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jueves, 29 de febrero de 2024

¿Quién pagará los platos rotos de Milei?

Las sombrías fantasías de Milei en torno a ese inexistente capitalismo sin estado que proponen los burdos hechiceros de la Escuela Austríaca

Atilio Borón, La Haine

Javier Milei acaba de insultar groseramente, una vez más, al presidente colombiano Gustavo Petro. Desencajado, el presidente argentino persiste en sus ataques a propios y ajenos.

Días atrás calificó a los miembros del Congreso de la Argentina como un “nido de ratas” (elegidas por la ciudadanía, conste); o a uno de sus ex compinches, Ricardo López Murphy como “traidor y basura”; y a su actual Ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, a quien en la campaña electoral la fulminó por ser una “montonera asesina”. Los insultos al papa Francisco I fueron de una bajeza poquísimas veces vista en la historia

Y así podríamos seguir elaborando una interminable compilación de las excrecencias verbales de un personaje alucinado, que habita una realidad paralela, que habla con su perro muerto (en cuyos consejos se inspira) y que no tiene la más pálida idea de la responsabilidad institucional que le cabe como presidente de la Argentina y que debería inhibirle de decir la primera barbaridad que se le pasa por la cabeza, teniendo en cuenta que sus palabras y sus gestos destemplados e irrespetuosos comprometen las relaciones internacionales de nuestro país.

sábado, 3 de febrero de 2024

El péndulo brutal de la Argentina y el engendro Milei

Guillermo Sullings*

Algunos amigos de diversos países me han preguntado acerca de este fenómeno que para muchos, desde la distancia, resulta incomprensible. ¿Cómo es posible que una mayoría haya votado a semejante personaje, quien dice hablar con su perro muerto, que se siente un enviado de las “fuerzas del cielo”, y que insulta groseramente por los medios a todo aquel que piensa distinto?

¿Qué llevó a buena parte de la población a elegir como gobernante a alguien que se exhibía en plena campaña electoral con una motosierra, prometiendo un ajuste brutal en la economía, a sabiendas de que eso significaría un enorme deterioro en las condiciones de vida? Y a un mes de su asunción como presidente, cuando los precios se duplican y los salarios se mantienen en los bajos niveles que ya tenían, la pregunta que surge es ¿Cuánto puede durar un gobierno así, si esto es sólo el comienzo de una batería de medidas aún peores?

No creo tener la respuesta integral a estas preguntas, ya que las primeras requerirían de un profundo análisis sociológico y sicológico del comportamiento humano, difícil de abordar en un solo artículo. Y responder la última pregunta implicaría considerar la deriva de tal multiplicidad de variables que podría caer en el terreno de las adivinanzas. No obstante, intentaré ensayar algunas opiniones y conclusiones, con mayor proporción de intuición que de rigurosidad.

viernes, 12 de enero de 2024

Argentina: Liberalismo versus democracia

Atilo Borón, Accion

Los propagandistas del actual Gobierno argentino repiten ad nauseam una de las más resonantes falacias ideológicas de la filosofía política, a saber: que liberalismo y democracia son dos caras de una misma moneda. Se habla con total impunidad del legado democrático de Juan Bautista Alberdi, sin duda una figura descollante del liberalismo latinoamericano del siglo XIX, pero que al igual que sus mentores europeos y estadounidenses consideraba a la democracia como una variante de la «tiranía de la mayoría». Es a causa de esa premisa que la Constitución de 1853, inspirada en el autor de las Bases, no hace mención alguna a la democracia. Recordemos el artículo primero de la misma: «La Nación Argentina adopta para su Gobierno la forma representativa republicana federal, según la establece la presente Constitución». Recién con la reforma de 1994 la democracia aparecería en el texto constitucional que nos rige.

Aquella ausencia no es casual y va de la mano de la consternación que sobrecogió a Alberdi luego de la oleada revolucionaria de 1848 en Europa. En uno de los pasajes destinados al tema escribe que «Para obviar los inconvenientes de una supresión brusca de los derechos de que han estado en posesión la multitud, podrá emplearse el sistema de elección doble y triple, que es el mejor medio de purificar el sufragio universal sin reducirlo ni suprimirlo, y de preparar las masas para el ejercicio futuro del sufragio directo». (pag. 79, edición electrónica). Va de suyo que los sistemas de doble o triple sufragio son esencialmente antidemocráticos puesto que instauran el voto calificado, en donde las elites gozan de los derechos ciudadanos mientras que a los plebeyos se les cierran las puertas de la participación política. Son libres para perseguir sus propios fines en la vida económica, pero no están preparados para gobernar. Eso queda para el futuro, como lo recuerda el gran tucumano y como también observaba John Stuart Mill. Y ese talante antidemocrático quedó claramente plasmado en el texto constitucional de 1853.

viernes, 29 de diciembre de 2023

El mito del déficit fiscal

En la economía real, no la que imaginan profetas o alucinados, siempre los Estados operan con déficits, y eso, lejos de ser una patología de la vida económica o de las finanzas públicas, es una realidad que surge de los imponderables en la estimación del gasto público, de las dificultades en la recaudación o de los efectos inesperados del ciclo económico
Atilio A. Boron, accion.coop

El Gobierno argentino ha planteado que en el Estado ya «no hay plata» y que un imperativo categórico e impostergable, para que la economía argentina se «normalice», es poner en orden las cuentas públicas, reducir el déficit fiscal e inclusive tratar de lograr un superávit en las finanzas del Estado.

Si hay algo realmente excepcional en la economía argentina es su histórica inercia inflacionaria, que responde mucho más a causas políticas –la debilidad de un Estado con efectivas capacidades de regulación de los voraces agentes del mercado– que al juego exclusivo de las variables económicas.

La reducción del déficit público como panacea para nuestros males es una propuesta sorprendente en la medida en que es hecha por un presidente que ha señalado que hay dos países en el mundo que son quienes inspiran su gestión gubernativa: Estados Unidos e Israel.

sábado, 23 de diciembre de 2023

Las fobias de Milei llevan a Argentina al despeñadero

La Jornada

El presidente argentino, Javier Milei, criticó las protestas registradas en los últimos días en contra de los primeros actos de su gobierno y dijo que los manifestantes están afectados por el Síndrome de Estocolmo en relación con el gobierno anterior: “Están abrazados y enamorados –dijo– del modelo que los empobrece; hay gente que mira con nostalgia, amor y cariño al comunismo”. Las protestas callejeras, pacíficas aunque efectuadas bajo un impresionante acoso policial, fueron una primera respuesta al Decreto de Necesidad y Urgencia emitido por Milei a espaldas del Legislativo, un conjunto de disposiciones que liquida prácticamente todos los elementos con sentido social de la legislación argentina, elimina los derechos laborales, da paso a la privatización de los principales bienes públicos, empezando por Yacimientos Petrolíferos Argentinos (YPA) y Aerolíneas Argentinas, y estimula la conversión generalizada de organizaciones no lucrativas en sociedades anónimas.

En una suerte de no-lenguaje orwelliano, esa práctica de cambiar hechos de la realidad por sus antónimos, Milei describió su empeño como una forma de destrabajar este andamiaje jurídico opresor que destruyó al país, como si no fuera su determinación de entregarlo a la más pura ley de la jungla la que amenaza con destruir la convivencia, la paz y la gobernabilidad en Argentina.

lunes, 18 de diciembre de 2023

Argentina bajo la motosierra y el Ajuste neoliberal a lo Thatcher

Juan Pablo Neri Pereyra, Contra Hegemonia

Seguramente, algunos están enterados que la frase que Milei profirió en su posesión, de “No hay alternativa”, es un eslogan viejo y trillado, inicialmente planteado por Margaret Thatcher, para justificar la transición hacia las políticas económicas neoliberales. En inglés “There Is No Alternative” o TINA, bien puede considerarse un dogma religioso secular, que ha servido para, una y otra vez, durante las últimas cuatro décadas, impulsar las mismas políticas de shock y ajuste estructural.

De hecho, parafraseando a los curadores del magistral Museo del Neoliberalismo en Londres, cuando Thatcher fue cuestionada por otros Tories sobre la, en ese entonces, nueva ideología neoliberal que profesaba, se cuenta que sacó una copia de “La constitución de la libertad” de Hayek, la golpeó sobre la mesa y los conminó diciendo: “¡Esto es en lo que creemos!”. Una anécdota por demás mordaz considerando, no sólo la ironía del suceso, sino también los sinuosos y coactivos “caminos de la libertad”, desde ese momento en adelante.

sábado, 16 de diciembre de 2023

Argentina SA: Caputazo

De un plumazo estatizó más de 30 mil millones de dólares de deuda privada con proveedores foráneos, para rescatar a importadores de bienes y servicios (de la casta) pendientes de pago
Carlos Fernández-Vega, La Haine

Creativos, como siempre, los argentinos de inmediato bautizaron el draconiano programa económico 'de emergencia' que a rajatabla impone el anarcocapitalista Milei e hizo público –parcialmente– Luis Toto Caputo, su ministro de Economía (que fue de Finanzas y presidente del Banco Central de la República Argentina, BCRA, con Mauricio Macri).

Lo denominan Caputazo y no es para menos: megadevaluación (118 por ciento y contando), liberación de precios –de los alimentos a los combustibles; sólo ayer, 37 por ciento a la gasolina–, fin de los subsidios (energía, transporte y más), inflación galopante (se estima 60 por ciento sólo en los dos primeros meses del nuevo gobierno), jubilaciones –de por sí reducidas– a la baja, desempleo creciente, industricidio, impuestos al alza (antes de subirlos, me corto un brazo, prometió), recesión, mayor pobreza y todo ello, y algo más, apenas es el telón de lo que viene, advierte el vocero presidencial, Manuel Adorni.

miércoles, 13 de diciembre de 2023

Argentina, al precipicio

La Jornada

Javier Milei hizo algo inédito en la historia de las democracias formales: durante su primer discurso como presidente anunció a sus simpatizantes que serán ellos quienes paguen la terapia de shock en que consiste su plan económico, mientras los beneficios irán para la iniciativa privada. El mandatario ultraderechista recurrió a la infame frase de la destructora del Estado de bienestar británico, Margaret Thatcher: no hay alternativa (“there is no alternative”), dijo, para confirmar que llevará a cabo un ajuste fiscal de 5 por ciento del producto interno bruto, todo el cual será absorbido por el Estado a través de recortes brutales a los programas sociales y en multitud de ramas del gobierno. El monto equivale al gasto gubernamental de cinco meses, lo cual significa que de un día para el otro desaparecerán cuatro de cada 10 pesos del presupuesto.

Este economista pertenece a la corriente ideológica denominada posfascismo, porque retoma el agresivo conservadurismo social de los fascismos del siglo XX (con misoginia disfrazada de defensa de la familia, racismo abierto, xeno, aporo y homofobia); pero sin las garantías de empleo y mínimos de bienestar que aquellos ofrecían a las clases trabajadoras, políticas que son remplazadas por el neoliberalismo más ortodoxo y plutocrático.

Como todos los neoliberales, Milei impondrá supremos esfuerzos y dolorosos sacrificios al pueblo, mientras la cúpula mantiene todos sus privilegios: no sólo no ha hablado de disminuir su propio sueldo, sino que ya dio rienda suelta a sus desplantes de exhibicionismo (pidió ser trasladado en un auto descapotable en su primer trayecto oficial) y a su intención de llevar una vida faraónica a expensas del erario. Por ejemplo, emprenderá una millonaria remodelación de la Casa Rosada a fin de instalar allí a sus cuatro perros.

jueves, 26 de octubre de 2023

Los fatales costos de la Guerra para la Deuda Financiera de Ucrania

Hedelberto López Blanch, Rebelión

Si a la Argentina el préstamo de 45.000 millones de dólares que le entregó el Fondo Monetario Internacional (FMI) en el fallido intento de lograr que el expresidente Mauricio Macri se reeligiera, le ha costado a ese pueblo cuatro años de crisis económica, pérdida de beneficios sociales y alta pobreza, ¿Qué se puede esperar de la enorme deuda contraída por Ucrania al convertirse en la punta de lanza de Estados Unidos para tratar de desestabilizar a Rusia?.

Las exigencias de recortes sociales del FMI a la Argentina han sido nefastas para el gobierno del presidente Alberto Fernández y para su pueblo que hoy enfrenta una de sus más violentas crisis económico-financieras con una inflación galopante, elevado costo de la vida y una pobreza que afecta a más del 40 % de la población.

miércoles, 2 de febrero de 2022

Argentina y el FMI negocian un acuerdo mejor

Joseph Stiglitz & Mark Weisbrott, Foreign Policy

El acuerdo de la semana pasada entre Argentina y el Fondo Monetario Internacional (FMI) sacó al país y al mundo del borde de un default que podría haber amenazado la estabilidad del sistema financiero internacional. Como en todo acuerdo negociado, no fue ideal. Pero no tenía precedentes, y ambas partes entendieron los peligros de caer en el abismo de lo desconocido: qué pasaría si no se llegaba a un acuerdo. Lo que es más importante, el FMI no insistió en su austeridad habitual; el acuerdo brinda a Argentina espacio para continuar con su recuperación económica.

El actual gobierno del presidente Alberto Fernández enfrenta duras adversidades por la enorme deuda y otras limitaciones heredadas del acuerdo con el FMI de 2018 realizado por el gobierno anterior de Mauricio Macri. También está lidiando con el flagelo del COVID-19. Pero el país había logrado una tasa de crecimiento cercana al 10 por ciento el año pasado, cuando los economistas habían pronosticado una recuperación mucho más tibia. Con una economía en crecimiento, lograron reducir el déficit presupuestario primario en un 3,5 por ciento del PIB en 2021. Argentina simplemente quería la capacidad de continuar su recuperación, sin las condiciones dañinas que tan a menudo se habían incluido en los programas anteriores del FMI.

martes, 14 de abril de 2020

Coronavirus y capitalismo en Argentina


José Pablo Feinmann, Página 12

En su mensaje del viernes 10 de este mes de abril se lo vio algo cansado al dinámico y eficaz Alberto Fernández. Su tarea es inmensa. Nadie quisiera estar en sus zapatos. Y es bueno que nadie esté, sólo él. Se ha vuelto irremplazable. Desde que se asumió como comandante de la lucha contra la pandemia en nuestro país no ha cesado de crecer. Política y humanamente. Este crecimiento se refleja en las encuestas.

Es decir, la sociedad advierte y agradece que su presidente haya encontrado el papel de su vida. Como Marlon Brando en “Un tranvía llamado deseo”. Como Gary Cooper en “A la hora señalada”. Como Joaquin Phoenix en “Joker”. O, para ir a lo nuestro (o a lo de por aquí nomás, ya que los otros casos citados también son nuestros porque nos marcaron), como Osvaldo Terranova en “He visto a Dios”. O como Alfredo Alcón en “Un guapo del 900”. Alberto Fernández, ahí, sentado o parado frente a las cámaras, con el agotamiento de estos días vertiginosos, diciendo “no sé ni en qué día vivo”, preguntándoles datos a los funcionarios que lo rodean, es el mejor presidente que podríamos tener en estos pestíferos momentos.

Es firme, es cálido, habla sin gritar, sin elevar la voz más de lo necesario, con gestos breves, tersos y no ásperos, como si estuviera dando clase en la Facultad de Derecho, como si le hablara a gente que le importa, que quiere, cuya salud le preocupa. a sus compatriotas, en suma, que lo han elegido presidente para lo que está haciendo, para que presida el país en estos momentos de peligro y de muerte. Se ha encarnado en la figura del presidente que cuida, aconseja y castiga a los irresponsables, que son muchos.

domingo, 29 de septiembre de 2019

Argentina más pobre, Macri más rico


Walter C Medina, Nueva Tribuna

Mientras se agudiza la crisis económica producida por las políticas neoliberales impulsadas por el gobierno argentino, el patrimonio de los ricos crece exponencialmente. Un claro ejemplo de enriquecimiento sideral es el del propio Mauricio Macri, cuya fortuna se incrementó en un 52%.

La Oficina Anticorrupción, dirigida por la oficialista Laura Alonso –confesa enamorada del presidente argentino- publicó en agosto el listado de las Declaraciones Juradas de los funcionarios del gobierno, correspondiente al año 2018. Lo que se observa es que paralelamente al empobrecimiento de millones de ciudadanos de clase media y baja, las astronómicas fortunas de los ministros en funciones se vieron favorecidas gracias a las medidas gestadas en Casa Rosada. El jefe de Estado, Mauricio Macri, aumentó su patrimonio económico en un 52 %, pasando de los $99.876.155 en 2017, a $151.688.684,18 hacia finales de 2018.

miércoles, 4 de septiembre de 2019

Argentina: Crónica de un colapso anunciado


Carlos Carcione, Rebelión

El anuncio del ministro Lecunza de no pagar en sus fechas de vencimiento más de 100.000 millones de la deuda irresponsablemente contraída por el Gobierno de Macri, es apenas el reconocimiento a regañadientes de que el país no tiene ninguna posibilidad de continuar soportando esa estafa. El mercado financiero internacional reaccionó con una nueva caída de los bonos y acciones argentinas, el Riesgo País trepó hasta superar los 2.200 puntos y continúo la escalada del dólar. Los pronósticos son que, con idas y vueltas, esta tendencia se mantenga. Resulta que al no tomarse simultáneamente otras medidas, en especial un control de capitales para impedir la fuga y un control en el mercado cambiario que pueda frenar al dólar, el objetivo declarado por el ministro de preservar las reservas no se logrará. El resultado será el vaciamiento de las reservas para mantener un precio “electoral” del dólar, con un nuevo salto en la fuga de capitales, una brutal escalada inflacionaria y la consiguiente crisis bancaria con el crack económico que eso implica. Lo que significa, sobre todo, un ajuste todavía más brutal de hecho para las clases trabajadoras.

martes, 20 de agosto de 2019

¿Quién tiene la culpa de la crisis económica en Argentina?

Los argentinos recuerdan el papel que desempeñó el Fondo Momentario Internacional en la última recesión. También recuerdan cómo mejoró su vida con el kirchnerismo.


Mark Weisbrot, The Nerw York Times

¿Qué se supone que debemos deducir de los sorpresivos resultados de las elecciones celebradas en Argentina el 11 de agosto, que sacudieron a los encuestadores y a los analistas por igual y agitaron los mercados financieros del país? En las elecciones primarias rumbo a la elección presidencial, en octubre, el candidato de la oposición Alberto Fernández derrotó al presidente Mauricio Macri por un margen inesperado del 15,6 por ciento.

La coalición de Fernández atribuye su victoria a las políticas económicas fallidas de Macri, pues lo consideran culpable de la crisis económica, la recesión y la inflación elevada que el país experimenta actualmente. Por su lado, Macri afirma que el miedo a un futuro gobierno kirchnerista fue el culpable de la turbulencia financiera tras las elecciones, así como a los problemas que ha habido en la economía desde que asumió el cargo hace más de tres años y medio. El actual presidente argumenta que tanto los mercados como el pueblo deberían temerle a este resultado.

Esta discrepancia no es solo objeto de debate académico, y tampoco es una situación exclusiva de Argentina. Es un diálogo recurrente, casi arquetípico, que surge durante las crisis económicas que permean contiendas políticas. En los últimos años, los dirigentes en turno —en el Reino Unido, España, Francia, Grecia y otros países donde las políticas económicas fallidas se enfrentaron a adversarios de centroizquierda— han usado el estribillo de Macri como una línea de ataque frecuente.

lunes, 19 de agosto de 2019

Argentina: El escenario pos-Macri


Claudio Katz, Rebelión

En el vértigo de Argentina, la gran victoria contra Macri fue sucedida por otra devaluación y una nueva erosión del ingreso popular. El gobierno zombi ya ha perdido las riendas de la economía y afronta una dudosa subsistencia hasta fin de año.
El oficialismo quedó demolido por una abrumadora diferencias de sufragios. La esperada distancia de 3 o 4 puntos superó los 15. Ese veredicto confirmó el total hastío de la población con el ajuste. Ratificó el castigo electoral que anticiparon los comicios provinciales y corroboró la inconsistencia de un espacio del medio, para canalizar el generalizado descontento. Macri se hundió entre gritos y enojos, propiciando mayor ajuste e ineficaces paliativos. La cooptación del justicialista multiuso Pichetto sólo reforzó su desplome.

El gobierno que incentivó el odio y alentó el miedo terminó cocinado en su propia salsa. La grieta social creada por cuatro años de miseria pulverizó la polarización extrema que ensayó el laboratorio del PRO. Macri promovió el resentimiento contra los pobres, pero desencadenó el rechazo masivo de la elite gobernante. Intentó la impugnación de la década pasada y consolidó la indignación con el agobiante presente de su gestión.

El oficialismo quedó cegado por sus propias fantasías. Se auto-engañó con microencuestas, trolls y focus grups. El blindaje mediático y las noticias falsas no alcanzaron para disfrazar sus mentiras. La dura realidad emergió a la superficie demoliendo todos los artificios del marketing político.

viernes, 10 de mayo de 2019

Los usos de Portugal en la crisis argentina

Relatos y verdades sobre el ajuste del FMI, Macri y quien lo suceda

Fotomontaje Juan Atacho

Esteban Mercatante, La Izquierda Diario

El país de Pessoa y Saramago se coló inesperadamente en el debate argentino. La cosa arrancó hace un par de meses, cuando Axel Kicillof y Roberto Lavagna lo señalaron, cada uno por su lado, como ejemplo de que puede acordarse con el FMI otra política distinta al ajuste acelerado que comprometió y aplica Macri. Esto sería lo que, nos dicen, hizo António Costa cuando asumió en 2015, rediscutiendo los compromisos firmados por ese país en 2011 con el FMI y el gobierno de la UE (compuesto por la Comisión Europea y el Banco Central Europeo), con los cuales formaba la troika.

Se comprende la importancia que le dan al caso portugués, elevado por los más afiebrados a la categoría de “milagro”, a pesar de que su economía apenas llegó a crecer 2 % al año después de haber perdido 7 % de su tamaño entre 2010 y 2013, y de que dejó a la juventud completamente tirada. Tenemos cientos de casos que muestran que el FMI despluma a los países para que aumenten los recursos disponibles para pagar la deuda, a costa de todo lo demás. También hemos visto que exfuncionarios del organismo se han vuelto los mayores denunciantes de cómo este sacrifica el crecimiento económico (lo cual significa destrucción de empleos e ingreso) en pos de lograr una mejora en los indicadores de deuda, norma que es la única que vale en todos los países. “¡Pero no desesperemos!”, nos dicen Kicillof y Lavagna. Hay un país, uno solito en toda la historia de terror del FMI, que nos muestra que “sí se puede”.

martes, 7 de mayo de 2019

Macri y la flexibilidad del FMI


Julio C. Gambina, Alainet

Existe sorpresa por la tolerancia del FMI ante la insostenible situación económica de la Argentina, que no puede cumplir a mediano plazo con los compromisos de cancelación del préstamo. Oportunamente se acordaron préstamos por más de 56.000 millones de dólares, y los desembolsos realizados con regularidad alcanzan los 39.000 millones de dólares. El grueso del monto total se acreditará antes de finalizar el mandato gubernamental. También existen recurrentes acuerdos para modificar pautas de condicionalidad inscriptas en los sucesivos convenios, algo que se reiteró en estos días pasados ante las turbulencias y la volatilidad cambiaria.

La volatilidad se expresó al cierre de la semana pasada, luego de alzas y bajas en la cotización del dólar con subas de las tasas de interés que bordearon el 74%, una cotización de 46 pesos por dólar y un riesgo país cercano a los mil puntos. La expectativa es que el dólar no supere los 51,44 pesos hacia fin de año y por eso se utilizan los recursos del FMI para atender la demanda de divisas para fuga de capitales, algo no permitido por el propio FMI y que sin embargo se le facilita al gobierno de Macri. Se incumplen los estatutos de la organización internacional para sostener al gobierno macrista y si se puede, que se reelija por un nuevo período.

Es algo que puede costarle caro al staff del FMI y que, sin embargo, a EEUU, el mayor accionista del FMI y con su capacidad de veto, parece no interesarle colocar todos los fondos necesarios para mantener a Mauricio Macri en el gobierno. Se trata de una operación a medida de las necesidades políticas del gobierno de la Argentina, pero también del gobierno de EEUU.

sábado, 27 de abril de 2019

Argentina, turbulencias en medio de la crisis

Entre un control de precios que nació desinflado, una imagen presidencial en picada y un establishment que aúpa a Vidal, la economía cruje fuerte otra vez.

Eduardo Lucita, La Arena

Las medidas de emergencia tomadas en el marco del también programa de emergencia acordado con el FMI fueron el centro de todos los debates y cambio de opiniones de estos días. Medidas que no están destinadas a controlar la inflación -que en marzo pegó un brinco más que alarmante- sino apenas a morigerar su impacto, complementadas por retraso en los aumentos tarifarios y planes de crédito que solo harán incrementar el nivel de endeudamiento de los más necesitados. Medidas, hay que reconocerlo, en las que nadie cree, o en las que nadie apuesta por su efectividad aunque desearían que las tengan.

La mayoría del empresariado acepta pero no comparte estas medidas. Las ven como un regreso al intervencionismo estatal, una restricción a la economía de mercado y la libertad de comercio. Para más el Gobierno por un DNU impuso reformas a la Ley de Lealtad Comercial (de tiempos de la dictadura) que establecen mayores controles en el comercio, penalidades económicas y diversas sanciones. Todo para garantizar el «acuerdo de caballeros» pero en contra del relato oficial.

Los consumidores desconfían del congelamiento, precios fijos o como se los quiera llamar, en el que ven una suerte de trampa. Porque este congelamiento fue precedido de aumentos de precios en los productos ahora llamados esenciales, y el Gobierno convalidó esos aumentos. Al mismo tiempo saben que se mantiene el programa de precios cuidados, pero que este vence en mayo y habrá nuevos aumentos para los más de 500 productos, que lo componen, excluidos los esenciales.

jueves, 25 de abril de 2019

El problema de la economía Argentina


Martin Guzman, Project Syndicate

En 2018 Argentina experimentó una crisis monetaria y una estanflación. La inflación anual alcanzó el 47,6%, el PIB cayó un 2,5% y aumentaron el desempleo y la pobreza. Estos indicadores reflejan problemas crónicos. La economía argentina ha reducido su tamaño en cuatro de los últimos siete años. Y durante más de una década las deficiencias estructurales han creado fuertes restricciones en el crecimiento de la demanda real y han impedido que la economía crezca de manera sostenible.

Cuando el gobierno actual, dirigido por el presidente Mauricio Macri, asumió el cargo en diciembre de 2015, dijo que sus políticas económicas atraerían inversiones extranjeras directas y conducirían a un aumento sostenido de la productividad. La crisis monetaria que estalló en abril de 2018 remarcó el fracaso de su enfoque de política.

Como respuesta, el gobierno recurrió al Fondo Monetario Internacional, obtuvo un préstamo de 57.000 millones de dólares, el más grande en la historia del FMI, y acordó un nuevo enfoque para abordar los desequilibrios macroeconómicos del país. Pero los términos del acuerdo de préstamo han seguido cambiando a medida que los inversores seguían nerviosos.

domingo, 24 de marzo de 2019

Argentina bajo el fantasma de la hiperinflación

Alfredo Zaiat, Página 12

La tasa de inflación en Argentina ha escalado al 50 por ciento anual, mientras que la de alimentos se ubica unos escalones por encima de esa cifra. ¿La economía macrista ha ingresado al selecto club de la hiperinflación? Por normas contables internacionales, la respuesta es afirmativa porque acumula una inflación de más del 100 por ciento en tres años. Por convención en el mundo de economistas, todavía no se llegó a esa instancia traumática porque consideran que la tasa del 50 por ciento debe ser mensual. Son definiciones técnicas, la primera contable y la otra económica. Sin prestar atención a cuestiones teóricas, el comportamiento de consumidores y empresarios en los primeros meses de este año es de una situación pre híper, reflejado en diversos mecanismos defensivos para enfrentarla. Unos lo hacen adelantando compras en los primeros días de recibir el salario para eludir aumentos futuros, y otros aplicando una extrema prudencia en no marcar precios cuando pactan operaciones, sino que los definen en el momento de la entrega. El miedo a otra megadevaluación está activando todos los mecanismos defensivos para enfrentar esa eventualidad, que deriva en veloces aumentos de precios, con el riesgo de abrir las puertas del infierno de la híper.

Defensas


En períodos con subas importantes y sucesivas de precios, la reacción inmediata de la población, más aún la argentina con la amplia experiencia en esa materia, es la de gastar lo más rápido posible el ingreso mensual en productos de consumo imprescindibles para la vida cotidiana y, si existiera un excedente, destinarlo a la acumulación de dólares o a la compra de bienes durables para preservar el poder adquisitivo del dinero. En tanto, fabricantes y comerciantes deciden que la remarcación sea cada vez más periódica. Hoy es cada 15 días, como las listas con aumentos que distribuyen grandes firmas productoras de alimentos, entre las que se destaca Molinos Río de la Plata, del grupo Pérez Companc.

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