a prueba en el hemisferio sur desde comienzos de la década de 1980 y la experiencia se denominó la “Década Perdida”. Sin embargo, en el Este era novedoso –además de ser, hasta cierto punto, algo en lo que se confiaba fielmente en los vertiginosos momentos en que se producía la desaparición de un socialismo mediocre en Europa.

jueves, 7 de junio de 2018

Las fusiones bancarias no salvarán la eurozona

Matthew Lynn, El Economista

Actualmente, hay varios sectores en los que no hay ningún aliciente para invertir. Los grandes almacenes británicos serían un ejemplo. Las pizzerías o casas de cambio turcas serían otro. Pero un banco italiano, sin duda, se metería en el top cinco de las cosas en las que hay que evitar invertir. Y es que con un Gobierno populista radical tomando el control, con los buitres de los bonos dando vueltas, con una moneda paralela extraña en los memorandos, y con alguna de las deudas más altas del mundo, el atractivo es tal y como el de un día festivo y lluvioso en Scunthorpe.

Sin embargo, eso no parece haber disuadido a la Société Générale. El segundo banco más grande de Francia pasó gran parte del año 2017 discutiendo una fusión con la mayor institución financiera de Italia, Unicredit. Puede que no esté solo. Ya se ha informado de una vinculación entre el Deutsche Bank alemán y el Commerzbank, y no sería sorprendente ver más fusiones financieras en toda la zona euro durante el próximo año. El problema es que eso no es más que una solución a corto plazo para los desafíos de la zona. Mientras la unión bancaria siga sin construirse, los desequilibrios tengan que ser reciclados a través de los bancos y la relajación cuantitativa siga siendo ineficaz, la crisis bancaria europea continuará. Las fusiones pueden hacer ganar tiempo, pero no solucionar ninguno de los problemas subyacentes.

Petrobras sobrevive al golpe en Brasil

Emir Sader, Público

Fernando Henrique Cardoso alcanzó a cambiar el nombre de la empresa, para facilitar su privatización. Total, Petrobrás tiene demasiado olor a Brasil. Lo cambió a Petrobrax, en la onda de la globalización.

La operación resultó mal. La reacción indignada hizo con que, en menos de 24 horas, Cardoso, después de gastar montón de dinero en lo que consideraba una formidable operación de marketing, tuvo que devolverle el nombre de la empresa. Le dejó una huella: le sacó la tilde: quedó Petrobras en lugar de Petrobrás.

Pero quedó la frustración del neoliberalismo en Brasil que, al contrario de Argentina, donde Menem privatizó a rajatabla todo. Quedaron Petrobras, Electrobras, los bancos públicos como Banco do Brasil, Caixa Economica Federal, Bndes.

Lula fortaleció como nunca la esfera pública en Brasil. Los bancos públicos, esenciales para apoyar el crecimiento económico y la implementación de las políticas sociales, se convirtió en los más importantes bancos del país. A su vez Petrobras se transformó en una de las dos más importantes empresas del mundo en la producción de combustibles, con el descubrimiento del Presal.

miércoles, 6 de junio de 2018

Moneda hegemónica: costos y privilegios

Alejandro Nadal, La Jornada

Los mensajes desde la Casa Blanca indican que los aranceles impuestos contra las importaciones de China, Unión Europea, Canadá y México tienen como objetivo corregir el gigantesco desequilibrio en las cuentas externas de Estados Unidos. Pero la paradoja es que si el presidente Donald Trump realmente quiere corregir ese desequilibrio tendría que comenzar por reconsiderar el papel de su moneda, el dólar, en el sistema de pagos internacionales.

La hegemonía de la divisa estadounidense sigue siendo innegable. Es la moneda de mayor presencia en las transacciones comerciales y financieras en todo el mundo. Y se mantiene también como la divisa más utilizada como reserva por bancos centrales y en las tesorerías de los grandes grupos corporativos.

Las ventajas que esta posición privilegiada confiere a Estados Unidos son múltiples. La más importante es que permite a ese país mantener un gigantesco déficit crónico en su balanza comercial, sin que eso le imponga una disciplina macroeconómica, como sucede con cualquier otro país. Desde esa perspectiva, el consumidor estadounidense goza de una ventaja sin paralelo. Es por esto que Estados Unidos ha podido mantener durante décadas un crecimiento económico impulsado por el consumo. En el sistema de hegemonía del dólar, el público estadunidense se ha convertido efectivamente en el consumidor de última instancia.

La Administración de Trump da un gran paso hacia la guerra comercial global

Nick Beams, WSWS

La Administración Trump ha seguido adelante con la imposición de aranceles a las exportaciones de acero y aluminio de la Unión Europea, México y Canadá bajo las disposiciones de "seguridad nacional" de una ley estadounidense de 1962, arriesgándose a una guerra comercial que trae a la memoria a la de los años treinta.

Los aranceles se invocaron por primera vez en marzo, pero se suspendieron mientras la UE buscaba una exclusión permanente de su imposición, y México y Canadá negociaron con los Estados Unidos para volver a redactar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN). La UE, Canadá y México representan aproximadamente el 40 por ciento de las importaciones de acero de EEUU.

Luego de anunciar la decisión de proceder, el secretario de Comercio, Wilbur Ross, dijo que las negociaciones del TLCAN no fueron lo suficientemente extensas como para justificar un nuevo aplazamiento.

Las conversaciones con Europa no resolvieron nada. La UE dijo que estaba preparada para "comprometerse" con Estados Unidos en el comercio, pero solo si Estados Unidos retiraba la amenaza de los aranceles. Según el Financial Times, Washington rechazó este enfoque, diciendo que Europa estaba exigiendo que Estados Unidos regalara el "gran martillo" como el costo de entrada a las conversaciones que no llevaría a ninguna parte.

martes, 5 de junio de 2018

Algo huele en los mercados que recuerda a 2007

Diego Herranz, Público

Mariano Rajoy puede dormir tranquilo. Su salida del Ejecutivo español no ha contribuido a generar la aversión que se ha instalado en los mercados financieros en su semana de calvario político. Ni, como decían algunas de las portadas de sus diarios de cabecera al día siguiente de que el PSOE registrara la moción de censura en el Congreso –que ha llevado a la cuarta economía del euro a un cambio de Ejecutivo–, la fulgurante crisis de gobierno en España disparó la prima de riesgo y ocasionó el desplome de la bolsa. Unos adjetivos que, por cierto, deberían reservarse, exclusivamente, para describir los efectos perniciosos de crisis sistémicas.

Porque el mismo diferencial del bono español respecto al bund alemán y las mismas plazas bursátiles se comportaron en sentido contrario en la jornada previa al inicio del debate de censura que sacó a Rajoy de La Moncloa, cuando ya se avecinaba el cambio de signo político en el gabinete español.

La última vez que empezaron a sonar esos apelativos –sobre todo en la prensa financiera internacional– fue en 2007, preludio del tsunami del año siguiente. Aunque sin demasiada consistencia. Ahora vuelven a salir a relucir. Pero poco (o casi nada) ha tenido que ver con la moción en España. Sino más bien porque el consenso del mercado comienza a inclinarse por augurar nubarrones de crisis. Un ambiente que ya admiten responsables de los grandes bancos de inversión de Wall Street. Sin duda, la auténtica voz de los mercados. Por antonomasia. Está en su ADN. Y, quizás, espoleados porque los mensajes de entonces no fueron lo suficientemente intensos y efectivos como para resguardarse del estallido del credit crunch de 2008. Fueron, más bien, fuegos de artificio para tratar de interpretar la alta volatilidad de los mercados. Como ocurre en la actualidad.

lunes, 4 de junio de 2018

El nombramiento del Gobierno tecnocrático sumerge a Italia en una crisis de gobierno

Alex Lantier, wsws

Una creciente crisis financiera y política se está extendiendo por Europa después de que el presidente italiano Sergio Mattarella nombrara un Gobierno tecnocrático el lunes 28, anulando efectivamente las elecciones de marzo de 2018. Los mercados financieros están entrando en pánico y se están convocando protestas, a medida que emergen a la superficie amargas divisiones dentro de la burguesía italiana, particularmente con respecto al euro.

Inicialmente, los mercados financieros bajaron las tasas de interés italianas el lunes 28, marcando su aprobación de la decisión de Mattarella de no permitir que el movimiento populista de derechas Cinco Estrellas (M5S) y la ultraderechista Lega formen un Gobierno. El martes, sin embargo, los mercados financieros continuaron impulsando las tasas de interés de la deuda italiana hacia arriba, al 1,937 por ciento por primera vez desde 2013, e hicieron caer al euro a menos de $1,16. Está cada vez más claro que no se han resuelto los conflictos profundos en la clase dirigente italiana y en toda Europa que subyacen a la crisis del euro tras el colapso de 2008 en Wall Street.

La agitación del mercado se extendió a los Estados Unidos, donde el Promedio Industrial Dow Jones cayó 391 puntos, o un 1,58 por ciento.

El lunes por la noche, el primer ministro designado, Carlo Cottarelli, indicó que supervisaría a un Gobierno tecnocrático comprometido con la austeridad y el euro. Dijo: “Mi Gobierno será neutral, garantizará una gestión prudente del presupuesto estatal y considerará la participación esencial de Italia en el euro”. También indicó que nominaría a funcionarios estatales no partidistas como ministros y les pediría que firmaran su compromiso con no buscar la elección en las próximas elecciones parlamentarias.

viernes, 1 de junio de 2018

Golpe del FMI al gobierno italiano antisistema: “palazzo contra piazza y pizza”

Alfredo Jalife-Rahme, La Jornada

Italia se encuentra sumida en la peor doble crisis política y constitucional desde hace 73 años debido al veto de su presidente Sergio Mattarella –anterior juez de la Corte Constitucional– al nombramiento de Paolo Savona, de 81 años, como ministro de Economía y Finanzas, connotado euroescéptico quien critica al euro de ser una "jaula (sic) alemana" y apuntalado por la coalición nacionalista (despreciada de "populista" por los multimedia neoliberales/centralbanquistas) de la separatista Liga Norte y el antisistémico Movimiento 5 Estrellas (M5S).

El rechazo inédito del presidente Sergio Mattarella, de 76 años, obligó a la renuncia del jefe de Gobierno designado Giuseppe Conte, desconocido jurista de 53 años, quien optó por devolver su nombramiento.

El presidente enfatizó que "la incertidumbre sobre nuestra posición con el euro alarmó a los inversionistas italianos y foráneos quienes invirtieron en acciones y compañías" cuando “el incremento del spread (diferencial) de los bonos aumenta la deuda y reduce la oportunidad de gastar en medidas sociales” y "quema los ahorros y recursos de las empresas y ensombrece riesgos para las familias y ciudadanos italianos".

El presidente adujo su rechazo al nominado ministro Paolo Savona porque "hubiera podido provocar la salida inevitable de Italia del euro", a lo que replicó Luigi Di Maio, de 31 años y líder del M5S –partido antisistémico fundado por Beppe Grillo: comediante, actor y bloguero quien promovió la "democracia directa" y la "honestidad"– que “es inútil ir a votar ya que los gobiernos son las calificadoras y los lobbys financieros y bancarios”.

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