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jueves, 5 de septiembre de 2019

Pesadilla en el banco central


Alejandro Nadal, La Jornada

Estas noches de verano los bancos centrales sufren una pesadilla recurrente. Sueñan que estalla un volcán llamado Recesión y que la erupción arrasa con economías enteras. Los flujos piroclásticos destruyen vidas y riqueza sin distingo. Angustiados, los responsables de los bancos centrales despiertan sobresaltados. Por un momento suspiran aliviados, pensando que sólo era una pesadilla. Pero para parafrasear el maravilloso microrrelato de Augusto Monterroso, cuando despiertan el dinosaurio sigue ahí.

No se necesita ser especialista en alta cocina macroeconómica para entender su inquietud. En los tiempos que corren, los nubarrones de una recesión están por todos lados. Y los bancos centrales saben que ya no tienen armas para enfrentarla.

La semana pasada se llevó a cabo la tradicional reunión de Jackson Hole, en Wyoming, Estados Unidos. Es una selecta conferencia organizada por la Reserva Federal de Kansas City, en la que participan funcionarios de bancos centrales, organismos financieros y especialistas en teoría macroeconómica. El tema este año fue el de los desafíos que enfrenta la política monetaria. Es el eufemismo que emplean los banqueros para hablar de sus pesadillas.

miércoles, 27 de marzo de 2019

Tasas de interés, efecto riqueza y estancamiento


Alejandro Nadal, La Jornada

Desde hace más de tres décadas las tasas de interés reales en las economías desarrolladas han mantenido constante su tendencia a la baja. Eso no sólo refleja la política monetaria instrumentada por los bancos centrales de cara a la crisis financiera de 2008. Todo parece indicar que estamos frente a cambios impulsados por fuerzas de largo aliento.

Esta trayectoria declinante afecta casi todo el abanico de tasas de interés, comenzando con las de bonos soberanos a 10 años y pasando por las de corto plazo (que normalmente siempre son más bajas que las de largo plazo). Pero a pesar de que se mantienen estas tasas de interés reducidas, ni la inversión ni el crecimiento acaban de adoptar un ritmo de mayor dinamismo. Esto tiene desconcertados a los economistas que abrazan la teoría ortodoxa. Hay dos grandes preguntas. Primero, ¿cuáles son las fuerzas que han provocado esa reducción en las tasas de interés? Segundo, ¿por qué no hay una mayor inversión (y crecimiento) como respuesta a esas bajas tasas de interés?

Las respuestas a estas preguntas no son fáciles si uno tiene una teoría equivocada sobre la determinación de la tasas de interés. Y la verdad es que la teoría neoclásica sobre esta variable adolece de serios problemas, porque su punto de partida es la idea de una tasa de interés natural que se permite equilibrar la oferta y demanda de capitales con una situación de pleno empleo. Esa teoría supone que cualquier economía capitalista tiende naturalmente a esa posición en el largo plazo. Según esa teoría, si la inversión es mayor que el ahorro la tasa natural crece hasta fomentar el ahorro y frenar la inversión, regresando a un equilibrio. Y cuando el ahorro es mayor que la inversión, la tasa de interés se reduciría y la inversión crecería, con lo cual se restablecería el equilibrio.

miércoles, 6 de septiembre de 2017

Deutsche Bank pide al BCE que ponga fin a "la era del dinero barato"


El consejero delegado de Deutsche Bank, John Cryan, pide al Banco Central Europeo (BCE), a solo un día de que tenga lugar la cita mensual de la entidad para abordar la política monetaria de la eurozona, que ponga fin a "la era del dinero barato" con tipos de interés ultrareducidos. Así lo señaló el directivo en un acto organizado por el diario alemán 'Handelsblatt', donde además advirtió de la existencia de burbujas en los mercados de capitales, tales como en acciones o bonos.

"La era del dinero barato en Europa debe llegar a su fin, a pesar de la fortaleza del euro", señaló Cryan, y añadió que es una desventaja competitiva para la banca, ya que lastra la rentabilidad, algo que Deutsche Bank no ha podido compensar con la disciplina de costes. Los bajos tipos de interés, así como la penalización a la banca por la tenencia de dinero en efectivo, son solo algunas de las medidas de la entidad central comunitaria por revitalizar la economía de la eurozona a raíz de la crisis financiera mundial.

De igual forma, Cryan aprovechó para mostrar su querencia por Fráncfort como centro financiero una vez se haga efectivo el brexit. "Solo hay una ciudad europea que puede cumplir con los requisitos, y esa es Fráncfort", aseguró. El divorcio de Reino Unido de la UE ha llevado a que los bancos e inversores de Londres estén evaluando otras ciudades a las que 'mudarse' para que, una vez se concluya la salida, puedan seguir con sus operaciones en el Viejo Continente sin ningún obstáculo comercial ni costes adicionales.

jueves, 16 de marzo de 2017

Reserva Federal: el regreso de los espíritus animales


Alejandro Nadal, La Jornada

En sus reuniones de hoy y mañana es casi seguro que la Reserva Federal (Fed) decidirá incrementar la tasa de interés. Será un aumento modesto, pues no quiere cometer errores en aras de detener presiones inflacionarias, que siguen siendo débiles. El incremento esperado es de unos 25 puntos base para llevar la tasa líder de corto plazo al rango de 0.75-1.00 por ciento. Es un aumento moderado que va en la línea de la señora Janet Yellen, presidenta de la Fed, quien no quiere ser recordada como la persona que sofocó la recuperación de la economía de Estados Unidos.

La Fed ha dicho que 2017 vería otros dos incrementos en la tasa de interés de referencia, justificando dicha perspectiva con la idea de que es necesario regresar a una postura más normal de política monetaria. Rebosando confianza, el influyente presidente de la Reserva Federal de Nueva York, William Dudley, expresó recientemente que era evidente que los espíritus animales se habían desatado a partir de la elección de Trump. Se refería a que el sentimiento de mercados, inversionistas y consumidores ha mejorado notablemente, debido a los planes de reducción de impuestos de la nueva administración y los proyectos de inversiones en infraestructura. Según Dudley, los agentes económicos tienen confianza en que este paquete de medidas hará posible una mayor tasa de crecimiento.

lunes, 29 de agosto de 2016

La insostenible ligereza de los mercados


Luis Casado

En este caso debes tomar ‘ligereza’ en la peor de sus acepciones, o sea irreflexivo, poco meditado, inconstante, falto de seriedad, inestable. Tú me dirás que tratándose de los mercados siempre es el caso, y por mi parte precisaré que me refiero a los mercados que piensan, deciden, se tranquilizan o se asustan, huyen o regresan al galope, rechazan o aprueban, exultan o lloran, aman u odian, en otras palabras a quienes “hacen los mercados”, a mendas de carne y hueso.

Suelen llevar una gorrita –o en su defecto una visera– con la mención “Experto” estampada en caracteres visibles, y no es infrecuente ver letras reflectantes si se trata de un “Economista-jefe”.

Suspenso que se suma al suspenso, tales eminencias esperaban la palabra de Janet Yellen como otros el agua de mayo. Para ser más precisos, el discurso que Yellen pronunció ayer viernes en Jackson Hole. Su palabra debía ser un faro en medio de las tinieblas.

lunes, 6 de junio de 2016

El gran error y el gran dolor causado por el neoliberalismo promovido por los conservadores, liberales y socioliberales

Vicenç Navarro, Público

Si usted, lector, lee la prensa económica o las páginas económicas de la prensa en general, habrá visto que en bastantes países se han introducido prácticas bancarias mediante las que las instituciones financieras, en lugar de pagar intereses por el dinero que el ciudadano deposita en el banco, cobran a este para guardarle el dinero. Es lo que llaman intereses negativos. Y usted se preguntará: ¿por qué lo hacen? Y la respuesta a esta pregunta varía según el economista al cual usted pregunte. Las llamadas “ciencias económicas” no son tan científicas como la mayoría de la población cree. La respuesta a la pregunta que usted se hace dependerá de los valores que tenga el economista que le responda.

Una respuesta muy frecuente que le darán es que hoy hay en el mundo muchísimo dinero. En realidad, hay tanto que no se sabe qué hacer con él. Y, para los ricos, es más seguro tener el dinero depositado en el banco que tenerlo debajo de la almohada en su domicilio. Y tendrá que admitir que la respuesta tiene cierta lógica. Ahora bien, lo que usted es probable que hiciera si tuviera mucho dinero sería que, en lugar de poner su dinero debajo de la almohada o en un banco, intentaría utilizarlo, bien invirtiéndolo, bien comprando propiedades que le generaran renta ahora o más adelante, o aumentando el consumo. Y esto es precisamente lo que la mayoría de economistas también le dirán. Y puesto que el problema mayor que tienen hoy las economías desarrolladas es la escasa demanda, parece lógico que se tomen medidas para aumentar el consumo. De ahí que las autoridades públicas intenten que, en lugar de guardar el dinero, la gente lo utilice comprando. Es importante, por lo tanto, que los bancos, en lugar de pagarle unos intereses por sus depósitos, incrementando el ahorro, le cobren a usted cuando usted quiera guardar su dinero en el banco, porque lo que el Estado quiere es que usted lo gaste en lugar de guardarlo.

martes, 19 de abril de 2016

El peligroso mundo de los tipos negativos: de la ansiedad bursátil al pánico bancario


Parece que las familias japonesas se están aficionando a las cajas fuertes en casa. Según la fabricante Eiko, las ventas se han duplicado desde el pasado otoño. En Alemania, la reaseguradora Munich Re ya está experimentando con la posibilidad de guardar millones de euros en efectivo en sus propias oficinas.

¿Por qué ocurre esto? La razón más probable, y la que se suele dar, es que en un mundo de tipos de interés negativos, compensa evitar dejar el dinero en el banco, y bueno, una caja fuerte es más segura que un colchón. Es la nueva realidad de un mundo vuelto del revés por la política monetaria moderna, en la que cobran los que piden dinero y los ahorradores son penalizados. Casi 500 millones de personas en una cuarta parte de la economía global viven en países con tipos de interés por debajo de cero.

Un fenómeno que hubiera sido inconcebible antes de la crisis financiera de 2008, y ahora no solo pequeños países como Suiza o Dinamarca, sino gigantes como el BCE y el Banco de Japón están experimentando con estas medidas para intentar fomentar la inflación. El objetivo global es que los bancos presten dinero, especialmente a consumidores y empresas, quienes a su vez deberían beneficiarse de estos bajos tipos. Además, se busca una caída del tipo de cambio que eleve las exportaciones e incremente los precios de las importaciones.

domingo, 17 de abril de 2016

¿Qué hay de malo con las tasas de interés negativas?


Joseph Stiglitz, Project Syndicate

A principios de enero escribí que las condiciones económicas este año iban a ser tan débiles como las del 2015, que fue el peor año desde la crisis financiera mundial del 2008. Y, tal como ya ha ocurrido en varias ocasiones durante la última década, después de transcurridos unos pocos meses del año, los pronósticos más optimistas realizados por otros están siendo corregidos a la baja.

El problema subyacente – que ha plagado la economía mundial desde la crisis, pero que se ha empeorado ligeramente – es la falta de demanda agregada global. Ahora, en respuesta a ello, el Banco Central Europeo (BCE) ha intensificado su estímulo y se ha unido al Banco de Japón y a un par de otros bancos centrales en sus esfuerzos por mostrar que el “límite inferior cero” – es decir, la incapacidad de las tasas de interés de convertirse en negativas – es un límite que sólo está presente en la imaginación de los economistas convencionales.

miércoles, 17 de febrero de 2016

Tasas de interés negativas: las nuevas guerras cambiarias

Alejandro Nadal, La Jornada

Un número importante de bancos centrales ha adoptado una política de tasas de interés negativas. Esto es algo casi sin precedentes en la historia del capitalismo y puede inaugurar cambios profundos en el funcionamiento de la política monetaria.

En la actualidad los bancos comerciales deben guardar cierto volumen de reservas en el banco central y éste les paga una cierta tasa de interés por tener esos depósitos. Con una tasa de interés negativa las cosas se invierten: los bancos comerciales deben pagar al banco central por el privilegio de estacionar sus reservas en dicho instituto. Se piensa que de esta forma los bancos se verán inclinados a prestar más dinero e incrementar sus operaciones.

En épocas de deflación los agentes económicos prefieren atesorar el dinero en lugar de gastarlo o de invertirlo. Eso provoca una caída en la demanda agregada y profundiza un círculo vicioso de deflación y desempleo. La tasa de interés puede llegar a niveles muy bajos, incluso cero, pero si las fuerzas deflacionarias son poderosas esa reducción en las tasas no será suficiente para estimular el gasto y la inversión.

miércoles, 3 de febrero de 2016

El Banco de Japón asegura que bajará más los tipos si es necesario

El Banco de Japón (BoJ) aseguró hoy que llevará a cabo una nueva bajada de tipos de interés si lo estima necesario para lograr su objetivo de alcanzar una inflación en torno al 2% para mediados del próximo año. El gobernador del banco central nipón, Haruhiko Kuroda, calificó la reciente adopción de tasas negativas de la entidad como un "arma poderosa", dado que tipos más bajos tendrían efectos positivos sobre la actividad económica de las empresas y los hogares.
El Banco de Japón sorprendió al mercado el viernes con su decisión de aplicar un tipo de interés del -0,1% a las cuentas que las instituciones financieras niponas mantienen con la entidad para favorecer el crecimiento y sus metas de inflación. "Si se estima necesario, es posible reducir los tipos por debajo del mínimo actual", afirmó el gobernador del BoJ, quien esgrimió que el Banco Central Europeo (BCE) ya ha fijado los tipos de los depósitos en una tasa negativa del 0,3%, y que otros bancos europeos también han adoptado tasas inferiores (refiriéndose a Suecia, Suiza y Dinamarca, ver imagen).

jueves, 17 de diciembre de 2015

Fin de una época de política monetaria

Orlando Delgado, La Jornada

La Reserva Federal de Estados Unidos ha decidido incrementar la tasa de referencia 25 puntos base, elevándola de 0.25 por ciento anual a 0.50. Con ello terminan siete años en los que esa tasa estuvo en su límite mínimo. Al ubicarse en ese nivel la política monetaria convencional, la que actúa moviendo las tasas de referencia y en operaciones de mercado abierto, se encontró en una situación en en la que si la economía no reaccionaba como se esperaba ya no podía reducir más la tasa, de modo que ese banco central carecía de instrumentos convencionales para conseguir sus propósitos macroeconómicos.

Tras el estallido de la burbuja inmobiliaria en agosto de 2007, la Fed decidió utilizar todas las herramientas a su alcance para restablecer el funcionamiento de los mercados financieros. La primera medida fue inyectar liquidez, es decir, comprar instrumentos financieros a diferentes plazos para detener el pánico. Acompañaron a la Fed en esta ación los bancos centrales de Inglaterra, Japón y el Europeo. Pronto fue evidente que se requerían medidas de mayor alcance. La Fed decidió reducir la tasa de interés de referencia para las operaciones financieras, con el fin de que los mercados pudieran recuperar su capacidad de intercambiar instrumentos a tasas normales. Pese a sucesivas reducciones los mercados no reaccionaban, de modo que en un plazo relativamente breve la llevó a su límite inferior de prácticamente cero. Con ello el sistema financiero se colocó en la trampa de la liquidez.

domingo, 6 de diciembre de 2015

El problema de los tipos de interés

Bradford De Long, Project Syndicate

De todas las doctrinas y extrañas y novedosas expuestas desde el comienzo de la crisis financiera mundial, la propuesta por John Taylor, economista de Stanford, tiene bastantes puntos para que se la considere la más extraña. En su opinión, las políticas económicas posteriores a la crisis que se están aplicando en los Estados Unidos, Europa y el Japón están poniendo un tope a los tipos de interés a largo plazo que es “muy parecido al efecto de un precio máximo en un mercado de alquiler en el que los propietarios reducen la oferta de viviendas de alquiler”. Según sostiene Taylor, el resultado de unos tipos de interés bajos, la relajación cuantitativa y la orientación para el futuro, es una “reducción de la disponibilidad crediticia [que] disminuye la demanda agregada, lo que suele aumentar el desempleo: una clásica consecuencia no deseada”.

La analogía de Taylor carece de sentido en el nivel fundamental. La razón por la que el control de los alquileres no gusta es la de que prohíbe transacciones que beneficiarían tanto al inquilino como al propietario de la vivienda. Cuando un organismo gubernamental impone un precio máximo del alquiler, prohíbe a los propietarios de viviendas cobrar más de una cantidad fijada, lo que distorsiona el mercado, al dejar vacíos apartamentos que los propietarios estarían dispuestos a alquilar a precios mayores e impide a los inquilinos ofrecer lo que en verdad están dispuestos a pagar.

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