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viernes, 27 de septiembre de 2019

La mirada económica de Rosa Luxemburgo

Exposición en las Jornadas sobre Rosa Luxemburgo. A 100 años de su asesinato, Buenos Aires 24 de septiembre de 2019


Claudio Katz, Rebelión

Buenas tardes, gracias por la invitación y me alegro mucho de esta incorporación de Rosa Luxemburgo, a la lista de lista de revolucionarios homenajeados, como ya hicimos con Marx, Lenin, el Che o Fidel. Bienvenido este tributo a los 100 de Rosa, que fue una excepcional exponente del marxismo clásico. Como todos sus pares ella fusionaba la acción política con la teoría y la militancia con el pensamiento. Por esa razón desenvolvió una vida tan integral.

Puesto que no alumbró una corriente específica perdurable, su obra fue poco visitada y poco citada durante muchos años. Yo creo que abordó problemas de gran actualidad al actuar en un partido socialista, que principios del siglo XX ya era una organización de masas, con gran predicamento sindical y fuerte protagonismo parlamentario.

En esta mesa de las Jornadas nos concentramos en Rosa como economista y como partícipe de la extraordinaria generación de teóricos que sucedió a Marx. Yo creo que en ese terreno nos legó aportes muy significativos en varios planos.

Primero en la metodología de investigación del capitalismo. En su época ya se había generalizado el estudio del Tomo 1 de El Capital, con gran atención entrados en la explotación, la plusvalía y los desequilibrios de la órbita productiva. Rosa fue la primera en ir más allá de estos enfoques, propiciando un análisis de toda la dinámica de la reproducción. Integró especialmente la esfera de la circulación, mediante la exhaustiva incorporación del Tomo 2 a la indagación del capitalismo.

jueves, 14 de febrero de 2019

Cómo ser un anticapitalista hoy


Erik Olin Wright, Viento Sur

El anticapitalismo no es simplemente una postura moral contra la injusticia, sino que se trata de construir una alternativa.

Para muchas personas la idea de anticapitalismo parece ridícula. Después de todo, las empresas capitalistas nos han traído fantásticas innovaciones tecnológicas en los últimos años: los teléfonos inteligentes y el streaming de películas; coches sin conductor y redes sociales; pantallas Jumbotron para los partidos de fútbol y juegos de vídeo que conectan miles de jugadores de todo el mundo; cada producto de consumo concebible está disponible en Internet para una entrega a domicilio rápida; aumentos asombrosos de la productividad del trabajo gracias a las tecnologías de automatización nuevas, etc.

Y si bien es cierto que el ingreso se distribuye de manera desigual en las economías capitalistas, también es cierto que el conjunto de los bienes de consumo disponibles y asequibles para la persona media, e incluso para los pobres, se ha incrementado drásticamente en casi todas partes. Basta con comparar los Estados Unidos en el medio siglo entre 1965 y 2015: el porcentaje de estadounidenses con aire acondicionado, coche, lavadora, lavavajillas, televisor y agua corriente ha aumentado enormemente. La esperanza de vida es más larga; la mortalidad infantil, más baja.

En el siglo XXI, esta mejora de los niveles de vida básicos también se ha producido en las regiones más pobres del mundo: las condiciones materiales de millones de personas que viven en China desde que abrazó el libre mercado han mejorado de forma muy significativa. Es más, miremos lo que pasó cuando Rusia y China intentaron una alternativa al capitalismo. Aparte de la opresión política y la brutalidad de esos regímenes, fueron fracasos económicos. Así pues, si usted se preocupa por mejorar la vida de las personas, ¿cómo se puede ser anticapitalista? Ese es un relato, el relato estándar.

martes, 12 de febrero de 2019

Erik Olin Wright (1947-2019): Variantes anticapitalistas


Massimo Modonesi, desInformémonos

Erik Olin Wright (1947-2019) ha sido uno de los sociólogos marxistas más prolíficos y originales de nuestra época, en particular por su contribución al debate sobre la renovación del concepto de clase social. Antes de fallecer, dejó –a modo de testamento intelectual- una provocativa propuesta sobre “Cómo ser anticapitalista hoy” /1. La provocación consiste en sostener -a través de una argumentación lógica linear propia de la tradición analítica de la cual abrevó- que existen cuatro caminos anticapitalistas que apuntan a destruir, domar, escapar o erosionar el capitalismo pero que solo la combinación del segundo y el cuarto constituye una opción viable y fecunda.

En extrema síntesis, EOW asocia la estrategia de destruir al movimiento comunista revolucionario orientado a la conquista del poder del Estado, la de la domar a la socialdemocracia de las reformas anticapitalistas, la de escapar a los movimientos comunitarios y la de erosionar a una perspectiva anarquista que impulsa alternativas en los nichos y las grietas del sistema /2.

Frente a este repertorio, la propuesta del sociólogo norteamericano es la siguiente:
“Renunciar a la fantasía de aplastar el capitalismo. El capitalismo no es dinamitable, al menos si se quiere construir realmente un futuro de emancipación. (…) Si uno se preocupa por la vida de los demás, de una manera u otra tiene que hacer frente a las estructuras e instituciones capitalistas. Domar y erosionar el capitalismo son las únicas opciones viables. Es necesario participar tanto en los movimientos políticos para domar al capitalismo a través de políticas públicas como en los proyectos socioeconómicos de erosionar el capitalismo a través de la expansión de formas emancipatorias de la actividad económica. Debemos renovar una democracia social progresista fuerte que no solo neutralice los daños del capitalismo, sino que también facilite iniciativas para construir utopías reales con el potencial de erosionar el predominio del capitalismo”.
Para EOW son entonces compatibles la perspectiva socialdemócrata y la anarquista -tal y como las entiende- y pueden combinarse y retroalimentarse el camino estatalista desde arriba y el intersticial desde abajo, impulsando las que llama utopías reales, formas de combinar aspiraciones emancipatorias con procesos concretos que prefiguren una alternativa, juntando el “ningún lugar” de la utopía en el “aquí y ahora””.

domingo, 27 de enero de 2019

“Me muero como elegí”: las reflexiones del último gran pensador antes de su muerte

El autor de 'Comprender las clases sociales' y 'Construyendo utopías reales' ha fallecido este miércoles. En sus últimas entradas, explicaba cómo se estaba enfrentando a la muerte

Héctor G. Barnés, El Confidencial

La entrada del blog del californiano Erik Olin Wright del pasado 4 de enero cayó como un jarro de agua fría entre los seguidores de este sociólogo marxista, uno de los más influyentes de las últimas décadas. “Puedo dar noticias definitivas sobre mi situación médica”, desvelaba. “Según los últimos indicadores, me quedan tres o cuatro semanas de vida”. En la nota añadía que había comunicado a los médicos que su prioridad ante el cáncer de hígado era maximizar sus energías para poder seguir escribiendo y despedirse de familia, seres queridos y antiguos alumnos. No se quejaba: han sido 72 años maravillosos, recordaba. En la tarde del 23 de enero, uno de sus alumnos publicaba un tuit en el que confirmaba la muerte de Wright.

Hace apenas unos días, este 18 de enero, había publicado lo que sonaba a despedida (aunque después haya añadido una entrada más, con un extracto de una de las cartas que va a dejar a sus nietos). Tras anunciar que la posibilidad de regenerar o trasplantar su médula ósea estaba definitivamente descartada, lo que lo único que le quedaba era seguir sobreviviendo a base de transfusiones de sangre que serían cada vez menos eficientes, hasta terminar cayendo en un sueño que le mecerá hasta la muerte. “Me queda una cantidad limitada de tiempo en esta maravillosa forma de polvo de estrellas”, escribía. “No siento ningún terror. Quiero aseguraros que no tengo ningún miedo”.

sábado, 26 de enero de 2019

Erik Olin Wright (1947-2019)

Vivek Chibber, Viento Sur

Erik Olin Wright falleció este miércoles 23 de enero, pocos meses después de serle diagnosticada una leucemia avanzada. En los días siguientes al diagnóstico había dado los últimos retoques a su libro How to be an Anti-Capitalist for the Twenty-First Century, que se publicará a lo largo de este año.

De haber vivido, no hay duda de que este libro no sería el último. Aunque Erik tenía setenta y un años, una edad en la que los pensamientos de la mayoría de académicos se dirigen hacia la jubilación, no tenía tales intenciones. “Mi plan es seguir predicando hasta el final”, solía bromear. Todavía estaba increíblemente activo, escribiendo de forma prolífica, supervisando doctorandos, viajando y dando conferencias.

La enorme obra que nos deja abarca más de cuarenta años, pero conforma una agenda que ha quedado abruptamente interrumpida. Quienes lo conocíamos y queríamos hemos perdido a un preciado amigo. Y la izquierda, que muestra señales de renacimiento tras años de retrocesos, se ha quedado sin uno de sus intelectuales más brillantes.

La centralidad de la clase

Erik será recordado como el más importante teórico de la clase en la segunda mitad del siglo XX y como el mayor sociólogo marxista de su tiempo.

jueves, 22 de octubre de 2015

Marx un siglo después


Michael Löwy, Marx desde cero

El término “crisis del marxismo” es más bien un fórmula periodística que un concepto teórico; describe el hecho de que, en ciertos países capitalistas avanzados, sectores significativos de la intelligentsia de izquierda, de origen stalinista y/o maoísta, bajo el impacto simultáneo de la disidencia en la URSS y en Europa Oriental (especialmente las revelaciones de Soljenitsin en el Archipiélago Gulag) y de la crisis del maoísmo en China, han conocido una profunda desmoralización y desorientación, que se manifiesta en particular por el rechazo —a partir de mediados de los años 70— del marxismo como “doctrina totalitaria” (existen también intelectuales de origen no stalinista que han conocido una evolución similar —por ejemplo Castoriadis— pero son más bien una excepción).

No por casualidad se ha procesado esa crisis con particular intensidad en los países en los cuales el stalinismo y/o maoísmo tenía una influencia masiva entre los intelectuales: Francia e Italia (en Inglaterra, al revés, en los últimos cinco años el marxismo ha conocido un gran desarrollo desde el punto de vista social, cultural y científico). En su forma más superficial —la “nueva filosofía” y los nuevos ideólogos (arrepentidos) del antimarxismo— explotada ad nauseam por los mass–media, no es sino el reverso de la medalla stalinista: incapaces en el pasado de distinguir el marxismo de su lamentable caricatura burocrática, no hacen esos doctrinarios sino reproducir su postura anterior, pero ahora con signo valorativo invertido. Pero la inquietud y la perplejidad de amplios sectores de la ex militancia izquierdista manifiesta un fenómeno más profundo: el desafío que representa, para el marxismo, la paradoja de su transformación, en las sociedades poscapitalistas, en ideología de Estado, al servicio de un orden opresivo y explotador.

jueves, 1 de octubre de 2015

Kim Soohaeng (1943-2015): patriarca de la economía marxista en Corea del Sur


Jeong Seongjin, RedFlag.org

El profesor Kim Soohaeng, el economista marxista más conocido de Corea del Sur, murió de un ataque al corazón el 1 de agosto a la edad de 72 años. Le sobreviven su esposa y dos hijos. Más de doscientas personas asistieron a una ceremonia en memoria de Kim el 7 de agosto en la Universidad SungKongHoe, donde enseñó hasta su muerte, y sus alumnos, con activistas de las principales organizaciones progresistas coreanas, han creado la Fundación Kim Soohaeng.

Kim jugó un papel central a la hora de conseguir "derechos civiles" para el marxismo en Corea del Sur, donde había sido duramente reprimido desde la década de 1950. Kim consiguió hacer un hueco para el marxismo en el mundo académico a través de la traducción, el estudio y la enseñanza de El Capital de Marx. El logro más importante de Kim fue la traducción de los tres volúmenes de El Capital de Karl Marx al coreano. Aunque existían traducciones anteriores al coreano de El Capital de Marx, la traducción de Kim Soohaeng en 1989/90 fue la primera versión coreana completa de los tres volúmenes de El Capital de Marx que se publicó en Corea del Sur. Este fue un momento crucial para el marxismo en Corea del Sur, después de casi medio siglo de prohibición tras la Guerra de Corea. Otro estudioso, Kim Tae-gyung, había sido encarcelado por publicar una traducción del primer volumen de El Capital de Marx en 1987, bajo la anticomunista Ley de Seguridad del Estado de Corea del Sur, pero fue puesto en libertad en 1988 gracias a la presión de la sociedad civil.

domingo, 26 de abril de 2015

El imperio de los robots en Stiglitz y en Marx

Branko Milanovic, Sin Permiso

Siempre es instructivo hablar con Joe Stiglitz. En una conversación que tuvimos en París, luego de su charla en la Conferencia INET [The Institute for New Economic Thinking], me observó que la elasticidad de la sustitución entre capital y trabajo mayor que 1 –un supuesto habitual en el libro de Piketty El capital en el siglo XXI— combinada con un progreso tecnológico que no cayera como maná del cielo, sino que se desarrollara en respuesta a los precios de los factores, traería consigo un proceso explosivo que sólo podría terminar con un capital en posesión de todo el ingreso neto de un país. ¿Cómo?

lunes, 23 de diciembre de 2013

Franz Hinkelammert y la teoría marxista

Tengo el honor de conocer a Franz Hinkelammert y de haber participado en varias de sus clases y seminarios en sus ocasionales visitas de regreso a Chile, país en el cual vivió desde mediados de los años 60 hasta el golpe militar de 1973. Entre sus muchos libros, Crítica a la razón utópica, donde cuestiona las principales tesis de Friedrich von Hayek y Milton Friedman que dieron vida al neoliberalismo. Este artículo fue publicado en Página12 y lo comparto a los lectores
Julián Blejmar, Página 12

El economista y filósofo alemán Franz Hinkelammert utiliza la perspectiva marxista para analizar las bases de sustentación del actual sistema capitalista, los modelos alternativos en Latinoamérica y las posibilidades de un cambio de paradigma económico.

En momentos en que desde varias usinas culturales se emplea con liviandad el término “marxista”, resulta interesante conocer cuál es la perspectiva económica y social de un pensador fuertemente identificado con esta corriente. Se trata de Franz Joseph Hinkelammert, nacido en Alemania en 1931 y doctorado en Economía por la Universidad Libre de Berlín. Durante sus varias décadas de residencia en nuestro continente, Hinkelammert ejerció como profesor de Economía en la Universidad Católica de Chile hasta el derrocamiento de Salvador Allende, y en la actualidad lo hace desde el Departamento Ecuménico de Investigaciones en Costa Rica.

domingo, 27 de octubre de 2013

El conflicto capital-trabajo en las crisis actuales

Vicenç Navarro, Rebelión

Es sorprendente que en la extensísima literatura que se ha escrito sobre las causas de las crisis actuales muy poco se ha centrado en el conflicto capital-trabajo (lo que solía llamarse lucha de clases) y su génesis en el desarrollo de tal crisis. Una posible causa de esta situación es la enorme atención que ha tenido la crisis financiera como la supuesta causa de recesión actual. Pero tal atención ha desviado a los analistas del contexto, no sólo económico, sino político, que no sólo determinó, sino que configuró tal crisis financiera así como la económica, la social y la política. En realidad no se puede analizar cada una de ellas y la manera como están relacionadas sin referirse a tal conflicto. Como bien dijo Marx, la historia de la humanidad es la historia de la lucha de clases. Y las crisis actuales (desde la financiera a la económica, pasando por la social y política) es un claro ejemplo de ello.

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