domingo, 30 de agosto de 2015

El expolio del tercer rescate griego


Juan Francisco Martín Seco, Rebelión

El pasado día 18 se debatió en el Congreso el tercer rescate de Grecia, una pantomima sin relevancia alguna, ya que el resultado de la votación no era vinculante y, tal como se afirmó desde la oposición, contrastaba con el hecho de que el rescate español se adoptara en su día sin someterlo antes al debate de las Cortes. En cierto modo, la sesión del día 18 constituyó una trampa que el Gobierno tendió a los distintos grupos parlamentarios, que se vieron en la tesitura de o bien pronunciarse en contra, lo que podía entenderse como un acto de insolidaridad con Grecia negándoles la ayuda precisa, o bien votar a favor, lo que cabria interpretar como apoyo al acuerdo del Eurogrupo y bendición de un memorándum ignominioso, injusto y antidemocrático. Otra cosa muy distinta sería que la discusión se hubiese producido con anterioridad a las negociaciones y dedicado a fijar la postura del Gobierno en ellas.

sábado, 29 de agosto de 2015

China y el ocaso de la economía global


Germán Gorraiz López, Alainet

El fenómeno de la globalización económica ha conseguido que todos los elementos racionales de la economía estén interrelacionados entre sí debido a la consolidación de los oligopolios, la convergencia tecnológica y los acuerdos tácitos corporativos, por lo que el estallido de la crisis china ha provocado en la aldea global la aparición de nuevos retos para gobiernos e instituciones sumidas en el desconcierto y en la incredulidad. Así, China tiene que superar una serie de reformas estructurales pues entre las fragilidades de su economía se encuentran la todavía limitada integración financiera internacional, su aislamiento y control del aparato estatal en el ámbito interno, así como una asignación de recursos económicos poco eficiente provocada por el paternalismo público y un insuficiente nivel de desarrollo de las redes de distribución, marketing y venta. Los desafíos están centrados en vencer la alta dependencia de China respecto de la demanda de las economías desarrolladas y la incierta capacidad de la demanda privada para tomar el relevo una vez que se agoten los estímulos públicos.

viernes, 28 de agosto de 2015

El sesgo conservador y neoliberal de los medios de comunicación


Vicenç Navarro, NuevaTribuna.es

Uno de los problemas mayores que tienen las democracias occidentales ha sido la gran concentración de la riqueza y de las rentas en estos países en manos de sectores muy minoritarios de la población y que ejercen una enorme influencia en las instituciones representativas y en los mayores medios de tales países, con el consiguiente deterioro de la calidad democrática en estas sociedades. Consecuencia de ello es que la información a la cual tiene acceso la ciudadanía es, por lo general, muy sesgada además de deficiente.

Muchos estudios científicos han mostrado de una manera muy convincente y contundente de que a mayor desigualdad en una sociedad, (con mayor concentración de la riqueza y de las rentas) menor es la calidad democrática de sus instituciones, y más limitada y sesgada es la información que la ciudadanía recibe a través de los mayores medios de información.

De Trotsky a Kissinger

Maciek Wisniewski, La Jornada

"Si la primera mitad del siglo XX fue la época de Franz Kafka, Sigmund Freud, Walter Benjamin, Rosa Luxemburgo o León Trotsky, la segunda lo ha sido más bien de Raymond Aron, Leo Strauss, Henry Kissinger y Ariel Sharon (p. 13).

Así Enzo Traverso, el historiador italiano, pone el dedo en la llaga e identifica la peculiar transposición de los acentos políticos e intelectuales en la judeidad a lo largo del siglo pasado (El final de la modernidad judía: historia de un giro conservador, 2013, 235 pp.).

Los bancos centrales se citan en las Montañas Rocosas para evitar la deflación mundial


Josè Luis de Haro, El Economista

La idílica y hasta romántica estampa de Jackson Hole, en Wyoming, vuelve a convertirse a partir de este jueves en el tablero de un enrevesado juego de ajedrez, donde los alfiles, torres, damas y reyes de distintos bancos centrales suelen conjurar sobre las variopintas políticas monetarias que rigen la economía mundial. Un encuentro que en ocasiones como la actual suele estar aderezado por la volatilidad de los mercados y la incertidumbre de una posible crisis en ciernes.

Corría el verano de 1999, en la cúspide de la burbuja tecnológica, cuando Ben Bernanke, por entonces aún a siete años de ocupar la presidencia de la Reserva Federal, aseguraba a los allí presentes que los bancos centrales deberían ignorar las burbujas y ser fieles a su política más tradicional, controlar la inflación. Unas palabras que el ex capitán del banco central estadounidense tuvo que tragarse diez años después, cuando el cadáver de Lehman Brothers desató la mayor recesión desde la Gran Depresión.

El anticipo griego

Jorge Eduardo Navarrete, La Jornada

Angela Merkel y Alexis Tsipras comparten, además de la inicial de sus nombres de pila, una vivencia reciente que no debería pasar inadvertida: ambos han sufrido el rechazo dentro de su propio partido a posiciones importantes que decidieron asumir. El griego precisaba de la aprobación del Consejo de los Helenos –su parlamento– para el tercer rescate financiero, cuyos términos y condiciones aceptó a pesar de que contravenían el mandato derivado del referéndum del 5 de julio, convocado por él mismo. La alemana requería que el Bundestag –la cámara baja del legislativo– respaldase la participación de la República Federal en el arreglo europeo con Grecia. No es fácil decidir en cuál de los dos países fue más intenso y acalorado el debate político sobre este controvertido asunto. Los griegos acababan de pronunciarse, en referéndum, contra la reproducción ampliada, sine die, de una austeridad sádica. Los alemanes, si se atiende a algunas encuestas, no favorecían el rescate y exigían para Grecia un trato punitivo. En Berlín se produjo la mayor rebelión de parlamentarios demócrata y social cristianos (63 votaron en contra y tres se abstuvieron), pero el apoyo de los aliados de Merkel en la Gran Coalición, los socialdemócratas, aseguró la mayoría. En Atenas la rebelión en las filas de Syriza también fue notable (31 en contra y 11 abstenciones, de 149 legisladores), pero los opositores hicieron mayoría con el primer ministro y aprobaron sin remilgos el paquete. Merkel ha empezado a velar sus armas para buscar un cuarto mandato en 2017 y le pesa la desafección del ala más conservadora de su partido, que puede despertar otras aspiraciones. Tsipras quedó –para decirlo en términos técnicos– colgado de la brocha y, privado de mayoría, optó por la renuncia y el anticipo de los comicios: las séptimas elecciones generales en lo que va del siglo, sin contar referenda, por lo que se habla de fatiga del electorado.

jueves, 27 de agosto de 2015

Devaluaciones y evaluaciones


Orlando Delgado Selley, La Jornada

El secretario de Hacienda, Luis Videgaray, recién liberado de responsabilidad por el secretario de la Función Pública, explicó a los diputados del PRI electos para la próxima legislatura que las expectativas económicas para 2016 habrán de ajustarse a la baja debido a la incertidumbre internacional. Pero, ¡oh sorpresa!, también les dijo que paradójicamente, frente a la volatilidad del peso respecto de las monedas extranjeras, México se encuentra en un evidente proceso de crecimiento macroeconómico reflejado favorablemente en el bolsillo de los ciudadanos.

Así que la situación les quedó clara a esos diputados: el gobierno federal reducirá sus expectativas para el próximo año, es decir, disminuirá la estimación de crecimiento del PIB, pero no deben preocuparse porque estamos en un evidente proceso de crecimiento. No vamos a crecer lo esperado, pero estamos creciendo y además los ciudadanos lo notan. Para seguir con las buenas noticias también les dijo a los diputados del PRI que el mercado petrolero obliga a reducir el precio esperado de 55 dólares el barril de la mezcla mexicana, pueto que ya se cotiza en 39 dólares. Pero se ha protegido al país comprando coberturas que garantizan el precio en 49 dólares.

La economía, al borde de matar al planeta


Desarrollo industrial, crecimiento de la población, avance de las obras de infraestructura, deterioro del medio ambiente. Un cóctel que puede resultar letal para el planeta si no se lo piensa con cuidado y con la visión puesta en el futuro. Las crisis financieras de la actualidad y los necesarios proyectos para impulsar el desarrollo deben sortear el reto ineludible de cuidar el medio ambiente. Que estos conceptos no sean antagónicos es el próximo desafío que el ser humano deberá enfrentar.

Frente a las turbulencias económicas y financieras que atraviesa el mundo por estos días, el análisis debe centrarse en cómo recuperar el crecimiento sin terminar de destruir el planeta. Ante esta problemática, la revista 'Forbes' analizó la importancia de cuatro factores fundamentales que tendrán la obligación de conjugar el desarrollo y las necesidades del ser humano y del medio ambiente.

miércoles, 26 de agosto de 2015

"El desplome financiero chino señala la desaceleración del crecimiento global"


Jeffrey Gundlach, reconocido inversor y propietario de DoubleLine Capital LP, la empresa de fondos de inversión de más rápido crecimiento en la historia, advirtió este lunes que el actual desplome financiero mundial señala la desaceleración del crecimiento de la economía mundial, liderado por China, como apuntamos en El síndrome de China amenaza con una desaceleración global. Las acciones de todo el mundo cayeron con fuerza y muchos de los principales índices bursátiles entraron en zona de pérdidas anuales. Según Jeffrey Gundlach, la turbulencia fue provocada por el desplome bursátil de China.

China: la gran muralla de la especulación


Alejandro Nadal, La Jornada

La línea que separa a un especulador de un inversionista es delgada. Éste apuesta a recuperar su inversión inicial. Aquél juega a saber más que el mercado. En el capitalismo hay cabida para los dos tipos de agentes y en su análisis sobre la formación de expectativas, Keynes afirmó que la especulación no es dañina cuando las burbujas son pequeñas y forman parte de un gran río de inversión. Pero cuando la inversión se compone de unas cuantas burbujas en un mar de especulación, las cosas salen mal.

Todo mundo sabía que la crisis llegaría a China. Había demasiados canales de comunicación como para pensar que los efectos del descalabro en Estados Unidos y Europa no se transmitirían a China. Pero la crisis en el gigante asiático tiene también los ingredientes de su propia cocina. Otros se relacionan con la política económica que aplicó el gobierno chino al sentirse los efectos de la contracción del mercado mundial.

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